En un viaje extenuante por la carretera que une a Cartagena con Barranquilla (Vía al Mar) de alrededor de 50 minutos, llegué al famosísimo Volcán del Totumo, un lugar que por mucho tiempo ha dado de qué hablar por ofrecer una experiencia diferente.
A primera vista, su estructura puede parecer una simple colina de tierra seca, pero su verdadero atractivo se encuentra en la cima: una piscina natural de lodo denso y mineralizado que ha sido objeto de curiosidad y admiración durante años. Se ha convertido en sitio turístico y es visitado por cientos de turistas que buscan una experiencia fuera de lo común. Lee también: Museo de Galerazamba, un recorrido imperdible por la historia precolombina.
La llegada al volcán: lo que se encuentra
Al llegar al lugar, el calor y el fuerte sol que acompaña a los pueblos caribeños me abrazó de inmediato. El panorama estaba tal cual como lo había imaginado, el volcán justo en medio de todo y varias personas haciendo fila para sumergirse. Al pie del volcán hay varios puestos de comercio, en estos se exhiben artículos como: sombreros, gorras y hasta uno exclusivamente para la venta de lodo que es propiedad del señor Dagoberto Castillo, quien tiene alrededor de 35 años y me acompaña por el lugar con su relato, el cual representa todo sus años de vivencias en aquel sitio.
Aunque muchos desconocen el origen de este volcán, según los estudios geológicos, este se formó hace aproximadamente 40.000 años. “Según los científicos, los geólogos que han visitado el volcán explican que este se formó a nivel del suelo y que, a medida que crecía, el lodo se acumulaba en las paredes, las cuales fueron aumentando hasta dar origen a la estructura que vemos hoy”, explica Dagoberto Castillo, un hombre que ha dedicado parte de vida al trabajo en este lugar que ha sido el sustento para él y su familia.
Castillo recuerda que cuando comenzó a trabajar allí en 1989, la comunidad tuvo que ingeniárselas para habilitar la zona para el uso turístico y así, acondicionar el acceso al cráter. “Empezamos con unas cuerdas de cabuya, hacíamos unos nudos ahí y así subía la gente. Después se nos ocurrió cortar madera para hacer una escalera rústica”, relata. Con los años, lograron mejorar las condiciones con apoyo de algunas empresas y el esfuerzo de la comunidad, hasta convertirlo en el atractivo turístico que es en la actualidad.
Una experiencia fuera de lo común
Visitar este sitio es una experiencia fuera de lo común. Para llegar a la cima, los turistas deben subir una estructura de madera con escaleras que conducen hasta la piscina de lodo. Desde arriba, el paisaje ofrece una vista espectacular de los alrededores, con la Ciénaga del Totumo en el horizonte y extensos terrenos naturales que rodean el volcán.

El momento más esperado es el ingreso al cráter, en aquel instante se pueden observar caras ansiosas y expectantes a lo que está próximo a ocurrir. El lodo, cuya profundidad se estima en 2.200 metros, es tan denso que impide que las personas se hundan. “Es como tirar un corcho en el agua, así el cuerpo flota”, explica Dagoberto. Este fenómeno según los expertos ocurre debido a la alta densidad y viscosidad del material que se encuentra al interior del cráter.
Además de la diversión que brinda esta experiencia, en los últimos años se ha dado a conocer que el lodo tiene propiedades medicinales. “Este lodo tiene 51 elementos, entre ellos azufre, yodo, hierro, magnesio, silicio, potasio, aluminio, cloruros y zinc”, explica Castillo. Se dice que estos minerales ayudan a mejorar la piel, aliviar dolores musculares y contribuir al bienestar general. Muchos visitantes lo consideran un tratamiento de belleza natural, similar a los baños de barro utilizados en spas de lujo.
Y con esto, está de acuerdo Cindy López, una turista panameña que junto a su familia visitaba por primera vez el lugar: “Cuando estábamos haciendo el itinerario de los sitios para visitar en nuestras vacaciones en Cartagena encontramos este y nos llamó mucho la atención cuando empezamos a investigar acerca de todo lo que brindaba los materiales en su interior”.
Un atractivo que genera empleos
Tras la inmersión en el lodo, que suele durar alrededor de cinco minutos, mujeres de la comunidad se dedican a realizarle masajes con el lodo a los visitantes para que estos luego bajen cuidadosamente a una ciénaga cercana, donde otro grupo de mujeres se encarga de lavarlos y quitarles todo el lodo que cubre sus cuerpos. Por supuesto, este servicio, al igual que los masajes y las fotografías que ofrecen otros trabajadores, se cobra mediante propinas voluntarias. El volcán no solo es un atractivo turístico, sino también la principal fuente de ingresos para la comunidad local.
Las consideradas temporadas altas de turismo son clave para la sostenibilidad de las familias que viven de esta actividad. “Las mejores épocas son en enero, Semana Santa y mitad de año”, explica Castillo. Durante estos períodos, el flujo de visitantes aumenta considerablemente, con turistas que llegan desde todas partes del mundo. “Aquí vienen de Canadá, de Estados Unidos, de Europa. Esto es conocido mundialmente”, dice con orgullo.
En el lapso de tiempo que estuve en el lugar interactuando con las personas, seguían llegando buses y carros llenos de turistas en busca de conocer y darse un baño de lodo en este lugar al norte del departamento de Bolívar siendo un espacio para que grandes y chicos disfruten de esta peculiar experiencia.
Lo que debes saber si tienes pensado visitar este lugar
Ubicación: corregimiento de Santa Catalina, Bolívar, a 50 minutos de Cartagena.
Costo de entrada: $20.000 pesos colombianos.
Servicios adicionales: masajes, fotografías y lavado de lodo (propina voluntaria).
Mejor época para visitar: enero, Semana Santa y mitad de año.