Unos cuantos pasos, una leve sonrisa y la intención de sentarse a hablar. Esos fueron los últimos minutos de Eduardo Enrique Mercado Muñoz antes de que tres balas le causaran la muerte en la Clínica Madre Bernarda.
A la 7:30 de la noche del sábado, Eduardo llegó a su casa en San José de Los Campanos y con las mismas salió, pues en una esquina del mismo barrio -a pocos metros de su vivienda- lo esperaba un vecino con quien se sentó a hablar. No alcanzó a sentarse cuando las detonaciones anunciaron la desgracia.
Eduardo se desplomó a la vista de transeúntes. El hombre que disparó y que, según testigos, llegó a pie, huyó dejando dolor e incertidumbre; pero en especial una pregunta, ¿por qué mataron a Eduardo?
“Lo que sabemos es que a quien iban a matar era al otro muchacho, pero apenas vio al asesino salió corriendo. A mi hermano le dispararon por estar allí, como para no dejar testigos del atentado”, dice una hermana de Eduardo.
Mercado, dicen los suyos, era un hombre sano que no tenía problemas y que se ganaba la vida haciendo oficios varios.
A Eduardo lo trasladaron a la Clínica Madre Bernarda, donde intentaron mantenerlo con vida, pero 15 minutos después de su ingreso, los médicos informaron que estaba muerto.
La hermana de Eduardo aseguró que algunos vecinos dieron detalles de quien es el presunto asesino. “Nos dicen que es un cachaco que tiene poco de estar viviendo en el barrio, pero no sabemos quién es”, dice la mujer.