Los adelantos en materia dental se han posicionado de tal manera, que lo que anteriormente se consideraba un problema de difícil tratamiento hoy cuenta con la pericia de especialistas para los diferentes frentes a tratar prácticamente desde los primeros meses de nacido del infante.
La fisura labio alveolo palatina, (FLAP) es una malformación congénita que requiere de un equipo multidisciplinario en su largo tratamiento, con el fin de lograr la rehabilitación total del paciente, además de brindarle una mejor calidad de vida durante el proceso.
En esta patología el área comprometida es bastante amplia, los dientes son parte de la misma y para ello existe una atención especializada, que incluye un cirujano maxilofacial, ortodoncista, odontopediatra, odontólogo especializado en prótesis, fonoaudiología, psicología, médico especializado en genética, e incluso un fisioterapeuta, advierte el doctor Hernando Gil, especialista en ortopedia maxilar y ortodoncia.
Este equipo se requiere, porque estos niños necesitan una atención avanzada, ya que su problema le impide la alimentación normal y por ende se compromete su salud. La ubicación de una placa de acrílico en el paladar, es uno de los pasos para iniciar el proceso.
La cirugía labial se puede hacer desde los tres meses, seguida de la intervención del paladar con algo más de tiempo. Si se trata de una fisura palatina, hay comprometimiento del paladar duro, impidiendo el crecimiento de los maxilares hacia los lados, allí también se corrige con la instalación de una placa de acrílico tipo ortopedia con un tornillo para acompañar el crecimiento de los mismos.
Estudios especializados indican que las operaciones en este tipo de pacientes son necesarias hasta los 18 años, esto en los casos donde se ha iniciado correctamente el proceso, que suelen ser pocos, por pertenecer esta patología en su mayoría a personas de escasos recursos.
Existen casos que se extienden más allá de los 25 años, pues las secuelas van generando otro tipo de detalles que requieren de permanente corrección, indica el doctor Gil.
El papel de la ortodoncia
Desafortunadamente muchos pacientes llegan a esta especialidad en la pubertad o edad adulta, lo que hace difícil el tratamiento, toda vez que no se hizo un seguimiento continuo de odontología y fonoaudiología, que debe iniciar desde el nacimiento.
En niños de 6 a 8 años, se ponen placas ortopédicas activas con tornillos y resortes para acomodar dientes a medida que avanza el tratamiento. Cuando la fisura es completa, por lo general faltan piezas dentales, entonces se debe hacer expansión del maxilar superior para buscar espacios y hasta hacer injertos óseos en la zona tratada.
Después del tratamiento de ortodoncia, se puede recurrir a los implantes, con el fin de lograr la rehabilitación protésica del paciente, por estética y función, indica el doctor Gil.
Cuando se trata de pacientes adultos, el trabajo del ortodoncista es más complejo, debe concentrarse mucho en la parte estética, pues en estos casos la autoestima ha bajado a un punto crítico. Por lo general en estos casos se debe hace ensanchamiento de maxilar, cruzamiento de mordidas unilaterales o bilaterales, alineación de dientes y aunque es más difícil, no resulta imposible.
Para el doctor Hernando Gil, esta malformación tratada a tiempo garantiza la evolución normal del paciente, la tecnología hace su aporte, pero más que todo se requiere del compromiso del equipo tratante y los familiares del paciente.
Con respecto a estos últimos, recomienda un trato normal para sus hijos enfermos, pues de este partirá la aceptación propia y eso es fundamental para el éxito de todo tratamiento.