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Revista nueva

Claudia Palacios: la nueva cara de la radio

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La credibilidad de Claudia es una idea construida hace años atrás. Comenzó en CM&, cuando Yamid Amat decidió que ella tenía talento para la televisión. Luego se convirtió en la cara de Noticias Caracol y un par de años después la llamaron de CNN en español, a conducir los fines de semana.
Han pasado ocho años y a nueve meses de su regreso comenta divertida que no se imaginó que este iba a ser así. Salvo todos sus pronósticos, aún no extraña nada de Atlanta, su adaptación se dio de la forma más natural, “como si nunca me hubiera ido”, comenta.
Sin embargo, está segura de que de Estados Unidos no se despide totalmente. Todavía quisiera ejercer en San Francisco o Washington, y por supuesto, tantos años de trabajo no piensan ser lanzados por la borda. Por eso su intención es mantener “un pie en cada lado”, y sigue vinculada a CNN, cadena para la que graba Los influyentes, un programa de entrevistas con importantes personajes de América Latina.
Aunque hacía un tiempo venía pensando en regresar, debía buscar la manera de llevarlo a cabo sin abandonar su conexión con esa importante cadena; incluso así, el momento de hacerlo no daba espera, porque el principal detonante para tomar la decisión fue su hijo Pablo, quien tenía mucha ilusión de volver.
Pero al contrario de lo que se creería, es aquí el lugar donde más trabaja. Como todos sabemos, desde hace algunos meses hace parte del equipo de W Radio; además, escribe una entrevista que publica semanalmente un periódico nacional, graba para CNN y hace poco lanzó su primer libro, ¿Me voy o me quedo?
“Yo le decía a Pablo: ‘Voy a tener que trabajar mucho más’. Y no solo porque, en efecto, acá se trabaja más, sino porque es un momento muy importante para mi carrera y no lo puedo desperdiciar. Y no me importa ‘exprimirme’ dos o tres años, como ahora, pues siento que se trata de una etapa…; ¡y además me hace feliz! Pero hablamos y fuimos conscientes de que íbamos a tener menor contacto. Sin embargo, mi tranquilidad es que su papá está aquí y eso me permite viajar mientras él se queda con Pablo. Además, es muy importante que construyan una relación que había sido a la distancia”.
No obstante, Claudia confiesa que es un desafío más, porque su vida en Estados Unidos le permitía compartir buena parte de los días hábiles con su hijo. Lo esperaba del colegio y hacían la tarea juntos. Hoy, los dos están seguros de que es la decisión correcta. Sin contar con que ella consideraba necesario que hiciera el colegio en Colombia, al calor de los valores y las costumbres familiares.
El reto del momento
Después de la forma como se conectó con el país a través de la radio, entendió que uno de los retos siguientes era estar detrás de sus micrófonos. Entonces se estableció el contacto con Julio Sánchez, un personaje tan importante en la radio como lo es Yamid para la televisión, y de quien intenta aprender todos los días al máximo.
“Quiero llegar a ser muy buena haciendo radio, no veo cercana la fecha, pero busco sentirme feliz al salir de la emisora.  Eso fue lo que logré en televisión; un día, después de ocho años, me bajé del set y dije: ‘Hoy empiezo a creer que hago este trabajo bien’.”
Claudia tiene otro motivo para hacer radio: la siente como un medio tradicional que logrará sobrevivir a la revolución creada por los medios digitales y las redes sociales.  Y también el encargado de marcar la agenda del país y su influencia en los oyentes. “Generalmente la gente necesita esa ‘bullita’, esa compañía…; y las redes sociales no pueden reemplazar eso”.
Su primer libro, sueño tachado
Si algo la tiene satisfecha en lo laboral, es poder gozar de trabajos diversos. Como periodista sabe perfectamente que Colombia no es solo Bogotá ni la Casa de Nariño; el país es mucho más grande que ello y por eso su labor en prensa es tan importante, porque le permite hablar desde lo regional.
Esas ideas, por supuesto, están concatenadas con la labor que no pierde de vista: el servicio social.  Por eso, aunque mucho tiempo estuvo tentada a escribir un libro, fue su migración la que le dio las herramientas para cumplir ese sueño.
- ¿Cuál es la enseñanza personal que más aprecia de estos ocho años?
Lo que obtuve al ser migrante fue un conocimiento personal impresionante. Al migrar hay un desarraigo de un momento para otro, toda la red de hilos invisibles desaparece como por arte de magia y uno debe enfrentarse a una logística que antes ni siquiera pensaba. Eso te enfrenta a tus capacidades y a un conocimiento personal, y creo que mi hijo y yo salimos bien librados de eso.
- Justamente, su libro trata sobre la migración. ¿Cómo fue ese trabajo de investigación?
Estudié el tema a propósito de mi llegada y de las primeras elecciones en las cuales ganó Obama, porque cubrí el voto hispano durante todo el año de elecciones. Entonces pensé que tenía por fin la información para comenzar a escribir un libro y además claridad sobre un hecho clave: la gente en América Latina no tiene en cuenta muchas cosas a la hora de decidir entre irse o quedarse.
También disponía del tiempo para empezar a hacerlo, pero de ahí a publicar había un trecho bastante largo. Tuve la suerte, en un viaje a Lima, de entrevistar  a Sergio Vilela para preparar un programa sobre Vargas Llosa. Él era entonces el director de Editorial Planeta para Perú y cuando terminamos me preguntó: ‘¿Oye, tí nunca has escrito?’ y le conté la idea. Después de varios meses de decirle que iba a mandarle algo  lo hice y ahí comenzó el proyecto en serio.
- ¿Para usted, cuáles eran los temas más importantes de tratar?
Sabía que quería hablar de los padres que pierden a sus hijos por un problema asociado a la migración, que es lo más horrible de todo; de deportados, de quiebras económicas, de gente que se casa por papeles. Pero quise hablar con los cónsules de América Latina para que me alimentaran de otros posibles temas y me ayudaran a conseguir las historias perfectas.
- ¿Está satisfecha con el resultado? ¿Considera que el libro cumple esa función social?
Eso es lo que me encanta, todos los días recibo twits de gente que me manda la foto del libro y me dice: ‘mire, ya lo compré’. Solamente está en Colombia y hay personas que lo han pedido para llevarlo a Guatemala, México, Ecuador…; Por ejemplo, en la pasada Feria del Libro Internacional, muchos me contaron que lo querían comprar porque se iban del país y no sabían qué hacer, necesitaban una ayuda. Sé que mi libro los va a ayudar a tomar decisiones.

