Está demostrado que los niños aprenden de diferentes maneras y una de ellas es trayendo su fantasía a la realidad, por medio de historias en las que interactúan los personajes imaginarios que rondan su pequeño mundo.
De otra parte, es importante que valoren otros procesos de comunicación, por lo que la escritura toma un papel relevante en su desarrollo intelectual y social, al exponer sus creaciones ante más personas.
Una de las carencias de niños y jóvenes en la actualidad, está en la escritura, porque si bien tienen habilidades comunicativas en las redes sociales, el uso constante de monosílabos y pictogramas es generalizado, lo cual va en detrimento del idioma, indica Lincoln Martínez, vicerrector del Gimnasio Altamar.
En ese trabajo diario de los docentes, por rescatar el lenguaje perdido, nació un proyecto educativo que busca incentivar la escritura, pasando del imaginario personal al colectivo mediante cuentos, fábulas y otros textos.
El proceso
Iniciando con el aprendizaje de los géneros literario y narrativo, se involucra a los niños en el deseo de escribir, indica la docente Laura Figueroa, de allí se parte para distinguir el cuento real del fantástico y la exposición de la idea.
Con la idea bien clara, surgen los personajes que harán parte de la historia, que para unos niños pueden salir de la imaginación y otros se centran en su mascota.
La imaginación es el ingrediente principal en un cuento redactado por niños, la coherencia es el factor que en determinado momento se puede perder, por lo que requiere la orientación de un adulto para evitarlo, advierte la docente.
Un factor determinante para que el niño empiece a escribir, es recibir por parte de sus padres y maestros la oportunidad para imaginar, pensar y soñar, con esa capacidad al máximo, se pueden descubrir por medio de pequeñas historias sus sentimientos y emociones, de la misma manera temores y frustraciones.
La escritura es un canal que permite visualizar el contexto real de lo que un niño a su edad, está experimentando o viviendo, advierte el licenciado Martínez. Por eso es fundamental el proceso de acompañamiento para lograr la virtud de la escritura y la escritura.
El aprendizaje es completo, toda vez que entra a jugar la riqueza del lenguaje, para que mediante nuevas palabras puedan expresarse, adquirir un vocabulario extenso y aplicarlo a la vida diaria. Escribir un cuento es una aplicación práctica de todo lo que se va aprendiendo en el aula de clases.
Trabajar con los más pequeños
Cuando el proceso se adelanta con los niños más pequeños, se inicia igualmente con el aprendizaje de los conceptos de los géneros narrativos, aclara la docente Ingrid Moya, las fábulas son perfectas para ellos, ya que los animalitos hacen parte de ese mundo imaginario infantil.
Lo más fácil en los pequeños es la imaginación, por eso ese proyecto se debe masificar desde casa, para que surjan nuevas formas de entretenimiento y se rescate el valor de la lectura y la escritura.
Tips para escribir un cuento
Tener una idea clara sobre lo que se va a escribir.
Mantener la trama del cuento.
Ser claro al escribir.
Más que explicar, se debe sugerir.
Mantener el interés de la narración.
Elegir siempre las palabras adecuadas, para eso está el diccionario.
Detallar el físico de los personajes para poner a pensar al lector.
Dejar que el personaje actúe.
