WhatsApp continúa ajustando sus políticas de compatibilidad y, como cada cierto tiempo, publicó el listado de los dispositivos móviles que dejarán de tener soporte a partir de septiembre. La aplicación, propiedad de Meta, ha explicado que la medida obedece a la necesidad de garantizar la seguridad, estabilidad y funcionamiento de la plataforma en medio de los constantes avances tecnológicos.
Esto significa que miles de usuarios alrededor del mundo, que aún utilizan modelos de celulares más antiguos, no podrán seguir usando la app. Para seguir disfrutando del servicio, deberán migrar a dispositivos más recientes que cumplan con las nuevas exigencias del sistema operativo y del propio software de la aplicación. Lee también: Así puede restaurar chats, fotos y videos eliminados de WhatsApp.

Los equipos afectados en septiembre
La actualización afectará a distintas marcas reconocidas del mercado. Entre los fabricantes más impactados se encuentran Samsung, Apple, Motorola, LG, Huawei, Sony y HTC, cuyos modelos más veteranos ya no recibirán soporte ni podrán ejecutar WhatsApp correctamente.
Samsung
- Galaxy S3
- Galaxy S4 Mini
- Galaxy Note 2
- Galaxy Core
- Galaxy Trend
Apple (iPhone)
- iPhone 5
- iPhone 5c
- iPhone 5s
- iPhone 6
- iPhone 6 Plus
- iPhone 6s
- iPhone 6s Plus
- iPhone SE (1ª generación)
Motorola
- Moto G (1ª generación)
- Droid Razr HD
- Moto E (1ª generación)
LG
- Optimus G
- Nexus 4
- G2 Mini
- L90
Huawei
- Ascend D2
Sony
- Xperia Z
- Xperia SP
- Xperia T
- Xperia V
HTC
- One X
- One X+
- Desire 500
- Desire 601

¿Por qué WhatsApp deja de funcionar en estos celulares?
La decisión responde a la necesidad de garantizar la seguridad de los usuarios y mantener actualizaciones constantes en la aplicación. Muchos de estos dispositivos dejaron de recibir soporte oficial de sus fabricantes hace años, lo que implica que no cuentan con los parches de seguridad y actualizaciones de sistema necesarias para operar de manera estable con las nuevas versiones de WhatsApp.
Además, la app de mensajería incorpora de forma continua nuevas funciones que requieren mayor capacidad de procesamiento y memoria, lo que hace que los equipos antiguos no puedan ejecutarlas con fluidez.