Desde siempre se ha tenido el concepto de que la aparición del acné va ligado a factores hormonales, además de que se presenta en la adolescencia, sin embargo, este problema en ocasiones suele ir más allá, haciendo presencia en la adultez de la mujer.
Se estima, por estadísticas, que aparece en más o menos un 40% de las mujeres entre los 20 y 40 años, un 25% entre los 30 y 40 años, e incluso algunas pasan de esta edad y siguen padeciendo este antiestético problema que acarrea más conflictos conforme se avanza en edad.
¿Qué lo produce? Es la pregunta frecuente de muchas mujeres y ante esto el dermatólogo Sergio Martínez Lecompte asegura que se trata de un cuadro multisistémico que debe ser investigado a fondo. “Inicialmente se deben identificar las características, porque el acné de la mujer adulta se ubica en el tercio medio e inferior del rostro, con lesiones inflamatorias, dolorosas e incluso antes de hacer erupción, en muchos casos están relacionadas con el ciclo menstrual, generalmente al final”, advierte.
Tratamiento
Al haber muchas causas que pueden ser establecidas, siempre se van a requerir exámenes de laboratorio que deben realizarse en la primera semana del ciclo menstrual, lo mismo que una ecografía pélvica para descartar el síndrome de ovario poliquístico, otro hallazgo común es el grosor del vello facial y son mujeres que tienen cabello y piel grasos.
Una vez identificado el problema, el tratamiento continúa dependiendo del diagnostico asociado y por tanto va a requerir tratamiento conjunto con otros especialistas como ginecólogos o endocrinólogos, aunque hay casos más leves que el dermatólogo trata con anticonceptivos de tipo antiandrogénico.
El doctor Martínez afirma que también algunos productos tópicos funcionan en estos casos de acné en mujer adulta, pero algo que siempre recomienda antes de cualquier tratamiento es revisar los hábitos alimenticios, porque allí empieza la relación de estas patologías. El ejercicio, mantener el peso adecuado y el consumo de verduras y frutas de colores, suman a la mejoría de este problema de piel.
Los buenos hábitos inciden en la mejoría total, toda vez que una vez acabado el tratamiento médico se puede reincidir, aunque muchas veces ocurre por otros casos, como es el embarazo. Y si de métodos más naturales se trata, el especialista recomienda el uso de probióticos, que se vincula a la dermatología funcional para dar mejor acción con la piel.