Imaginamos que ya estará alistando maletas para disfrutar de unos días de playa (o piscina), mar y mucho sol…; Los niños saldrán a vacaciones y muy seguramente todos se preparan para el plan estrella del verano. Sabemos que su sonrisa comienza a ampliarse soñando con un hermoso bronceado y una tarde de relax bajo el sol y el calor que nos brindan sus rayos.
Sin embargo, antes de “tumbarse” frente a los imponentes y, sin duda, deliciosos rayos solares, le queremos hacer una pregunta: ¿de verdad se ha puesto a pensar, seriamente, en sus beneficios y en sus efectos nocivos? Pues bien, déjenos contarle que esta “simple actividad” tiene sus pros y sus contras. Así es... el sol muestra dos caras.
EL SOL MEJORA EL ACNÉ
Muchos conocemos la importancia del sol en la historia del hombre. Incluso, en la antigüedad, muchas culturas le atribuyeron poderes asombrosos. Hoy, varios estudios concluyen que su función principal en nuestro organismo se basa en la síntesis de la vitamina D, la cual ayuda al cuerpo a absorber el calcio y el fósforo, dos minerales esenciales para la formación normal de los huesos. Y aunque podemos obtener esta vitamina a través de la dieta, la fuente más importante (¡casi en el 90 por ciento!) son los rayos solares.
No obstante, el papel de la vitamina D no se limita a contribuir a la normal mineralización del hueso; un buen número de investigaciones también le atribuyen cierta protección ante algunos tipos de cáncer, especialmente de colon. Además, fortalece el sistema inmune, ayudando a prevenir infecciones, y mejora los síntomas de algunas enfermedades dermatológicas como el acné y la psoriasis.
Pero, ¡ojo! No le estamos diciendo que se “tienda” al sol por largos períodos. Por el contrario, para garantizar la síntesis de vitamina D y mejorar el estado de su piel, solo necesita estar en el sol durante 10 minutos diarios y en horas de la mañana.
EL SOL ALIVIA LA DEPRESIÓN
Si su ánimo está bajo o necesita un empujoncito para sacar la tristeza de su vida, pruebe estar un rato bajo al sol, cambiar el “chip” y sonreír.
Según lo explica la dermatóloga Claudia Díaz, el sol nos brinda cierto grado de vitalidad, nos regala bienestar y, además, promueve una sensación emocional positiva, pues aumenta la producción de serotonina, un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar y que también interviene en la regulación del sueño.
AHORA, SU LADO OSCURO
Así pues, el astro rey es un elemento primordial en nuestra vida. Incluso así y lamentablemente, los efectos nocivos pueden superar a los beneficiosos si nos exponemos de una manera indiscriminada.
No olvide que la piel le puede perdonar ciertos errores; pero eso sí, tenga en cuenta que en algún momento…; ¡le pasará factura!
La “maldición” del color bronce
Nadie puede negar que el canela con el que todas soñamos es pura seducción. Sin embargo, detrás de esa belleza “temporal” se esconde un temible enemigo: el cáncer de piel. Esta patología ha tomado mucha más fuerza en nuestro país, pues según un estudio adelantado por el Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta, publicado en el año 2010, en tan solo tres años, el número de afectados por cáncer de piel se ha duplicado.
Pero si hablamos en cifras, la situación es mucho más escalofriante. “Mientras que en el 2003 teníamos 23 casos de cáncer de piel por cada 100 mil personas, esa cifra pasó a 41 casos en el 2007. El estudio también hizo una proyección de lo que puede ocurrir en el año 2020 en Colombia: si la cifra se mantuviera estable, estaríamos hablando que en el 2020 podrían existir 102 casos por cada 100 mil habitantes”.
¿Le impresiona el dato?... Pues la cosa no para ahí. Según el doctor Guillermo Sánchez, médico epidemiólogo e investigador del Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta, el peligro de padecer cáncer de piel se incrementa cuando vivimos en un país como el nuestro, el cual está localizado en la región ecuatorial, uno de los lugares del planeta donde los rayos solares llegan con mayor fuerza.
Así que si usted está esperando las vacaciones para salir corriendo a buscar ese color dorado de ensueño, recuerde que como segundo resultado puede conseguir un cáncer en el futuro. Y peor es que si usted no ha tomado las medidas adecuadas o ha permitido que el sol le haya causado quemaduras o piel roja, ¡el riesgo es mucho mayor!
