Ante la solemnidad de la ocasión, parte de la herencia familiar puede salir a deslumbrar representada en las joyas que luce la novia, es por eso que además de las alianzas, el resto de accesorios, que generalmente se exigen sobrios, sean el complemento perfecto del atuendo.
Si bien la comodidad le ha ganado partida a esa fecha cuando lucen cada vez más frescas y sosegadas, la elegancia mantiene su lugar. El look nupcial es único, una novia no se parece a otra por mucho que lo intente y es precisamente por ese deseo de brillar desde su propio gusto y personalidad.
Lo anterior hace que las novias busquen la manera de diseñar sus propias joyas, toda vez que las mismas van a representar esa imagen que quieren irradiar en su gran día. Al ser el vestido una prenda que lleva detalles relevantes, el interés en la joyería se centra en los pendientes, un marco que brinda luminosidad al rostro, y de no pertenecer a la familia, bien puede hacer parte de una creación especial para la fecha.

Esto es parte del común de una novia, sin embargo, otras se salen de lo tradicional y es cuando buscan piezas como collares y pulseras, para lo que los expertos recomiendan revisar previamente su incorporación al vestido, de tal manera que no le haga perder protagonismo y por el contrario, sea el complemento que lo potencie.
Los códigos nupciales son cambiantes, recurren una y otra vez a las tendencias, y aunque esté el auge de crear un distintivo, las perlas y el oro blanco en armonía con los brillantes, es la propuesta más acertada de la temporada.
Acertar en las alianzas
Generalmente en este tipo de accesorios la línea sencilla y elegante es la que se impone, aunque ya hay quienes le apuestan a diseños más relevantes, que como se ha dicho, obedecen a ese deseo de hacer único ese momento y todo lo que le rodea.
Aunque ha sido el oro amarillo el que se mantiene en los anillos de matrimonio, en los últimos años se vio desplazado por el blanco, nos obstante, ahora regresa para materializar ese amor de pareja en la joya que han de lucir en sus manos.
Y aunque se trata de un evento donde la tradición se mantiene, las parejas que promulgan su misión de salvamento para el medio ambiente, recurren a materiales reciclados como una opción consecuente con sus ideales y complementan el concepto de bodas sostenibles que está muy a la orden del día.