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Salvajemente atrevida

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Con la misión de continuar con la supremacía en el segmento, Kawasaki comercializa recientemente la Z1000 haciendo uso del concepto Sugomi, para dotarla de un diseño agresivo e imponente. La idea era transmitir energía de grandeza, y creemos que así lo hace.

El espíritu Sugomi tiene un poderoso significado en Japón, pues representa el aura o la energía emitida por una persona u objeto, de grandeza y sentido de una forma muy intensa.

Una acertada descripción para la sensación que transmite al mirar por primera vez la más radical de las Kawasaki. Si su objetivo es convertirse en una moto diferente, lo hace totalmente, porque no solo marca tendencia sino que también esboza una personalidad fuerte.

Rompiendo el moldeEl concepto ‘sugomi’ va más allá de la estética, busca trasmitir nuevas experiencias al piloto en cuanto al rendimiento del motor, gracias a cuatro caballos más de potencia y a un armonioso sonido que se envuelve al piloto durante todo el recorrido.

Los cambios estéticos son perceptibles a simple vista. Lo primero que observamos es el cambio en la careta, ahora con una mirada fija y determinada por el ceño fruncido que muestra la furia y la agresividad a la hora de tomar camino.

Su cara se resalta por cuatro luces tipo LED, de uso inédito hasta ahora en los productos de la casa japonesa. Esto le permite mejorar la iluminación y al mismo tiempo reubicar las direccionales que antes estaban en los deflectores bajo el tanque.

Otra área que recibió el toque encantador del bisturí fue el depósito de combustible. Atrás quedaron las líneas marcadas y ahora son más redondeadas que lo hacen ver todavía más radical. Así mismo observamos la ubicación del Cool Air System, una especie de conductos laterales que direccionan el aire frío hacia al motor.

El tablero de instrumentos se nos muestra dividido con una pantalla LCD que alberga velocímetro, odómetro y tacómetro digital que marcan hasta las 3.000 rpm, de ahí en adelante las revoluciones son iluminadas en el tablero con bombillos LED que marca hasta el corte de encendido a las 11.000 rpm.La Z es cómoda en líneas generales, aunque el asiento de tapizado antideslizante no ofrece mucho mullido. Todo está en su lugar y preparado para la acción, la posición de manejo es más cómoda, gracias a una postura más erguida que permite afrontar el tráfico de la ciudad sin transmitir un cansancio excesivo en los brazos del piloto. Ni siquiera unos estribos algo retrasados y elevados molestan al piloto.

Acechando a su presaAsí como el estilo de la nueva Z1000 es radical, también lo son las sensaciones que pudimos experimentar a bordo de esta motocicleta. Su propulsor ofrece una cilindrada de 1.043 c.c. con una mejora de cuatro caballos en la potencia y un sustancial incremento de su entrega en la zona baja y media de revoluciones.

Esto sumado a una disminución de la relación de cambios entre el 1º y el 5º dan como resultado una aceleración endemoniada que nos obliga a encorvar el cuerpo hacia adelante y esperar el corte de encendido para dar paso al siguiente cambio.El sistema de suspensiones delanteras merece reconocimientos. La “zeta” ahora porta la nueva horquilla Showa SFF-BP, la cual comparte con la ZX 6R 636, suspensión completamente deportiva que permiten ser reguladas de manera independiente.

Cabe anotar que esta moto no cuenta con sistemas de tracción o de entrega de potencia, comunes en motocicletas de esta gama, las cuales ayudan a propietarios que suben de cilindraje a “controlar” la motocicleta mientras toman confianza. Claro está que la “zeta” opaca esa carencia de electrónica con un excelente tacto en el puño derecho.

Elogios para el diseño, pues se aleja de las tradicionales líneas de los modelos de la categoría y exhibe su propia personalidad, aunque genere todo tipo de comentarios a favor o en contra. En deportividad, la suma de motor, chasis, centralización de masas y las nuevas suspensiones la convierten en una máquina de ataque, donde a pesar de sus 221 kilogramos de peso en orden de marcha, es totalmente dócil ante cualquier requerimiento. Seguridad, el sistema ABS con el que llega de serie le da un plus de confianza al momento de enfrentar alguna emergencia.

MÁS ESTILIZADAKawasaki dispuso para la Z1000 un motor de cuatro cilindros en línea mejorado, que cuenta con una nueva ECU, nuevos mapas de inyección, diferentes tiempos en los movimientos de las levas y conectores de escape ovales entre los colectores para evitar baches de potencia a medio régimen. Su potencia se incrementó y ahora es de 140 caballos con un torque de 111 Nm. Además, también incorpora un nuevo ‘airbox’ para hacer que el sonido sea más intimidante en el camino.

MUSCULOSALa nueva Z1000 monta un escape de cuatro salidas que acentúa la imagen agresiva y musculosa de la moto. La parte posterior merece también buenos comentarios, con un diseño espectacular y un estilo afilado y rematado con una luz LED. Todo en concordancia con el Sugomi, que también inspira el espíritu de los dos últimos modelos de la saga Z. 

Revista Turbo
Revista turbo19 de feb de 2018

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