Dimensiones (largo/ancho/alto): 3,99/1,69/1,55 m $31’990.000 emisiones de Co2: ND
En la edición 26 presentamos el Suzuki Swift, modelo que nos sorprendió por su agilidad y desempeño, dejándonos un buen sabor gracias a una sensación de manejo única. Ahora, la marca japonesa busca revitalizar su portafolio con el DZire, la versión sedán de este pequeño que añade un carácter todavía más familiar con un volumen de carga aceptable para su segmento.
La nueva carrocería mide 3,99 metros de largo y 1,55 metros; es decir, 14 cm más largo que el modelo hatchback y apenas 4 cm más ancho. La novedad, como es evidente, está en la parte posterior, con un baúl con una capacidad de 316 litros, volumen que aunque no es el mejor de la categoría, cumple con su propósito de auto compacto y familiar.
Frente a los competidores directos del segmento B en el mercado local, esa capacidad puede resultar corta contra los 370 del Chevrolet Sail y los 510 litros del Renault Logan. Sin embargo, en cuanto a manejo, dinamismo y economía de combustible, el DZire sale airoso.
Nuevo carácter
Al tener en cuenta no solo la nueva carrocería de este Swift, sino además el hecho que su motorización es ahora un 1,2 litros de 85 caballos y no el 1,4 de 95 caballos de su hermano, debemos entender que el carácter divertido y juvenil del hatchback ha sido cambiado por uno algo más familiar y reposado.
Esto se nota desde el momento en que ingresamos al auto por la postura de manejo diferente y una silla distinta con una posición más alta (no tiene reglaje). La misma sensación percibimos en el tablero de control, con una ubicación elevada en comparación con el Swift.
Lo que se mantiene intacto es la ergonomía, pues todos los mandos e instrumentos siguen estando a la mano y son fáciles de operar. Aunque la unidad de pruebas no tenía mandos en el volante, Derco (importador y representante de Suzuki en Colombia) nos afirma que las unidades importadas de la India, que se comercializarán en el país, las incluyen, así como rines de 15 pulgadas de aleación.
En el interior encontramos una tonalidad bicolor. La parte superior del tablero sigue siendo de plástico duro en color negro, pero toda la parte baja, paneles de las puertas y tapicería ahora son en color claro. Por tal razón, el interior ahora se nota algo más delicado y con una sensación de mayor amplitud.
Dócil y manejable
La principal bondad del Suzuki Swift es la impresión que transmite al conductor, no solo por su puesta a punto sino por la favorable posición de manejo y la precisión de sus controles. En el DZire encontramos una palanca de cambios precisa y fácil de operar, al tiempo que la dirección es directa y rápida.
Bajo el capó, la diferencia en rendimiento no es tanto por los 10 caballos de potencia menos sino por el torque, pues en el Dzire no solo es menor (114 Nm contra 130 Nm) sino que se encuentra más alto en el tacómetro (4.500 rpm contra 4.000 rpm). Esto nos indica que el carácter es netamente familiar y enfocado al ahorro de combustible.
Así que para emprender una marcha animada o alegre será necesario presionar con decisión el acelerador y permitir que la aguja escale una buena porción del tacómetro para aprovechar todo el empuje disponible, sobre todo si se transita con carga y/o cupo completo. Esto no quiere decir que sea un carro lento, pues sigue siendo liviano y las relaciones de caja están bien escalonadas. De hecho, la relación peso/potencia que nos ofrece es de 11,2 kilogramos por caballo.
Una de sus virtudes es que a pesar de tener un propulsor pequeño la exigencia en el pedal del acelerador no es directamente proporcional al consumo, pues en nuestros trayectos en ciudad logramos un promedio estable entre los 55 y 60 km/g. Obviamente estas cifras son variables, pero dan una muy buena idea de la economía que es capaz de brindar este pequeño gran sedán.
En la autopista notamos una suspensión con una configuración bien lograda, ofreciendo buena comodidad a pesar de que algunas irregularidades se transmitan a la cabina. Puede que esté del lado blando de la balanza, pero teniendo en cuenta el perfil del auto resulta adecuado.
Su tamaño es igual de favorable, pues es fácil escabullirse entre el tráfico y estacionar es de las últimas preocupaciones que se tendrán. En realidad, a lo único que hay que acostumbrarse al estacionar en reversa es que la cola es más corta de lo que uno espera. La visibilidad también es muy buena.
Si bien el tamaño del DZire es de un sedán compacto, la cabina es amplia como para una familia joven con la ventaja de contar con un vehículo económico de combustible, de marcha cómoda y buen rendimiento. Además ofrece un equipamiento de seguridad de dos airbags y frenos de disco de buena efectividad con ABS y EBD.
ENVASE PEQUEÑO
El DZire es un desarrollo de Maruti, subsidiaria de Suzuki en India, creado en 2008 en ese país sobre la base del Suzuki Swift de segunda generación. La adición del tercer cuerpo requirió algunos cambios leves en el diseño y algunas modificaciones en la suspensión, aunque el aumento en el peso fue de apenas 35 kg. Las novedades también se encuentran en la banca trasera para darle un ambiente mucho más familiar al auto.
Al igual que el Swift hatchback, el DZire incluye un nuevo sistema de aire acondicionado que se anuncia eficiente. Por su parte, el equipo de audio permite la conexión de dispositivos externos mediante USB y su apariencia es similar al Suzuki Kizashi. En el DZire existe una versión que suma controles de radio al volante.
BIEN REVOLUCIONADO
Aunque el Dzire monta un motor pequeño su potencia resulta apenas justa para su plataforma. En carretera responde bien entre 100 y 120 km/h, se comporta dócil lineal y entrega buenas sensaciones. A la hora de emprender ascensos es necesario ‘jugar’ con los cambios para aprovechar su potencia. Se requiere de espacios grandes y lograr el vigor necesario (por encima de las 4000 rpm) para emprender maniobras de sobrepasos.



