Manuela González atraviesa por uno de sus mejores momentos... está feliz por su papel en la adaptación de La fiesta del chivo para TV y por su nueva vida en familia.
“El que piensa, pierde”, dice Manuela. Y como no hay forma de garantizarse el éxito rotundo en ninguna situación, decidió lanzarse al agua, custodiada por supuesto, por las enseñanzas que le ha dejado la vida. Porque claro, si lo mira en retrospectiva, no estaba entre sus planes volver a vivir en pareja y mucho menos tener una familia. Pero “uno se enamora y punto”, afirma como quien sabe que resistirse a algo así es similar a tratar de desafiar la fuerza de gravedad.
¿Cómo pasó? Es algo que quedó en el pasado, pues Manuela sale con Andrés Vasco, su actual pareja, hace casi dos años, tiempo suficiente para decidir que quería vivir con él y su hijo Gerónimo, quien, a sus cinco años, le enseñó de la forma más natural del mundo esos sentimientos que implican ver crecer a un ser humano, y que ella, en particular, no se había encontrado hasta ahora.
“En la vida se debe aprovechar el momento porque nadie te garantiza que algo va a funcionar. Y obvio, se aprenden cosas de experiencias pasadas; sin embargo, ninguna relación es perfecta, todas tienen sus obstáculos y eso es parte del crecimiento como persona. Sin embargo, con Andrés las cosas se dieron de una manera insospechada, porque seguro que jamás me habría imaginado saliendo con un hombre con hijo. ¡Pero uno se enamora, punto!
Además, para mí, Gerónimo es un plus, es el bonus track. No me imagino a Andrés sin él. Es un niño que se hace querer, es absolutamente maravilloso, relajado, amoroso y maneja muy bien el tema de tener dos familias (pues está tiempo compartido con su papá y su mamá). Las cosas se dieron naturalmente y no tengo ni idea de qué va a pasar más adelante; pero seguiremos juntos mientras que nos hagamos mejores seres humanos”.
EL PERSONAJE SOÑADO
Ahora mismo Manuela está al aire en Telemundo con Lorelei, su personaje en El señor de los cielos, una producción filmada en México, muy de la línea de series como El patrón del mal, pero con una dosis más alta de ficción. Y aunque se confiesa poco partidaria de este fenómeno, interpretar a esta caleña le pareció una experiencia para disfrutar.
De hecho, considera que la cuota colombiana –integrada entre otros, por Robinson Díaz¬- contrasta un poco con el tinte dramático de la producción, aportándole cierta frescura que, según ella, le dio un equilibrio muy interesante. Además, la experiencia de trabajar en México la dejó enamorada, y uno de sus proyectos a mediano plazo es volver para hacer cine.
Y aunque El señor de los cielos tiene buen rating, en lo personal considera que ya estuvo bien de esas series, sobre todo con el universo de temas que quedan por abordar. Precisamente este es uno de los motivos que la tienen tan feliz al hacer parte de La fiesta del chivo, la producción que desde mayo adelanta RTI, basada en el libro homónimo del Nobel peruano Mario Vargas Llosa. La obra cuenta la historia de uno de los dictadores más crueles de América Latina, Rafael Leónidas Trujillo, dueño del poder en República Dominicana de 1930 a 1961.
“Encarno a Susana Guerrero, la esposa del Ministro de Defensa. Ella es un personaje maravilloso en verdad, todo un golpe de suerte. Porque esta adaptación es un ejemplo de que hay muchas historias para contar, relacionadas con sucesos políticos perversos, con el amor y con otros componentes que traídos a la actualidad nos dejan ver que hay cosas que no han cambiado.
Susana, por ejemplo, tiene una historia tenaz, pues ella y su marido terminan en las garras del dictador Trujillo, un monstruo, cruel y depravado sexual. Es una mujer muy inteligente, que viene de una familia pudiente y que sueña con abrir un museo de arte moderno en Santo Domingo; está casada con un hombre bueno, tiene un hijo de casi 20 años, y a pesar de creer que se las sabe todas, está en esa isla que termina convirtiéndose en una cárcel, a la merced de un personaje que se siente Dios”.
Los cerca de 70 capítulos que componen la serie se recrearon en Ciénaga, Santa Marta y Bogotá, en extenuantes jornadas que comenzaron en mayo y que irán hasta fin de este mes. Aún no se sabe cuándo será su estreno, pero ya se vendió a varios países, entre los que figura España; y teniendo en cuenta su cuota de talento colombiano, no será raro que pronto la veamos en nuestro país.

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