El ideal de ciudad inteligente, capaz de optimizar su movilidad, su seguridad, cuidar su medio ambiente, reducir trámites, comunicarse en línea con los ciudadanos y el gobierno local, y crear un diálogo inteligente a través de las tecnologías que le permita tener tolerancia a la diversidad e incentivos a la creatividad generando mayor productividad, está aún lejos para Colombia.
El Presidente de la CCIT, Alberto Samuel Yohaí, sostuvo que “necesitamos ciudades altamente conectadas ya que lo que tenemos ahora es un rompecabezas con fortalezas de algunas”.
En el informe de coyuntura ¿Qué Tan Inteligentes Son las ciudades Colombianas? adelantado por la CCIT y Fedesarrollo, se crearon unos indicadores para medir el nivel de inteligencia de las ciudades colombianas con lo cual se sabrá si corresponden a los estándares de ciudades inteligentes como Helsinski, Wasington o Londres, en donde se incluyan elementos como el desarrollo de sectores productivos “inteligentes”, con tecnología de punta, edificaciones eficientes y aplicaciones en temas como movilidad y seguridad que las hagan ciudades con inclusión social, sostenibilidad, seguridad, resistencia frente al cambio climático, apertura de datos y actualización del Big Data (datos masivos generados en tiempo real por medio de un ecosistema tecnológico).
De esta manera Colombia se prepara para el ingreso masivo de habitantes a las ciudades ya que se estima que en el año 2050 más del 80 por ciento de la población vivirá en las urbes.
Así lo manifestó el Presidente de la Cámara Colombiana de informática y Telecomunicaciones CCIT, Alberto Samuel Yohai, quien agregó que algunas de las grandes ciudades colombianas tienen diversas fortalezas como Bucaramanga que ha logrado ampliar su banda ancha a la mayor cantidad de su población; Bogotá que maneja muy bien la comunicación entre el gobierno local y los ciudadanos, pero al mismo tiempo los retos para otras como Barranquilla y Cali son grande por lo cual convocó a sus alcaldes a abrirse a estas tecnologías para mejorar sus niveles de productividad.
“Hay una ciudad como Bogotá que ha hecho un trabajo tremendo en tener mayor conversación con sus ciudadanos en proyectos de gobierno en línea pero deja mucho que desear en temas relacionados con movilidad”, indicó.
Explicó que es injusto comparar los retos de movilidad de Bogotá con 8.5 millones de habitantes con Bucaramanga que tiene menos de 2 pero es válido ver el compromiso de esa ciudad para dar una alta penetración de conectividad banda ancha a sus ciudadanos y volverse amigable con el despliegue y la infraestructura.Barranquilla se raja en este análisis, pues “no ha entendido la importancia en tener redes de comunicaciones bien desplegadas, con lo cual lo único que van a hacer es volverla menos inteligente”.
Medellín es una ciudad que sí ha estado haciendo la tarea muy bien desde el punto de vista de infraestructura pero, según Yohai, le ha faltado la conversación con los ciudadanos, el gobierno en línea y Manizales ha hecho una gran labor.
“Este estudio nos permite celebrar los esfuerzos de Bogotá, Medellín, Bucaramanga y Manizales e invitar alcaldes Barranquilla, Cartagena, Montería y Villavicencio a que incluyan el amable desarrollo de las tecnologías porque es lo que les va a dar mayor competitividad pues en casos como Barranquilla y Cali todo se podría aprovechar la Alianza del Pacífico”, concluyó.
Citando a Kent Larson el estudio de la CCIT y Fedesarrollo afirma que hoy las ciuda¬des están cambiando ese paradigma de centralización, gracias a la existencia de mayores facilidades tecnológicas que permiten pensar y vivir las ciudades de otro modo.
Con el surgimiento de aplicaciones de la economía compartida, el nuevo modelo de ciudad buscará una forma de vida que girará en torno al hogar como espacio de vida, trabajo e innovación, y en donde la cercanía del hogar a lugares concurridos (supermercados, colegios, hospitales y el trabajo) será indispensable. Así, las ciudades se convertirían en un sistema de pequeñas ciudades en donde se minimicen los desplazamientos de larga distancia creando una movilidad más eficiente y ecológica.
