El vestido siempre va a reflejar la personalidad de la quinceañera, por eso desde el color, hasta el diseño, son basados en lo que ella realmente quiere.
La elegancia es el principal elemento, seguido de ese tono especial que marca el gusto de la cumplimentada. Los vestidos largos siguen siendo los llamados para esta ocasión, aunque para celebraciones en lugares más casuales, el vestido corto es una buena opción.
Diana Martínez
Siguiendo con su línea romántica, la diseñadora Diana Martínez marca la tendencia para las quinceañeras con el volumen y la textura.
El color predomina, pero también está presente la combinación de materiales, con los cuales logra un efecto de fantasía en estos maravillosos vestidos.
Esta diseñadora maneja la falda amplia y el corsé, algo que ha predominado en la moda para las quinceañeras, pero que ahora toma otros visos que la hacen llamativa, contemporánea y se ajusta a los requerimientos de la nueva fiesta.
La falda es muy elaborada, pues se diseña con telas muy trabajadas, con apliques, flores y pedrería, un estilo que evoca fantasía. Por su parte el corsé, se lleva drapeado o en pedrería.
Los materiales se fundamentan en la organza, chantú de seda, encajes y la pedrería en general. Los vestidos largos se mantienen y existe una versión más sencilla, que se fundamenta en los cortos y que aplica perfectamente para las invitadas.
Jenny Amador
Las quinceañeras son soñadoras y se debe hacer realidad esa fantasía empezando por el atuendo, indica la diseñadora Jenny Amador, quien se inspira en detalles únicos para lograr ese vestido ideal.
Los colores fuertes son la tendencia, indica Jenny, pero también tienen presencia los pasteles, donde se incluye el elegante tono “nude” o beige, con diseños muy románticos rodeados de encajes y otros delicados detalles.
La falda larga es una de las propuestas de esta diseñadora para la quinceañera y sus amigas, sin descartar los cómodos vestidos cortos que se adaptan con elegancia a una fiesta más ligera. Cada vestido se debe adaptar a la personalidad de la quinceañera, quien desde ese momento pone de manifiesto su estilo.
En cuanto a los materiales, Jenny Amador opta por el chantú, tafetán, telas brocadas y de lentejuelas, los chifones y las sedas.





