Tras varios años de expansión, Volkswagen vivió un frenazo en 2013 en Estados Unidos debido a la comercialización de una gama de productos pobre, pero el gigante automotor alemán espera retomar el impulso invirtiendo de forma masiva y lanzando todoterrenos compactos (SUV).
Las ventas de la marca VW cayeron el año pasado casi un 7%, a 408.000 unidades. El único consuelo del fabricante es que Porsche y Audi -que le pertenecen- lograron una cifra de matriculación récord de 42.300 y 158.000 coches respectivamente.
El total del grupo registró un aumento de sus ventas del 2,6%, un dato mediocre en comparación con el desempeño del mercado estadounidense, que creció 7,6% a 15,6 millones de unidades. La venta de pick-up y 4x4 urbanos impulsó particularmente este alza.
El constructor alemán aprovechó el salón del automóvil de Detroit (norte de Estados Unidos) para anunciar que fabricará un gran SUV de siete plazas, aunque tardará dos años en comercializarlo. Por otro lado, VW no espera registrar un gran volumen de ventas con el lanzamiento este año en Estados Unidos de su legendario Golf -diseñado para uso en urbes-, que ocupa gran parte de su stand.
"Necesitamos más modelos", reconoció el nuevo director general de VW en Estados Unidos, Michael Horn.
Por ese motivo, el constructor alemán también estudia fabricar un pequeño SUV, señaló, pero descarta lanzar una pick-up. "No sé si tenemos la experiencia necesaria", declaró Horn.
Por el momento se desconoce si este pequeño SUV se inspirará en el concepto del Escarabajo todo terreno presentado en Detroit, que cuenta con portaesquís y está más elevado del suelo que el modelo original.
Audi también presentó un pequeño 4x4 urbano de dos puertas con motor híbrido, inspirado en el concepto crossover.
UN 2014 "TODAVÍA DIFÍCIL"
"VW no ha pensado lo suficiente estos últimos años en lanzar nuevos productos adaptados al mercado" estadounidense, estimó Stefan Bratzel, director del instituto alemán especializado CAM. "Les falta al menos adaptar dos modelos existentes", apuntó por su parte Frank Schwope, analista del banco alemán NordLB.
Para intentar resarcirse, el grupo decidió incrementar sus inversiones en América del Norte en 5.000 millones de aquí a 2015 y en 7.000 millones de aquí a 2018.
El constructor alemán tiene puestas sus esperanzas en el mercado de Estados Unidos, además del de China, para intentar convertirse en el primer fabricante mundial de aquí a 2018. "Estados Unidos es una piedra angular en nuestra estrategia 2018", insistió el domingo el presidente del consejo de administración del Grupo Volkswagen, Martin Winterkorn.
VW inauguró en 2011 una planta en Chattanooga (Tennessee, sur), tras dos décadas de ausencia, con capacidad para fabricar 150.000 vehículos al año y donde produce una versión más grande y económica de su Passat.
Esta producción local, junto con la berlina Jetta fabricada en México, ha permitido al constructor casi doblar el número de matriculaciones entre 2009 y 2012.
"Se desarrollaron mucho estos últimos años y consolidan su posición", subrayó Schwope, pero 2013 cortó el impulso del que gozaba el grupo. El experto vaticinó además que el fabricante alemán puede tener realmente problemas para alcanzar su objetivo de vender un millón de automóviles al año en Estados Unidos de aquí a 2018 (800.000 VW y 200.000 Audi).
"Este año será sin duda todavía difícil", añadió Bratzel.
También es poco probable que el grupo logre ganar mucho dinero en poco tiempo, a pesar de que el mercado estadounidense es rentable para los constructores, según los analistas. "Si consiguen tener beneficios, no serán muy importantes", aseguró Schwope.
*Laure Fillon
