No importa si se llama Ana Aguirre o Luisa Fernanda Márquez; no importa si su universo se mueve en el bajo mundo de la trata de blancas, en un barrio cualquiera de la ciudad o en las instalaciones de la Policía; y por lo tanto, no importa si se trata de teatro, cine o televisión. Porque para Julieth, el fin siempre va a ser el mismo: actuar, actuar y actuar.
Las primeras clases de teatro las tomó antes de salir del colegio, y desde entonces todo su ingenio y creatividad los ha puesto al servicio de este oficio. Hace siete años viajó a Bogotá a coprotagonizar Al final del espectro, una película dirigida por Juan Felipe Orozco; y esa experiencia sería el interruptor encargado de encender su anhelo creciente de trasladarse definitivamente a la capital del país.
Pero en ese entonces era muy difícil para ella imaginar que podría vivir de su pasión. Por eso pidió traslado en el almacén de ropa del que era vendedora, pues no quería arriesgarse a regresar con las manos vacías a Medellín; sin embargo, al poco tiempo reuniría la fuerza y el dinero necesarios para salirse con la suya: pagar un taller de actuación, enganchándose en comerciales y con la nómina del Teatro Libre.
A partir de ahí no pasaría mucho tiempo para que saltara a la televisión: Tiempo final, Sin retorno y Verano en Venecia, fueron las primeras producciones en que participó. Sería su papel en A mano limpia, el encargado de instalarla en la memoria de los televidentes colombianos.
Aun así, a pesar del revuelo formado por los medios a su alrededor, considera que aunque le parece bonito la curiosidad despertada por sus apariciones en cine, televisión y teatro, lo que más le gusta es que la gente hable de ella por su trabajo. “Claro, para mí es muy emocionante verme en portadas de revistas, porque son cosas que desde niña soñé; pero no es el fin, al fin y al cabo es algo que hace parte de mi trabajo. El objetivo es hacer proyectos increíbles, actuar cada vez mejor, ser cada vez más creíble para el público y sentirme satisfecha con lo que estoy haciendo”.
Una mujer vulnerable
Y viéndola en su casa, no es difícil imaginar de qué habla. Después de un día de extenuantes grabaciones, su jornada está lejos de terminar. Libretos en mano -pues no se fía del IPad-, subraya las escenas que grabará al día siguiente, organizando con post it y resaltadores los diálogos que dirá.
Y es también conociéndola cuando se puede entender lo diferente que es de Luisa (su personaje en A mano limpia), al tiempo que su vida dista mucho de la de Ana -La promesa-; sin embargo, dentro de ellas hay muchas cosas de su cotidianeidad. Por ejemplo, hace más de un año terminó de grabar este último proyecto y admite que por eso ya puede hablar de él sin ponerse a llorar. Porque aunque no suele perder el control sobre su trabajo, haber encarnado a esta mujer tan sufrida –confiesa- le partió la vida en dos.
“Es una delicia poder hacer personajes tan diferentes, pero el de La promesa me cambió la vida como actriz y como mujer. Me enseñó lo vulnerable que soy, aunque trate de estar tan segura de mí misma. Por otro lado, me costó mucho cortar porque fue un trabajo intenso, de jornadas muy fuertes; pero también de mucha verdad. De un personaje, así no tienes cómo esconderte.
Además, llegaba devastada a mi casa, solo lloraba todo el tiempo; también porque el proceso de investigación que hicimos nos marcó mucho. Ver tantos testimonios de mujeres víctimas de la trata de blancas y saber que eso que te está pasando, que ya se te va a quitar porque dicen ‘corte’ y te vas a casa, le pasó a alguien de verdad, es muy duro. Pero ahora lo agradezco, porque por eso me cambió la vida, porque si hubiera hecho un trabajo a medias no me hubiera enseñado tanto.
Además de seguir deleitándonos con su actuación en La promesa y en A mano limpia II, dentro de poco estrenará su nuevo largometraje, Estrella del Sur. Hablamos con ella sobre éste y sobre la serie que se encuentra grabando, Comando élite.
- Su nuevo proyecto, ¿de qué se trata?
Estoy grabando Comando élite, una serie basada en el libro de Germán Castro Caycedo, llamado Objetivo 4. Somos un grupo de policías de inteligencia encargados de capturar a los capos del país. Yo soy la novata del comando, interpreto a una teniente…; ¡y es otro mundo! Estoy muy contenta de hacerlo.
Además, me encanta la perspectiva de que voy a dar un buen ejemplo a través de este personaje, pues se trata de una policía muy correcta, humana, con días buenos y malos. Este personaje es más parecido a mí, en su rectitud y en esa severidad para estudiar. Lo disfruto mucho y sufro menos que en La promesa.
- ¿Cómo se vinculó al proyecto?
Llegué por casting. El único personaje para el que no he hecho pruebas fue el de Estrella del Sur, la película que se estrena el 3 de mayo. No me pasó así porque el director escuchó referencias mías y nos reunimos, me mostró el guión y me invitó a participar. Eso fue una suerte increíble, pues el guión me encanta y es muy difícil llegar a un proyecto sin que te ‘casteen’.
Para Comando élite hice varias pruebas. Fue un proceso de mucha ansiedad, pero es una fortuna estar allí, porque el elenco es increíble. Es dirigido por Rodrigo y Jorge Alí Triana y mis compañeros son Carolina Acevedo, Roberto Cano, Juan Sebastián Aragón y Salvador del Solar, quien es la cabeza del comando.
- ¿Qué le gusta de la serie?
Me encanta que sea la historia de los malos contada por los buenos, porque casi siempre se cuenta del lado de los primeros. Siento que como televidente, ya estoy saturada de eso. Como actriz, no he tenido la posibilidad de actuar en esas series, y lo agradezco. Estar al aire con proyectos como La promesa y A mano limpia es una fortuna, y reforzar esa posición con Comando élite más, pues no se trata de una decisión que tomes, no decides en qué proyecto vas a quedar. La vida ha sido muy generosa conmigo en ese aspecto y estoy muy contenta de participar en proyectos tan diferentes.
- Y en ese orden de ideas, ¿rechazaría algún personaje por x o y?
Sobre todo en televisión, no tienes la opción de ver si el proyecto va a funcionar o si el personaje es bueno o malo, porque tu solo conoces un pedacito de su universo. Pero sé que hay cosas que no estoy dispuesta a hacer, como desnudos gratuitos. Si yo siento que el personaje justifica lo que hace y en la historia encaja perfecto, me parece fascinante, pero si a mí, como persona, no me pone un reto…; no me interesa.
- Está al aire con dos proyectos, estrena película, graba nueva serie, ¿no está agotada?
¡No! Muchas personas me dicen ‘¿por qué no descansas y te vas de viaje?’. La verdad, no lo necesito. Estoy haciendo lo que me gusta y no quiero parar.

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