De acuerdo con el doctor Sánchez, “allí donde usted se ha quemado y se ha puesto rojo y después progresivamente se va bronceando, aparece una lesión que va quedando acumulada en su célula. Cuando esta no sea capaz de recuperarse más, puede aparecer el tumor. Las personas que sufren alrededor de nueve o diez quemaduras durante la vida tienen cuatro veces mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel en el futuro”.
Así que vuélvalo a pensar: después de conocer estos datos ¿se tendería en la piscina o en la playa, esperando que los rayos ultravioleta dañaran su piel? Esto no quiere decir que huya del sol despavoridamente. Lo que debe hacer es tomar las medidas necesarias a la hora de exponerse.
Cáncer en los párpados
Aunque parezca increíble, el área de los párpados y la zona de la conjuntiva también se ven afectados por la exposición a la luz solar: el 50 por ciento de los rayos UV los afectan, causando una mayor probabilidad de padecer cáncer de la conjuntiva (Carcinoma Escamocelular) o cáncer en los párpados (Carcinoma Basocelular).
Según datos de la OMS, cada año se diagnostican en el mundo de 2 a 3 millones de personas con estos tipos de cáncer. Sin embargo, el más común de ellos es el de párpado. Las personas rubias y de piel blanca son mucho más propensas. Por fortuna, su mortalidad es menor al 0.1 por ciento y su crecimiento es bastante lento.
Por su parte, la incidencia del cáncer de la conjuntiva varía según la región y la exposición al sol. Aseguran investigaciones se presenta desde el 0.02 al 3.5 por ciento por cada 100 mil personas y es mucho más frecuente en los hombres que se exponen al sol por largas temporadas.
Dice el optómetra Javier Oviedo, director de Educación de Transitions Optical para América Latina, “en la mayoría de los casos ninguno de los dos cánceres produce dolor ni molestia alguna en su inicio. En la medida que avanza se puede presentar enrojecimiento del ojo o del párpado afectado con sensación de comezón”.
Y aunque estos cánceres rara vez son mortales, sí son muy agresivos localmente, pudiendo comprometer la visión del ojo o los tejidos blandos de párpados, órbita y cara.
Por ello, lo más importante es la prevención (insistimos: es la única alternativa). Así como existen protectores solares para la piel, también los hay para los ojos: nos referimos a los lentes fotosensibles de alta calidad, que pasan de oscuros a claros dependiendo de la intensidad de la luz.
Recuerde que a la hora de proteger también debe incluir a los niños. El 80 por ciento de la radiación que recibimos la acumulamos durante los primeros 15 años de vida. Por eso los niños y los adolescentes son más vulnerables a los efectos nocivos de las radiaciones ultravioleta.
Cuide sus ojos
Las cámaras bronceadoras emiten radiación ultravioleta tipo A, B y C similar a la del sol. Por lo tanto ofrecen el mismo ¡o más riesgo! para cáncer ocular. Esto especialmente en personas menores de 30 años.
Es importante realizar consultas anuales con el especialista en la salud visual o consulta prioritaria ante cualquier lesión sospechosa en los ojos.
Tome medidas de protección desde la temprana edad, pues los rayos atraviesan más rápido los ojos de los niños y pueden afectar en mayor medida la retina.
No compre gafas o lentes en sitios desconocidos. Éstos deben adquirirse en lugares seguros y confiables.
Envejecimiento prematuro de la piel
Si le dijéramos que el 90 por ciento de los síntomas de envejecimiento de la piel son causados por el sol, ¿nos creería?
La piel está compuesta por tres capas: la epidermis, la dermis y el tejido subcutáneo. La dermis contiene colágeno y elastina, elementos que dan a la piel un aspecto liso y juvenil, pero que pueden ser dañados por los rayos solares, los cuales promueven la formación de radicales libres, que a su vez tienen una gran capacidad oxidante que deteriora las células y, por ende, provocan el envejecimiento prematuro de la piel.
Échele un vistazo a sus manos, cuello y rostro ¿Qué diferencia nota al contrastarlas con el resto de su piel? Seguramente verá que no tienen tanta elasticidad, son un poco ásperas y tienden a un color amarillento –totalmente diferente al del resto de su piel-. Incluso, si lo detalla con lupa, encontrará una que otra pigmentación irregular, conocidas por los especialistas como “manchas de envejecimiento”. ¡Ahí están reflejados los daños del sol!
¿Cómo encontrar el equilibrio?
