Según Globocan, el observatorio oncológico de la Organización Mundial de la Salud - OMS - en el 2020 se diagnosticaron en el mundo más de un millón de casos de cánceres de sangre, representando un total de 6% de todos los nuevos casos de cáncer a nivel mundial. En Colombia, los linfomas y las leucemias están dentro de las diez primeras causas de muerte.
A pesar de que los tipos de cáncer con más incidencia continúan siendo mama, próstata, estómago, colon y pulmón, los cánceres hematológicos o de la sangre son de distribución generalizada y, si no se diagnostican a tiempo, pueden afectar otros órganos vitales del cuerpo como el cerebro y sistemas como el nervioso central. Además, los cánceres hematológicos, a diferencia del resto de los tipos de cáncer que afectan un órgano determinado, tienen origen en las células sanguíneas y por ello pueden afectar directamente la médula ósea y los ganglios linfáticos.
“Varios tipos de cáncer tienen una alta probabilidad de curación si se detectan temprano y se tratan adecuadamente. Los síntomas de esta enfermedad incluyen manifestaciones como pérdida o aumento de peso inexplicable, fiebre y sudor nocturno, ganglios en la ingle, el cuello, el estómago o las axilas, cambios en la visión, convulsiones, entre otros. Es importante estar atentos a cualquier señal de alerta y hacerse exámenes rutinarios para que la enfermedad no evolucione a etapas más avanzadas,“ comenta el doctor Mauricio Alzate, Médico Internista Hematólogo del Hospital San Vicente Fundación Medellín. (Lea aquí: Leucemia linfocítica crónica, desconocer síntomas tarda el diagnóstico)
De acuerdo con la OMS cada año se diagnostica un tipo de cáncer a más de 14 millones de personas y se estima que esta cifra aumente a 21 millones para el año 2030. El diagnóstico temprano y una intervención oportuna son vitales para ofrecer a los pacientes un tratamiento acertado con el objetivo de mejorar su calidad de vida.
Entre los tipos de cáncer hematológico más comunes está la leucemia, la cual consiste en un exceso de células malignas en la médula ósea que circulan por la sangre, se clasifica en aguda y crónica y puede diagnosticarse a través de un análisis sanguíneo. Por su parte, el linfoma es considerado como un tipo de tumor maligno que afecta al tejido linfático, puede aparecer en cualquier órgano y se diagnostica a través de una biopsia ganglionar, de masa o de médula ósea. Finalmente, el mieloma múltiple es un tipo de cáncer de la médula ósea, en el que existe una proliferación anormal de células plasmáticas y se diagnostica a través de un análisis de sangre, orina, pruebas por imágenes o exámenes de la médula ósea.
Cualquier persona puede llegar a tener cáncer hematológico, sin distinguir edad o género, motivo por el cual conocer sus síntomas es vital para su diagnóstico y tratamiento oportuno. Estos varían dependiendo del tipo de cáncer, sin embargo, algunos de ellos son fiebre persistente, cansancio, dolor en los huesos o generalizados, infecciones que duran más de lo habitual, aumento del tamaño de los ganglios del cuello o axilas, pérdida de peso, orina espumosa, entre otros.