Es absolutamente feliz con las oportunidades que se han abierto en su carrera y agradece enormemente haber podido complacer a su hijo y regresar a Colombia.
Es absolutamente feliz con las oportunidades que se han abierto en su carrera y agradece enormemente haber podido complacer a su hijo y regresar a Colombia.
“Siempre creí que era una persona solitaria y que no me iba a hacer falta la gente. Y me di cuenta que no, que soy independiente…; pero eso es distinto”.
“Siempre creí que era una persona solitaria y que no me iba a hacer falta la gente. Y me di cuenta que no, que soy independiente…; pero eso es distinto”.
“Pensé que tenía buena concentración, pero aún no la logro en radio. Hay que ponerle cuidado al invitado, al programa, a lo que dice Julio, a lo que ha pasado en los países…; es un reto enorme”.
“Pensé que tenía buena concentración, pero aún no la logro en radio. Hay que ponerle cuidado al invitado, al programa, a lo que dice Julio, a lo que ha pasado en los países…; es un reto enorme”.
Sobre su trabajo como madre y profesional asegura: “Ahí voy, viendo cómo le hago; duermo muy poco, de 4 a 5 horas, buscando la manera de hacer lo mejor posible”.
Sobre su trabajo como madre y profesional asegura: “Ahí voy, viendo cómo le hago; duermo muy poco, de 4 a 5 horas, buscando la manera de hacer lo mejor posible”.
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