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Revista viernes

Tulio Recomienda su receta para “salir de la olla”

Se autodenomina el Maestro en “fracasología”, y al quedar sin empleo cuando sus hijos estaban pequeños, pudo permanecer con ellos y disfrutar de su crecimiento al tiempo que emprendía nuevos proyectos.

Tulio Recomienda su receta para “salir de la olla”
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Su apellido quedó para los documentos y razones oficiales, trasladó la oficina a las cocinas y en los fogones encontró el calor de un amor tácito que le imprime al proyecto de vida que incluye a toda la familia.

Se habla de Tulio Zuluaga, conocido en Colombia a lo largo de su existencia por los múltiples oficios practicados desde temprana edad. Fue el rostro en la televisión, la voz en estudios de grabación y la radio, además de ejercer en el sector automotriz, sin embargo, todo quedó atrás y como él mismo lo aclara, los fracasos le dieron experiencia y allanaron el camino para convertirlo en “Tulio Recomienda”.

La vida lo fue preparando para aportar. Se atreve a afirmar que al éxito se llega más por persistencia que por inteligencia y basado en lo anterior se decidió a cambiar el “chip”, logrando entender qué es lo que quieren, necesitan y buscan los demás, y a partir de allí se abrió ante sus ojos un mundo nuevo.

Al ser un tema gratuito, las invitaciones por parte de los restaurantes no faltan, no alcanza a visitarlos a todos y en equilibrio ha creado eventos como los Máster, este lunes llegará el de sushi.

Aprendió a compaginar la bondad con los negocios, y agrega que una vez se empieza a pensar en el otro, se pueden lograr grandes cosas en lo que se haya emprendido, precisamente porque todo se va a basar en la necesidad real de los demás. “Nadie te va a comprar lo que le quieres vender, la gente busca lo que necesita para mejorar algo de su vida”, indica.

Con lo anterior, logró entender realmente para qué vino a esta vida, y al tener esa consciencia, respeta las creencias de todos y las suyas, considerando que lo que suceda, bueno o no tan bueno, es el inicio de lo que está por venir.

Rememora el caso de una emprendedora de Medellín, que veía su negocio de alfajores sucumbir, mientras que él, en otro punto del país y sin previa comunicación tomó el video que hizo con ella y lo publicó pasadas las 9 de la noche, en la madrugada recibió un mensaje de la aludida que en medio de llanto le agradecía esa reactivación que tuvieron los pedidos a partir de ese momento. Como esa historia, otras semejantes lo llevan a vivirlas sin entenderlas.

La vida decidió por él

La historia de Tulio tiene muchas aristas y como sostiene que los sueños no se acaban sino que se van transformando, pasó de su revés en la música a prepararse en mecánica automotriz, empezando de cero en un negocio que igualmente lo atraía y en el que se sostuvo por una década hasta cuando llegó la crisis del sector que no le permitió continuar.

Regresar a la televisión y retomar lo que fue su inicio profesional era una opción, sin embargo, la ausencia prolongada de la industria lo había dejado un poco olvidado y las negativas no se hicieron esperar, pero por casualidad llegó a una productora en Medellín, de dónde acababa de partir el presentador del programa “El hombre de la casa”, aceptó reemplazarlo, no sin antes cambiar el enfoque y aprovechando su gusto por la gastronomía y el interés creciente por la cocina mediática, creó el magazín “Gastrosofía”, abriendo un camino nuevo y diferente.

Más allá de entrar a las cocinas, “Tulio Recomienda” es una empresa familiar, que involucró a cada uno de sus miembros, de otra parte tiene un equipo que oscila entre 12 y 14 personas, que se van encargando de cada detalle. Desde la pandemia, su esposa María Alejandra Mejía es quien lo graba y por tanto siempre le acompaña en los viajes, su hijo Nicolás prepara las conferencias, Daniel se encarga de las aplicaciones y páginas y Camila, quien aún está en el colegio, le hace asistencia a su papá.

Me dediqué a buscar experiencias que son para todo el mundo, que sacan de la zona de confort, como cuando vas a Bazurto”

Tulio Recomienda

El proceso

La dinámica de Tulio Recomienda es muy variada, aunque generalmente se empieza por la visita al restaurante o sitio de comida, -porque no discrimina- advierte que no es un crítico especialista, si le gusta lo que allí le ofrecen, escribe una nota con fotografía, le hace un video y ese aporte les funciona como una campaña de mercadeo sin que tengan que invertir.

Algo tan subjetivo como el gusto, experimentó cambio en el proceso de este alegre barranquillero. Sabe que recomendar no suele ser fácil, pero él logró que todos se sumaran a su sugerencia por el solo hecho de no haber remuneración económica, de otra parte aprendió a conocer el gusto de la gente y a partir de ahí, se nota que su trabajo va dirigido a esa comunidad que lo sigue.

En sus inicios el trabajo estaba centrado en restaurantes a manteles, como aún lo hacen otros colegas, pero un día, por alguna circunstancia, descubrió a la persona más humilde y sencilla y con ella aprendió que las buenas experiencias no debían ser necesariamente costosas, abriendo un campo distinto, llegando a trabajar en un proyecto que llamó “Callejeros con pedigree”.

Tulio estudió cocina en la Escuela Mariano Moreno, más adelante se especializó en gastronomía colombiana en el Sena y eso lo llevó a meterse de lleno a los fogones, imaginando cuando todo el mundo quiera comer en Colombia, como sucede con otros países.

“Tenemos vergüenza histórica con nuestra comida, no la servimos en los eventos especiales, la amamos, pero no le damos el valor, cuando nuestros platos entren en nuestras celebraciones, habrán entrado en nuestro corazón y se le podrá ver con orgullo, y mi aporte es este trabajo”, afirma.

Este hombre lleno de positivismo es la cabeza de una empresa, que para monetizar creó “Fácil cocina para los que no cocinan”, dando lugar a los patrocinios, luego aparecen los eventos, los cursos, conferencias y los Máster, que son el centro de todo el proyecto. Otra fuente de recursos está en el libro “Tulio en su salsa”.

Se internacionalizó en pandemia y es por esto que una vez se levantó el confinamiento empezó a transmitir desde Miami y se ha originado un fenómeno interesante transmitiendo a un público latino que se encuentra lejos de su tierra.

Tulio Zuluaga tiene la receta para “salir de la olla”. Empieza por cambiar el chip y pensar en los demás. Usa tres palabras: pasión, entendimiento y bondad, fundamentales para que todo salga bien. Y aplica el mantra, repitiéndose, “soy fuerte, soy amoroso, soy inteligente, soy feliz, soy exitoso, soy flaco”. Al final, este hombre se creyó la película es feliz y brinda felicidad.

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