Un espacio donde jóvenes estudiantes pueden discutir asuntos delicados que implican a sus compañeros de curso, llegando incluso al acoso y al bullying, sin revelar sus nombres, eso es la aplicación After School, herramienta que permite establecer foros cerrados por institución educativa. El secreto de su éxito está en que, a diferencia de Facebook o Instagram, está vetada para los adultos.
La app se está popularizando en las escuelas secundarias de los Estados Unidos desde hace poco más de un año y suma entre 2 y 10 millones de usuarios, según la cifra que revelaron sus creadores.
Los primeros textos que se publicaron estaban enfocados a ansiedades profundas y amores secretos.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la red se llenó también de mensajes denigrantes hacia algún compañero de clase e incluso de amenazas de ataques terroristas. Todo esto sin que los padres se enteren.
Mya Bianchi, una joven de 15 años que estudia en el Ionia High School en Michigan y que fue citada por el diario “The Washington Post”, aseguró que al principio la gente decía cosas bonitas, “pero luego se convirtió en un lugar para la intimidación”, dijo Mya al añadir que un compañero publicó su número de teléfono y su foto acompañada de frases sensuales. La familia de la joven tuvo que cambiar su número ante la cantidad de llamadas que recibió desde entonces.
Debido a los problemas que ha generado, Apple retiró la aplicación de su tienda varias semanas después de su salida debido a la cantidad de críticas que recibió de los jóvenes que fueron acosados, así como por los padres y educadores de los colegios. Hoy After School solo está disponible para dispositivos Android.
Al comienzo la edad mínima para usar la app era de 12 años, pero sus creadores la subieron a 17 años y añadieron una serie de cambios relacionados con la seguridad y el apoyo a los usuarios que, desesperados por el acoso, podrían presentar depresión excesiva. Para que los adultos no puedan participar en los foros, la aplicación estableció unos algoritmos que en cualquier momento pueden bloquear a quienes mienten para tratar de ingresar a los foros.
Michael Callahan, de 32 años, cofundador de After School, dijo que su app tenía una función terapéutica y lamentó además que unos pocos miles de mensajes malignos empañaran los millones de textos que se intercambiaban en la plataforma.