En el 2010 se instaló en Bogotá una de las cinco Grand Chapiteau con las que el Cirque du Soleil viaja por el mundo llevando sus más famosos espectáculos. Se trata de una gran ciudad móvil, con una serie de carpas en las cuales se distribuyen el escenario, las tribunas, las taquillas, una cocina, una escuela, varias oficinas y también almacenes. Todo esto para presentar Quidam, en 49 funciones que contaron con una acogida única en América Latina; lo dice el hecho de que toda la boletería se vendió un mes antes de la llegada de esta compañía de circo contemporáneo. Por eso era de esperarse que su siguiente gira por el continente incluyera de nuevo a Colombia.
Y así será. Del 21 de marzo al 7 de abril de 2013 se volverá a levantar la gran carpa en las instalaciones del parque El Salitre, para esta vez disfrutar de Varekai, un montaje creado hace diez años y que ya ha sido visto por ocho millones de personas en el mundo, en más de 3.500 funciones.
Este es un espectáculo de dos horas, más intermedio, en el que los espectadores son llevados a lo más profundo de un bosque, en la cima de un volcán, donde se encuentra el extraordinario mundo de Varekai, lleno de criaturas fantásticas. Una aventura entre lo absurdo y lo extraordinario, en la que más allá de las extraordinarias coreografías, las luces y el sonido, hay una marcada tendencia hacia el circo rumano y antiguo.
Como es la característica principal de los montajes de Cirque du Soleil, Varekai es una explosiva fusión de arte dramático y acrobacia. Lo imposible se transforma en posible, en demostraciones impresionantes de habilidad y poder contrapuestos con una música innovadora y decorados de otro mundo, entretejidos con una expresiva coreografía que habla a todos en el lenguaje universal del movimiento.
El montaje incluye un vestuario compuesto por 130 trajes, en una mezcla de glamur e ilusión, pero a la vez ofrece comodidad y seguridad a los artistas. Los modistos gastaron en las creaciones más originales, casi 33 mil horas de intenso trabajo. Por esto se necesitan un total de 250 horas semanales para mantener los trajes impecables durante la gira.
LO MEJOR, ¡SIN ANIMALES!
Devolverle su esencia a las artes circenses y demostrar que dicho arte va mucho más allá de los actos escénicos que usualmente se realizan con animales, fueron las motivaciones de Guy Laliberté y Daniel Gauthier para crear, en una población muy cerca de Quebec (Canadá), el mundialmente conocido Cirque du Soleil.
Antes de eso, como artistas callejeros, recorrieron buena parte de América, Oceanía, toda Europa y Asia, además de algunos países de África, recopilando información que luego integraron en un solo concepto. Este, junto a la magia de la tecnología, a una excelente elección en la música y a un impresionante vestuario, dio como resultado un show único, con identidad propia, y una perfecta comunión entre cultura y entretenimiento.
Su éxito, además de la calidad de los montajes -en los que la magia se hace presente cada vez que los artistas saltan a escena-, también tiene mucho que ver en que fue uno de los primeros circos en no utilizar animales para sus actos. En esa época, 1984, no solo era extraño o curioso este tipo de propuesta, también les permitió contar con el apoyo de los grupos emergentes en pro de los animales, a pesar de cierto disgusto de los tradicionalistas en este tipo de arte. Eso sin contar con que el costo del mantenimiento y traslado de los animales eleva los costos.
La idea se ha mantenido. Generar una serie de actos circenses unidos por una línea argumental, una historia, y gracias a la experiencia previa de sus creadores, compaginar en un mismo espectáculo diversos estilos provenientes de todo el mundo y de diferentes épocas, lo hace aún más interesante.
Hoy es una empresa con más de cuatro mil empleados, lo cual le permite ofrecer 22 espectáculos exhibidos en 250 ciudades. Para cubrir la demanda mundial, tiene cinco equipos itinerantes que durante buena parte del año recorren el mundo, además de los nueve mil espectadores noche que recibe en los espectáculos que de manera permanente se presentan en Las Vegas.
Así mismo, ya está lista su sede en Dubái, donde tendrá dos shows permanentes en teatros que pueden acoger a más de cuatro mil espectadores por función. También se habla de negociaciones para una nueva sede en Rusia, la cual se haría realidad en el 2016.
DENTRO DE LA CARPA
Una semana antes del inicio de la temporada, la producción llegará a nuestro país para levantar la carpa en la que se presentará Varekai. Contará con 55 artistas en escena de 27 nacionalidades diferentes y un vestuario que requirió de 33 mil horas de trabajo en su confección y 250 horas semanales para mantenerlo impecable durante la gira.
Todos los trajes, hechos a mano, se confeccionan en el Taller de Vestuario de la Sede Internacional de Montreal (Canadá), donde trabajan 400 empleados de tiempo completo, incluyendo especialistas en áreas tan variadas como zapatería, diseño textil, encajes, pelucas, estampados, disfraces y sombrerería.
Cada año, el taller de vestuario produce más de 25 mil piezas, utilizando cerca de 130 kilómetros de telas provenientes de todas partes del mundo. El 80 por ciento de este material es tratado y teñido allí mismo por los artesanos del equipo de diseño textil.

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