¿Alguna vez has sentido que su vida es una ilusión? ¿Que todo lo que ves, sientes y experimentas es parte de un programa informático diseñado por una inteligencia superior? Si es así, no estás solo. Hay muchos científicos, filósofos y pensadores que han planteado la hipótesis de que vivimos en una realidad simulada.
Uno de ellos es Javier Santaolalla, físico, ingeniero, doctor en física de partículas y divulgador científico español, que publicó un video en sus redes sociales en el que expuso cuatro motivos por los cuales estaríamos viviendo en una simulación. Lea también: Según cifras, Netflix y otras plataformas le ganaron a la televisión en julio
El primero es que el universo está estructurado con matemáticas. Según Santaolalla, esto implica que hay unas reglas y unas leyes que rigen todo lo que existe, y que podrían ser el código fuente de la simulación. El segundo es que el universo tiene un límite. El físico afirma que hay una distancia máxima a la que podemos ver, llamada horizonte de sucesos, y que eso podría ser el borde de la pantalla o el final del mapa.
El tercer motivo es que el universo es discreto. Esto significa que hay una unidad mínima de espacio, tiempo y energía, llamada Planck, y que no se puede dividir más. Santaolalla compara esto con los píxeles de una imagen o los bits de información. El cuarto motivo es que el universo es probabilístico. El físico explica que hay fenómenos cuánticos que no se pueden predecir con exactitud, sino solo con una probabilidad. Esto podría ser una forma de ahorrar recursos computacionales o de introducir aleatoriedad en la simulación.
Santaolalla no es el único que ha defendido esta idea. Otros científicos como Nick Bostrom, filósofo y director del Instituto del Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford, han propuesto argumentos lógicos para sostener que vivimos en una simulación. También hay personalidades como Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, que han expresado su convicción de que la realidad es una ilusión.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta hipótesis. Hay quienes la consideran infalsable, es decir, que no se puede demostrar ni refutar con evidencia empírica. También hay quienes la ven como una especulación metafísica, sin base científica ni relevancia práctica. Y hay quienes la rechazan por motivos éticos, religiosos o existenciales. Lea también: Musk dice que su “pelea” contra Zuckerberg será en Italia
Lo cierto es que vivir en una simulación plantea muchas preguntas fascinantes: ¿Quién nos ha creado y con qué fin? ¿Podemos escapar o modificar la simulación? ¿Tenemos libre albedrío o estamos determinados por el programa? ¿Hay otras simulaciones o niveles de realidad? ¿Qué significa ser real?
Quizás nunca tengamos las respuestas a estas cuestiones, pero mientras tanto, podemos seguir disfrutando de la vida como si fuera real. O como dijo el personaje Morfeo en la película Matrix: “Bienvenido al desierto de lo real”.
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