El día que Carlos Arturo Ortega Jaime nació su hogar estaba marcado por la presencia de un hombre que fungía como uno de los grandes referís del fútbol profesional colombiano: su tío Álvaro Ortega Madero, asesinado el 15 de noviembre de 1989 en Medellín, tras haber sido juez de línea en el partido Medellín-América. Duro golpe para la familia. Carlos Arturo Ortega y su primera aparición como árbitro en Eliminatorias
Uno de los recuerdos imborrables para Carlos es el rostro lleno de sufrimiento de su abuela Elvia, quien durante el tiempo que convivió con él hasta su muerte nunca se quitó el traje negro de luto. Este episodio marcó un sentimiento especial en el desarrollo de su vida.

Este año, el manto del terror y la estupidez de quienes usan el deporte como bomba social, representada en hinchas arrastrados por la desigualdad y falta de educación, volvió a atormentar su vida. Los hinchas, hijos de la pobreza, buscan encontrar culpables en los protagonistas del fútbol, ya sean jugadores, técnicos o árbitros. Ortega Jaime fue objeto de amenazas por un grupo de hinchas del Deportivo Cali en un encuentro que el equipo azucarero jugaría contra el Once Caldas.
Cuando la Federación le preguntó a Ortega Jaime si estaba preparado para tal situación, su respuesta no fue otra que: “No se preocupe, soy un árbitro con nervios de cirujano y estoy listo para este tipo de situaciones con las que debo convivir”. Es por esto que en cada una de sus actuaciones, la expresión de su mirada lleva un mensaje claro: la continuación y representación de la herencia que con responsabilidad le ha tocado afrontar como árbitro de fútbol. Carlos Ortega, siguiendo un legado familiar y haciendo historia
“Carlos Ortega Jaime nació en Cartagena y a sus 33 años tiene claro que, como ser humano y profesional, no hay ninguna posibilidad de negociar su honestidad ni mucho menos su dignidad. Está hecho para grandes retos y reconoce que cada partido es distinto.
Su única verdad es convivir con el acierto y el error, entendiendo que nunca serán merecedores del reconocimiento y los aplausos del público, ese monstruo de mil cabezas”, dice Hegel Ortega, tío de este gran árbitro cartagenero, con escarapela Fifa y que ha tenido la posibilidad de dirigir tres finales del fútbol colombiano y partidos correspondientes a Copa Sudamericana, Copa Libertadores, torneos Suramericanos y Eliminatorias.
Se enfoca en prepararse mejor cada día y entiende que la diferencia entre un juez del derecho y un juez deportivo, específicamente en el fútbol, radica en que los jueces de la República se toman varios días para estudiar un caso y tomar decisiones basadas en leyes, ya sean taxativas o interpretativas. En cambio, los árbitros de fútbol, a pesar de la llegada de la tecnología y el esfuerzo por alcanzar la perfección, deben tomar decisiones en fracciones de segundo, a menudo sin saber si le caerán bien o no. En la mayoría de los casos, estas decisiones terminan con la protesta del equipo afectado.
Ortega Jaime compara su profesión con la sala de cirugía, donde es esencial tener nervios de acero para tomar la decisión correcta. Este árbitro colombiano ha dirigido más de 100 partidos profesionales desde su debut. Durante la temporada 2023-2024, ha estado activo en diversos torneos, dirigiendo partidos tanto de la primera como de la segunda división del fútbol colombiano, sumando experiencia en el escenario internacional.
Carlos Ortega Jaime ha logrado ganarse un lugar especial por su templanza. Con nervios de cirujano, ha sostenido el peso de la justicia en el terreno de juego, representando a Cartagena y Bolívar de muy buena forma.
Por eso, en el mes del árbitro (se celebra este 11 de octubre), este medio le hace un reconocimiento para Ortega Jaime, quien lleva la bandera del juzgamiento en nuestro departamento. Su carrera como árbitro marcha de muy buena forma y seguro en un tiempo no muy lejano cumplirá el sueño de su vida: pitar en un Mundial de Fútbol.
Su caminar sereno por el campo contrasta con la tormenta de emociones que suele desatarse durante un partido de fútbol. Esa serenidad, acompañada de los conocimientos, del gran trabajo físico, se convierten en sus grandes aliados en la búsqueda de los objetivos.
Va derecho, impartiendo justicia, sin distracciones, tomando las mejores decisiones. Es Carlos Arturo Ortega Jaime, orgullo de Cartagena, Bolívar y de toda Colombia.