El objetivo de la compañía es focalizarse en vehículos más respetuosos con el medio ambiente. La producción de Skoda se centrará en usar un 25% menos de energía y agua, generar menos emisiones y reciclar aún más en 2018. Así es como el fabricante automovilístico checo cumplirá los objetivos medioambientales del Grupo Volkswagen en 2018.
