Una idea sencilla, nacida entre montañas, mezclas, recetas y conversaciones sobre identidad, se transformó en una repostería única en Cartagena de Indias: un espacio donde la biodiversidad colombiana se fusiona con las técnicas de la alta pastelería internacional.
El lugar que toma fuerza en la calle Vélez Daníes se consolida hoy como un sitio que ofrece lo mejor de la ciudad y el país a través de su variada oferta gastronómica.
Antes de crear lo que hoy se conoce como Nía, Pierre Layolle, gerente general de Nía Bakery, cuenta que todo comenzó con un propósito social: trabajar de la mano con comunidades víctimas del conflicto en Colombia. “Mi hermana, Nicole Layolle, quien también es socia, ha trabajado toda su vida en turismo comunitario. Así que iniciamos una investigación en las serranías de las Quinchas y del Perijá. Allí se nos unió Talia Richard, repostera y directora creativa de Hart Bageri, en Copenhague, parte del equipo de Noma, considerado el mejor restaurante del mundo. Estuvimos los tres con las comunidades, conocimos de primera mano las frutas que cultivan y su gastronomía. Fue entonces cuando Talia dijo: ¡Esto hay que mostrárselo al mundo! Y así comenzamos a estructurar este proyecto”, relata Layolle.
La idea era llevar lo mejor de esas frutas y sabores, nacidos del corazón de las comunidades rurales, a platos únicos y llenos de vida, enfocados en la repostería. “Nuestro enfoque principal es la repostería. Combinamos técnicas tradicionales europeas con las frutas que nos ofrece Colombia.
“Trabajamos con frutas de temporada, otras que se dan todo el año y algunas rarísimas que aparecen de vez en cuando. Procuramos comprarlas directamente a las comunidades, aunque no ha sido fácil: la logística siempre es un reto. Aun así, hemos encontrado aliados muy cerca”, explica Layolle en diálogo con Facetas.
Uno de esos lugares es Montes de María, una subregión del Caribe resiliente y llena de las riquezas propias del campo. “Estamos trabajando mucho con las comunidades en Montes de María y también estamos creando estrategias para llegar a otros territorios con los que ya habíamos colaborado”, destaca Pierre Layolle.

De la Serranía al corazón de la ciudad amurallada
En Nía Bakery no solo buscan convertirse en la mejor repostería, sino también en una marca de ciudad, apostándole a ingredientes saludables y sostenibles, y al fortalecimiento de la oferta gastronómica de Cartagena de Indias y del país.
“Todo nuestro menú nació del trabajo con las comunidades. Talia, como repostera con amplia experiencia, se encargó de todo el desarrollo. Probamos frutas rarísimas: la curuba, por ejemplo, que ella no conocía, además del mabolo, el zapote, entre otras. A partir de esas pruebas, Talia empezó a imaginar cada mezcla y, tras muchos ensayos, logró los productos que quería”, recuerda Pierre Layolle, quien, como empresario del sector gastronómico, asegura que su principal apuesta es la calidad.

El nombre Nía proviene de la palabra serranía y rinde homenaje precisamente a esas montañas y sierras que, como explican sus creadores, “son el origen de todo este proyecto”.

En Nía, el comensal puede disfrutar desde una galleta de lulo con chocolate blanco, hasta una tarta fina rellena de crema dulce de mango baby y maracuyá, un refrescante helado de mambe, un polvo obtenido al tostar, moler y depurar las hojas de coca, o uno de titoté.
“En general, todo está muy bien planeado y organizado para que la gente disfrute, coma delicioso y pruebe cosas diferentes. Una persona que venga de Europa, por ejemplo, puede comer aquí un croissant muy bien hecho”, subraya Mary Somoza, del equipo de marketing. Otro punto a favor de esta pastelería, que está próxima a cumplir dos años, es su diseño arquitectónico y de interiores.

Layolle cuenta que, tras ocho meses de búsqueda, encontraron en esa zona de la ciudad una antigua casa que en otros tiempos funcionó como notaría. “Una firma de arquitectos en Bogotá transformó cada espacio, y el resultado fue realmente gratificante, porque refleja el ADN de nuestra marca”, destaca.
Talia empezó a imaginar cada mezcla y, tras muchos ensayos, logró los productos que quería”
Pierre Layolle
Una pastelería de Cartagena destacada por Forbes
El trabajo que nace en las cocinas de Nía Bakery fue destacado en un reciente artículo publicado por la prestigiosa revista Forbes. “Con una profunda conexión con las comunidades que aún emergen tras décadas de conflictos armados en Colombia, el equipo multifacético de Nía Bakery eleva ingredientes que casi se pierden en la lucha geopolítica, transformándolos en la más alta excelencia pastelera (...) Incluso con una pastelería tan estelar y de alta calidad, se estima que cientos de frutas nativas y cultivadas en Colombia son las protagonistas de Nía. Hay algunos clásicos en el menú, por supuesto, como la piña, el mango y el coco”, se lee en la publicación.
Nicole Layolle, Pierre Layolle, Talia Richard y Doug Richard son los fundadores de Nía.
Nía Bakery se proyecta hacia el futuro con la idea de abrir nuevas sedes, quizá en la capital del país o incluso en el exterior. Lo cierto es que, por ahora, las frutas más exóticas y de temporada siguen conquistando los paladares de locales y visitantes en pleno corazón del Centro Histórico de Cartagena.

