Se trata de un problema que agobia a la mayoría de la población en el mundo y aunque es de consulta diaria, no suele dársele el debido tratamiento, por lo que tiende a empeorar y derivar en padecimientos más graves.
La acidez estomacal es una molestia de la vida cotidiana que en algún momento toca a todos con episodios de pesadez o quemazón en lo que se denomina la boca del estómago, el pecho y que puede ascender a la garganta y es cuando empieza la pirosis o como se le conoce coloquialmente, agrieras, indica la doctora María Fernanda Vargas, especialista en farmacología clínica.
Esta enfermedad presenta multicausalidad, advierte la experta, nombrando entre las más importantes los malos hábitos de alimentación, pues comer a horas no estipuladas o prescindir de las comidas principales, es un factor determinante.
De otra parte, hay cierto grupo de alimentos que producen la acidez estomacal, tales como la cafeína, la menta, los altos contenidos de grasas y ante todo, las grandes cantidades consumidas, sobre todo antes de dormir.
Otras condiciones pueden favorecer la aparición de acidez estomacal y una de ellas es el embarazo, es muy común que durante el periodo de gestación se presenten estos problemas y se mantengan por esos meses debido al aumento de las hormonas, especialmente la progesterona, lo cual influye en el sistema gastrointestinal.
La obesidad y sobrepeso también se consideran condiciones que predisponen a padecer este problema, toda vez que al aumentar la presión a nivel del abdomen, llevando a síntomas de reflujo. Otra situación podría ser la enfermedad de tiroides, advierte la doctora María Fernanda Vargas.
¿Y después qué viene?
Si padecer la acidez resulta demasiado incómodo y afecta la calidad de vida, lo que se puede derivar de la misma puede ser mucho más grave, pues lo siguiente sería el reflujo gastroesofágico o la úlcera gástrica.
La primera se padece cuando ya esa acidez evolucionó y sube por el esófago, con otros síntomas relacionados, entre los que pueden estar la pérdida de peso, tos de predominio nocturno ocasionada por la irritación de las vías respiratorias, precisamente por ese ácido que sube a la garganta y ya como final a la enfermedad, se desarrollan las úlceras a nivel gástrico y esofágico por la acidez no tratada.
Es de anotar, advierte la profesional, que factores ambientales como el estrés, también influyen en el desarrollo de este padecimiento, lo mismo que las situaciones emocionales, el sistema gastrointestinal tiende a recibir muchas señales del estado de ánimo, por esto es más frecuente en mujeres.
La acidez estomacal es un síntoma de que puede haber gastritis, pero ésta última es la inflamación del recubrimiento que tiene el interior del estómago y que se presenta debido a la aparición de esa acidez.
Los síntomas de acidez se presentan con un primer pico en el adulto joven y hay otro segundo pico en el adulto mayor. En los primeros obedece al ritmo de vida y los hábitos alimenticios, mientras que en ancianos puede atribuirse a la polimedicación que afecta la mucosa gástrica.
Medicación
Cuando de mejorar este padecimiento se trata, hay dos grupos grandes que resultan apropiados. Los primeros son los antiácidos, que tienen la composición de hidróxido de magnesio, hidróxido de aluminio, y los de última generación que vienen combinados, como el magaldrato con dimeticona, que producen alivio, sin olvidar de consultar al médico ante la aparición de síntomas de alarma, como pérdida de peso y episodios frecuentes.
Cuando los síntomas son muy repetitivos, entran a jugar un papel importante el segundo grupo de medicamentos que son los inhibidores de la bomba de protones, omeprazol, esomeprazol, y el dexlansoprazol, de última generación, obviamente todos requieren prescripción médica, pues no son inocuos.
