La sensibilidad dental es una condición en la que se experimentan molestias temporales en los dientes asociada a ciertos estímulos. Este síntoma es frecuente y tiende a desarrollarse gradualmente con el tiempo, principalmente a causa del desgaste del esmalte y a la retracción de encías. Una señal importante, y que muchos ignoran, es experimentar incomodidad al momento de consumir bebidas o alimentos fríos, calientes, dulces o ácidos. Se puede sentir como un corrientazo, punzada o destiemple en uno o más dientes.
Esta condición aumenta el riesgo de mala higiene oral, llevando a acumulación de placa bacteriana, afectando la calidad de vida de las personas impactando significativamente su día a día al ocasionar dolor, limitación funcional e incapacidad física y psicológica si se llega a una periodontitis. De acuerdo con lo anterior, en el último año, seis de cada 10 colombianos declararon haber sufrido sensibilidad. Así lo demuestra una encuesta realizada por The Health Hub y Haleon, que sugiere que más de la mitad de los participantes acudieron a un experto por síntomas asociados. (Lea aquí: Lo que debes saber si has pensado en congelar tus óvulos)
“La mayoría de las personas con sensibilidad no son plenamente conscientes de su condición. De hecho, muchos cambian sus hábitos alimenticios afectando su vida y sus gustos enfriando el café, evitando bebidas frías o tomándolas con pitillo, dejando de lado lo que más les gusta. Esto se refleja en el reporte donde más del 50% de los encuestados reconocen tener dientes sensibles, y un tercio de ellos afirman que esta molestia no es lo suficientemente frecuente para hacer algo al respecto, sin tener presente que puede complicarse y evolucionar a una gingivitis o periodontitis cuando se limita el cepillado gracias a la incomodidad que sienten al hacerlo, esto puede llevar en algunos casos a un compromiso mayor”, afirma Rodrigo Santacoloma, director médico de Haleon Colombia.
En términos generales son diversos los problemas asociados a la sensibilidad dental, por lo que, estas son las dos causas más comunes del por qué se sufre esta condición:
1. Desgaste del esmalte de los dientes. El esmalte es la capa externa y dura del diente que, a pesar de ser una de las más fuertes del cuerpo, puede erosionarse gradualmente con el tiempo por sufrir de bruxismo, realizarse blanqueamientos constantes, tener una mala técnica de cepillado y por la ingesta de alimentos con alto contenido de azúcar o ácidos.
2. Retracción de las encías. Las raíces son la parte del diente que va dentro de la cavidad ósea y pueden verse afectadas por cepillarse inadecuadamente, por ejemplo, con mucha fuerza llevando a la retracción. La sensibilidad es el primer síntoma que se observa debido a que el soporte interior de las raíces y los nervios quedan expuestos.
Una mejor higiene oral reduce el riesgo de enfermedad periodontal. Se estima que alrededor del 7% de las personas mayores de 20 años sufren pérdida de dientes, lo que suele ser consecuencia de caries graves y enfermedades en las encías. Esto también se asocia a las dificultades en la vida social y repercute negativamente en las relaciones personales y profesionales, debido al mal aliento y a los cambios de fisonomía de los dientes afectados por este padecimiento.
La OMS define la salud bucodental como “el estado de la boca, los dientes y las estructuras orofaciales que permite a las personas realizar funciones esenciales como comer, respirar y hablar, abarcando dimensiones psicosociales como la confianza en sí mismo, el bienestar y la capacidad de socializar y trabajar sin dolor, incomodidad o vergüenza”. Este es un componente esencial de la salud general y no debe considerarse de forma aislada. Las afecciones de este tipo, como las enfermedades graves de las encías y la pérdida masiva de dientes, están relacionadas con otros padecimientos como las enfermedades cardiovasculares, respiratorias crónicas, diabetes, artritis, apnea obstructiva del sueño y el cáncer.