Al escuchar la palabra cáncer de inmediato se relaciona con la fatalidad no sólo de padecer esta enfermedad, también con un desenlace adverso, aunque está demostrado que la detección y atención oportuna, son el mejor aliado en todos los casos.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, al cáncer de páncreas se le atribuye el 3,2 por ciento de todos los nuevos casos de cáncer, pero es el causante de casi el 8 por ciento de todas las muertes por esta enfermedad. Además, la supervivencia a cinco años del cáncer de páncreas es de apenas el 10,8 por ciento.
No es un tipo de cáncer particularmente común, pues el riesgo que cualquier paciente sin ningún factor de predisposición tiene durante su vida de padecer cáncer de páncreas es de solamente 1 a 3 por ciento, indica el doctor Mark Truty, cirujano oncólogo en Mayo Clinic.
A continuación, se mencionan cinco cosas que hay que saber acerca de este tipo mortal de cáncer:
1. El cáncer de páncreas es agresivo y no produce síntomas específicos
En el 50 por ciento de los pacientes, se ve que, al momento del diagnóstico, el cáncer ya se ha diseminado a otros órganos desde el páncreas, lo que significa que se trata de un cáncer de páncreas metastásico en etapa cuatro, explica el especialista.
Esto se debe a dos razones: primero, las células del cáncer de páncreas son particularmente agresivas, se acumulan, forman tumores y se diseminan a los órganos aledaños a paso rápido; segundo, este tipo de cáncer rara vez produce síntomas antes de diseminarse fuera del órgano, y cuando lo hace, estos son inespecíficos, como dolor abdominal, dolor de espalda o pérdida de peso, todo lo cual podría encontrar una causa más probable en algo diferente al cáncer de páncreas.
Otro síntoma específico del cáncer de páncreas es una diabetes que repentinamente se vuelve difícil de tratar.
2. El diagnóstico del cáncer de páncreas es un proceso de varios pasos
Cuando un médico sospecha que el paciente puede tener cáncer de páncreas, el primer paso es obtener imágenes para visualizar los órganos internos y la exploración que generalmente se usa es la tomografía computarizada.
Se lleva a cabo el llamado protocolo de tomografía computarizada para páncreas y si la exploración radiológica confirma la presencia de un tumor en ese órgano, entonces, hay una certeza del 90 por ciento de que es un cáncer de páncreas. Cuando debido a cualquier motivo, no es posible hacer una tomografía computarizada o el examen no es concluyente, se puede recurrir a la resonancia magnética. Si las imágenes confirman que la probabilidad de cáncer de páncreas es contundente, el siguiente paso es hacer un análisis de sangre.
El análisis de sangre no confirma el cáncer de páncreas, puesto que algunas personas que lo padecen no muestran niveles elevados de CA19-9. El diagnóstico final requiere hacer una biopsia “Nada es cáncer hasta que no se comprueba con una biopsia”, aclara el doctor Santhi Swaroop Vege, gastroenterólogo en Mayo Clinic.
3. Se desconoce la causa de la mayoría de los casos de cáncer de páncreas
Si bien los médicos han identificado algunos factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer de páncreas, como el hábito de fumar, la diabetes, la inflamación crónica del páncreas (pancreatitis), la obesidad y los antecedentes familiares, aún se desconoce la causa.
Hay otros tipos de cáncer de páncreas vinculados con antecedentes familiares o síndromes genéticos que aumentan el riesgo, como la mutación del gen BRCA2, el síndrome de Lynch y el síndrome de melanoma familiar con lunares atípicos (FAMMM, por sus siglas en inglés). “Solo un 2 por ciento de los casos de cáncer de páncreas se consideran síndromes hereditarios y están vinculados con síndromes clínicos heredados”, anota el gastroenterólogo.
4. No existe ninguna manera buena de detectar el cáncer de páncreas
Los médicos no cuentan con ninguna manera buena de detectar el cáncer de páncreas en grupos poblacionales grandes. «No existe ningún análisis de detección que sea bueno, barato, eficaz, seguro y parecido a un examen de Papanicolaou, una mamografía o una colonoscopia”, opina el doctor Vege.
5. Los tratamientos y los resultados mejoran
En los pacientes cuyo cáncer de páncreas ya se ha diseminado a otros órganos al momento del diagnóstico, el principal tratamiento es la quimioterapia. Los pacientes cuyo cáncer está confinado al páncreas también pueden ser aptos para radiación y cirugía.
Cuando el tumor del paciente no involucra ningún vaso sanguíneo importante ni venas o arterias vitales, los pacientes normalmente se someten a una operación para extraer el tumor. “Lo hemos venido haciendo desde hace varias décadas, pero, desgraciadamente, los resultados a largo plazo han sido malos. En una cantidad importante de estos pacientes, la enfermedad reaparece pronto en otros lugares del cuerpo; o sea, que sin ni siquiera percatarnos, el cáncer ya se diseminó”, señala el doctor Truty.
“Sabemos que los pacientes que se someten a una operación para extirpar el tumor viven considerablemente más que quienes no tienen la intervención quirúrgica, pero si se hace la cirugía y quedan algunas células cancerosas o si el paciente tiene complicaciones y no puede tolerar la quimioterapia, el beneficio es nulo”, asegura el especialista.