Llega la época de vacaciones, lo que para muchos es sinónimo de playa, mar, piscina y por supuesto sol, mucho sol.
Este elemento natural amado por unos y temido por otros, esta siempre dispuesto a ayudarnos a pasar unos días de completa diversión, siempre y cuando no abusemos de él y sepamos llevarlo con mucha prudencia.
BENEFICIOS
El astro rey nos proporciona la vitamina D, que fortalece los huesos y los dientes, facilitando que el calcio se fije mucho más.
Quita en cierta forma la depresión, o quién no se siente reanimado después de un baño de sol de 20 minutos o media hora?.
Mejora problemas de la piel como el acné y la psoriasis. Aumenta la calidad del sueño, equilibra el colesterol y además broncea, entre otros múltiples beneficios.
Con todo esto y más nos podemos favorecer, si tan solo llevamos a cabo las precauciones que se requieren para tomar el sol.
Revista Viernes entrevistó al médico especializado en dermatología, Sergio Martínez, quien nos dio algunos consejos para utilizar con sensatez, este valioso elemento tan abundante en Cartagena.
“El sol resulta beneficioso si la exposición a sus rayos se hace con moderación y sobre todo teniendo en cuenta que las horas indebidas para tomarlo, aquí por ser trópico, son entre las 10 de la mañana y las 3:30 de la tarde”, explicó el doctor Martínez.
Agregó que “podemos tomar el sol de 15 a 20 minutos diarios para producir la cantidad necesaria de Vitamina D y de esta manera fortalecer nuestros huesos”.
“REAPLICAR” PARA MAYOR SEGURIDAD
Pero si lo que se quiere es pasar unas cuantas horas expuestos al sol, es adecuado “usar protector solar con un filtro 15, ideal para proteger y asegurar que el riesgo de cáncer de piel se disminuya. También es recomendable reaplicarlo después de dos horas, ya que una sola aplicación no es una armadura, pues su efecto va disminuyendo y por este motivo, hay que reforzarlo. En la cotidianidad el protector se debe aplicar en la mañana y reforzar al medio día, para mayores resultados”, aclaró el especialista.
MÁS MELANINA, MÁS PROTECCIÓN
Los rayos ultravioleta reaccionan con una sustancia química denominada melanina presente en la piel de la mayoría de las personas. “La melanina es nuestra primera defensa contra el sol. Absorbe los rayos UV peligrosos antes de que provoquen lesiones graves en la piel.
La melanina se halla en distintas concentraciones, lo que produce diferentes tonalidades de piel. Cuanto más clara tenga la piel, menos melanina habrá para absorber rayos UV y defenderse contra los efectos dañinos del sol. Cuanto más oscura sea la piel, más melanina tendrá para protegerse. No obstante, la gente de tez oscura debe tener precaución ya que también se han presentado casos de cáncer en estos tipos de piel”, afirmó Sergio Martínez.
Acorde a como va aumentando la melanina en respuesta a la exposición al sol, la piel se va bronceando; pero incluso ese bronceado de aspecto bello y "saludable" puede ser un indicador de lesión cutánea provocada por el sol.
“El peligro aumenta con la cantidad e intensidad de la exposición. Aquellas personas que se exponen permanente al sol, tienen indiscutiblemente un riesgo mucho mayor”, indicó el dermatólogo.
CUIDADO CON EL “SOL INVISIBLE”
Incluso en días nublados o encapotados, los rayos UV traspasan las nubes y se reflejan en la arena y el agua. Estas nubes no filtran los rayos UV, y pueden dar una falsa impresión de protección.
Este "sol invisible" puede producir irritaciones solares inesperadas y lesiones en la piel. “Cuando las quemaduras aparecen por el exceso de rayos ultravioletas, se debe aumentar el aporte de líquidos, también es aconsejable poner en la zona afectada compresas húmedas con té de manzanilla o aloe vera y cremas hidratantes. Pero si la lesión es grave y salen ampollas que provocan dolor, debe acudir al especialista”, recomendó el experto.


