La nueva película de DreamWorks Animation trata de un caracol que odia ser lento. Quiere ser tan rápido como un rayo y ama tanto las competencias de autos, que sueña con ganar en la pista de Indianápolis. Entretenimiento, acción y mucha potencia garantizan el éxito de esta película en 3D que se estrena el 19 de julio. ¿Cómo hacer que un simple caracol de jardín cobre vida y al tiempo sueñe con ser más veloz que un auto de carreras? Sólo en la mente creativa de David Soren, director de la película Turbo, y su equipo, cabe esa posibilidad.
Un mundo realmente fantástico donde criaturas aparentemente insignificantes son capaces de alcanzar sus sueños y al mismo tiempo dejar entre el público mensajes de superación por medio de una historia con la que nos podemos identificar los humanos.
De Bambi a Bichos, una aventura en miniatura, los realizadores han humanizado a los animales inyectándoles emociones y personalidades que nos sirven de ejemplo. Precisamente, Turbo es la última de una serie de películas encantadoras en las que humildes criaturas se convierten en héroes.
Y son los niños, aunque también muchos adultos, los que se encariñan con las historias que nos cuentan estas series animadas, ya sean feroces como el Rey León, exóticas como Madagascar, prehistóricas como la Era de hielo, graciosas como Kung Fu Panda o humildes como Hormiguitas.
Para los creativos de DreamWorks, el arte de crear animales antropomórficos tiene un atractivo reto, y fue el de crear un caracol con el que los humanos puedan identificarse. Hasta ahora nunca hubo película que se centrara en un molusco de jardín.
La idea de desarrollar una película cuya trama se centrara en un caracol nació de los problemas que le generaba al mismo director un grupo de estos animalitos cuando se comían la planta de tomate de su jardín. Y es que en muchas partes del mundo los caracoles no son muy queridos, por lo que hacer que los humanos se apeguen emocionalmente a estos pegajosos y babosos animalitos requiere mucho trabajo.
El encanto de Turbo
El héroe de la película es un caracol llamado Theo, un marginado que no encaja con los otros caracoles de jardín aletargados y precavidos. Tiene la fantasía de correr a toda velocidad en la pista de carreras, ansía con seguir los pasos de su ídolo, el corredor de carreras francocanadiense Goyo Ganador y sueña con la gloria en las carreras.
La historia de Turbo es fantástica, divertida y apasionante. Un día Theo tiene un peculiar pero feliz accidente en la autopista y sale volando impulsado por un enorme camión que pasa y termina succionado por el tubo de aire de un auto arreglado. Lanzado por el motor y abrumado por el óxido nitroso que se va a su torrente sanguíneo y se fusiona con su ADN, sale volando por el tubo de escape y emerge como Turbo (su nuevo nombre), un caracol sobrenaturalmente rápido.
Para hacer más real su nueva identidad, un color azul muy vibrante acompaña a Turbo cada vez que late su corazón por la velocidad y así, una sustancia nitrosa y azulada invade su concha. Al arrancar, deja tras de sí una estela azul y básicamente se convierte en su propio vehículo. Turbo es ahora un ‘rápido y furioso’ caracol que avanza a 370 kilómetros por hora.
Así es como empieza la verdadera aventura de Turbo, quien conoce a un equipo de caracoles corredores de carreras, con conchas arregladas que parecen autos de carreras en miniatura. El grupo lo conforman el genial jefe Chicotazo, el ultrarrelajado Pepe Maniobra y la combativa Pólvora, quienes lo apoyan en su búsqueda. También conoce a dos hermanos humanos, Tito y Ángelo, dueños del puesto de tacos Dos Bros Tacos en el centro comercial. Como el negocio no va bien, en un esfuerzo por atraer clientes a su fantástica comida mexicana, Tito organiza carreras de caracoles.
“Visualizamos a Turbo como una especie de auto deportivo con una línea elegante y algo aerodinámico, con la idea de que se percibiera como los viejos sedanes y camionetas cuadradas de los años ochentas, aunque un poco más aparatosos, más seguros, pero más lentos. El diseño de Turbo fue aventurero y veloz. Asociamos a cada uno de los caracoles con un tipo específico de cultura automovilística: un auto de mucha potencia para Chicotazo, uno arreglado e importado para Pólvora y el clásico para Pepe Maniobra”, agrega Michael Isaak, diseñador de la producción.
La película animada podrá ser vista en las salas de cine de todo el país y promete diversión, potencia y muchas emociones, como si se estuviera frente a un volante. Lo cierto es que de ahora en adelante cuando se vea un caracol se relacionará definitivamente con Turbo.
ESCENARIOS IDÉNTICOS
Para la producción de la película se recrearon escenarios casi exactos como la autopista, mientras que el jardín de la casa donde viven Turbo y su hermano está inspirado en el hogar del director. Por su parte, fue necesario recurrir a la experiencia de pilotos como Dario Franchitti y Mario Andretti para detallar la famosa pista donde se corren las 500 millas de Indianápolis, escenario de carreras donde Turbo compite contra campeones mundiales.




