Con sus cerca de 20 años de labores profesionales en la literatura, Mario Mendoza siempre está en contacto directo con sus lectores, la mayoría de ellos estudiantes de los últimos años de colegio. Sin embargo, siempre veía a los más pequeños y pensaba que algún día le gustaría escribir para ellos aunque se viera obligado a alejarse bastante de esas historias negras, dolorosas, que suelen rondar los rincones perdidos y que la sociedad no quiere ver.
El año pasado, cuando publicó La importancia de morir a tiempo, con la cual cerró un ciclo literario, decidió que era el momento para iniciar este proyecto, el cual va más allá de un libro; es toda una saga, denominada Las aventuras de Pipe y Elvis, que en siete meses ya completará tres historias publicadas.Se trata de narraciones de aventuras cuyo escenario es América Latina, protagonizadas por dos personajes entrañables: Pipe Isaza y su perro Elvis, que viajan por el continente divirtiéndose, conociendo y disfrutando de mil travesuras.“Empecé a trabajar en el primer libro, Mi extraño viaje al mundo de Sambala, y lo hice en Villa de Leyva junto a una diagramadora que hizo un trabajo de campo para tener toda la parte gráfica. Luego fui a encontrarme con lugares fantásticos, como un hotel que lleva siglos allí, el Monasterio de La Candelaria y el desierto, para luego volver a casa y escribir el texto. Me la pasé de maravilla”, recuerda Mario.La recepción por parte del público ha sido mejor de lo que esperaban, con dos ediciones agotadas de este libro, mientras que por buen camino va el segundo. Además, una tercera historia se publicará el mes que viene.“El segundo libro, La Colonia de Altair, me exigió viajar a Perú para hacer el trabajo de campo en Cuzco y todos sus alrededores, subiendo a Machu Pichu, donde se desarrolla el epicentro de la narración. Y ya tenemos lista la tercera historia, que transcurre entre Guatemala y México; se llama Crononautas, sucede entre Teotiguacán y Ticán (en plena zona maya). Me la he pasado feliz porque viajo con el fin de crear, para los niños, un imaginario latinoamericano”, asegura el autor.
“Me he dado la oportunidad de reírme”El objetivo es ambicioso, pero noble a la vez. Mario Mendoza, junto a su editor, quiere hacer una saga infantil con ideas, tradición y sabor a América Latina, de ahí que las aventuras que viven Pipe y su fiel pastor alemán, Elvis, sucedan en lugares de la región caracterizados por su magia y misterio.“Las sagas son maravillosas, como Harry Potter y El Señor de los anillos, que tienen imaginarios anglosajones o europeos. Y parece que no hemos hecho las nuestras, porque seguimos creciendo con la vergüenza de ser latinoamericanos. Creo que debe ser lo contrario: porque vivimos en una región cargada de mitos y leyendas. La idea de la saga es mostrar que en este campo, América está por descubrir y que sí hay territorio para la fantasía”.Para Mario Mendoza, autor de novelas como Satanás, Los hombres invisibles y Buda Blues, este nuevo proyecto es un verdadero proceso de descubrimiento en cuanto la capacidad de su propia escritura. “Ha sido una manera de escribir con ternura, algo que yo no había podido hacer porque mis libros son muy duros, fuertes, de combate, mientras que en esta saga me he dado la oportunidad de reírme y de escribir con dulzura. Es una manera de ser más infantil, un factor que ayuda con los años. Tomarse tan en serio, ser tan adulto… qué pereza”.El impacto en estos nuevos lectores ha sido maravilloso. Incluso, cuentan las personas de Villa de Leyva, donde ocurre la primera historia, que los niños están llegando allí con el libro a buscar los lugares que se describen allí. Así mismo, el autor se ha enamorado de la relación que su protagonista, Pipe, lleva con su mascota. “Me fascinaría tener un perro así, pero vivo solo y viajo mucho. Entre más escribo de ellos, más entiendo lo que sería tener una amistad con un animal, porque un animal es una ética. Los humanos te traicionan y hablan mal de ti, pero un animal nunca. Por lo que es muy bonito profundizar en su relación”.
PROYECTO RESISTENCIAEsta saga infantil llega como un complemento a su “proyecto de resistencia a través de la literatura” y con el cual ha construido su carrera a lo largo de dos décadas de escritura. Por eso, acaba de publicar la novela urbana Lady Masacre, en la que lleva al lector por los caminos de una sociedad como la colombiana, en medio del horror de la corrupción y de los pactos entre políticos y grupos al margen de la ley, que se entremezclan con personajes considerados incluso desadaptados sociales, quienes al final llegan a estar más cerca de aquello que solemos llamar verdad.
“Quería volver a la novela policíaca que no hacía desde Scorpio City, hace ya 15 años. Pero más que al policíaco, al neo-policíaco latinoamericano, como lo hacen en sus obras Paco Taibo, Rubén Fonseca y Elmer Mendoza, escritores que admiro mucho”.Mario vuelve a la figura del detective, siempre fascinante en la literatura, y aunque estuvo tentado a resucitar a Sinisterra, el protagonista de Scorpio City, al final optó por crear otro personaje, siempre inmerso en el fondo social, pero fiel creyente en la necesidad de una verdad. “Frank es un personaje que necesita llegar a la verdad en un país que no la tiene, porque no sabemos quién mató a quién, quién dio la orden, no sabemos quién ha sido. Frank sabe en este momento que lo más importante es saber la verdad”.