Aunque es un tema complejo, un poco de sol tomado con las medidas adecuadas siempre será necesario. Tenga en cuenta algunas recomendaciones:
La hora. Los expertos aseguran que los rayos ultravioleta inciden con mayor fuerza entre la 11 de la mañana y las 3 de la tarde (horas en las que seguramente usted acude con mayor frecuencia a playas y piscinas). En síntesis, prohibido exponerse al sol en esas horas.
Tipo de piel. Tenga en cuenta su tipo de piel. Si usted es pelirroja o rubia y de piel clara, tiene muy poca capacidad de tolerar la radiación solar. Por el contrario, las personas morenas gozan de una mayor tolerancia.
¡Protección! Si definitivamente o se aguanta las ganas de entrar a la piscina cuando no debe, hágale frente a los riesgos potenciales protegiéndose con el uso de pantallas y protectores solares con factores altos, usando sombreros, camisas frescas de manga larga y gafas de sol. Aunque el día sea nublado, es conveniente aplicarse crema protectora, pues los rayos atraviesan las nubes y llegan con la misma intensidad.
MITOS Y VERDADES DE LOS BLOQUEADORES
Aunque no podemos afirmar que el uso de protector solar es una “vacuna” contra los efectos nocivos del sol, la verdad es que ayuda mucho a la hora de proteger nuestra piel. Por eso, es necesario corregir algunos errores y desestimar mitos relacionados con estos productos.
El doctor Hernando Harker, miembro de la Sociedad Americana de Medicina Antienvejecimiento y miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Facial y Rinología, hace referencia a algunos mitos y realidades sobre el tema.
¡Yo uso FPS100 porque protege más!
MENTIRA. La única diferencia entre un bloqueador factor 15 y uno factor 100 es el tiempo que dura el efecto de protección. Una persona que usa un FPS15 debe aplicarlo seis veces al día, mientras que quien usa un FPS100 necesita usarlo cuatro veces al día. Pero ninguna de las dos personas se libra de los efectos nocivos del sol si lo aplica una sola vez.
Todas las mañanas uso bloqueador. ¡Ya estoy protegida!
Ningún bloqueador protege más de seis u ocho horas, de manera que al cumplirse este tiempo, usted queda totalmente desprotegida.
Me la paso en una oficina todo el día. No necesito bloqueador.
¡Sí, sí lo necesita! Este es uno de los errores más comunes…; y muy graves. La mayoría de personas cree que solamente el sol produce manchas y alteraciones en la piel. La verdad, es que si alguien trabaja todo el día frente al computador, recibe una alta carga lumínica que envejece las células y mancha igual que la luz solar.
¿El Factor de Protección Solar es igual que la pantalla solar?
No. El Factor de Protección Solar (FSP) nos protege contra los rayos de luz. Las pantallas cubren un espectro mucho más amplio. Por eso es necesario que el producto de protección solar tenga los dos tipos. Una manera de entenderlo más fácilmente es que las pantallas son filtros físicos y el FPS es un filtro químico.
El bloqueador me causa granitos…; Por eso no lo uso.
El problema no es el bloqueador, el problema es que no está eligiendo el producto correcto para su tipo de piel. En el mercado puede encontrar una variedad de productos de acuerdo con sus necesidades, que no le generarán alteración alguna.
Todos los bloqueadores me dejan la cara blanca.
La industria cosmética ha desarrollado productos que incluso dan efecto mate o tienen ligeros toques de color que ayudan a que el tono de piel se vea más uniforme. Comience a buscar el suyo. ¡Ya no tiene excusa!
El protector es solo para la cara. El resto del cuerpo no lo necesita.
Una de las razones de las manchas en las manos que tanto atormentan a las señoras es la falta de protección adecuada. Así que aplíqueselo en las partes del cuerpo que reciban mayor exposición diaria.
Los bloqueadores no dejan que uno se broncee.
Al contrario, el bloqueador ayuda a conseguir un bronceado sano. No olvide que el color que se adquiere depende de la producción de melanina de su organismo.
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ASESORÍA
Doctora Nubia Bejarano Varela. Optómetra y gerente de Transitions Optical para el Cono Norte de América Latina. Doctor Javier Oviedo. Optómetra y director de Educación de Transitions Optical para América Latina. Doctor Guillermo Sánchez.
Médico epidemiólogo e investigador del Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta. Doctor Hernando Harker. Miembro de la Sociedad Americana de Medicina Antienvejecimiento y miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Facial y Rinología. Doctora Claudia Díaz. Médica dermatóloga de la Universidad del Valle.

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