Una bohemia de vestidos holgados, amante del vino y la poesía, una aguerrida que contra viento y marea consigue todo lo que se propone, ambas contaron su historia de dolor, pasión y ganas de vivir la vida luego de una fuerte batalla librada contra una de las enfermedades más complicadas que nuestro organismo puede desarrollar: el cáncer.
Cuando la vida te da una oportunidad debes tomarla y aprovecharla al máximo, eso es algo que sin duda aprendí al lado de estas dos mujeres el día que las entrevisté en la Institución Educativa Distrital Las Gaviotas, colegio donde ejerce la profesión de psicorientadora Luz Miryam Caper, quien ha estado vinculada en la Secretaría de Educación desde hace 37 años aproximadamente y, quien junto a la psicóloga (y además capitana del equipo Pink Pirates de Bote Dragón Colombia) Carolina Posso Vergara, testifican que el remo ha sido un deporte revelador en sus vidas.
El vuelco de 180° de Luz
En 2017 Luz se habría propuesto una meta, viajar por todo el mundo, algo para lo que se encontraba lista, pues ya tenía sus ahorros para cuando llegara el día.
Luz acudió al especialista en urología Luis Javier Alzamora, a quien agradece inmensamente por ser un excelente profesional y haberla acompañado en su proceso al igual que lo ha hecho con varias mujeres del equipo Pink Pirates del Bote Dragón en sus tratamientos.
Así fue como en el 2018 entre tratamientos, cirugías y radioterapias, Luz tuvo que cambiar sus planes de subir y bajar de aviones para luchar contra un mal que no iba a dejar que la consumiera. (Le puede interesar: “El cáncer me enfermó el cuerpo, pero me sanó el alma”)
En ella hubo una necesidad de documentarse lo más que pudo, comenzó a leer y a leer y a comprender su proceso para comenzar a hacer las preguntas que tenía que hacer realmente... “Siento que fui bastante resiliente sobre todo por mi familia, debía ser fuerte por ellos”, sobre quienes manifiesta fueron su red de apoyo durante aquél duro momento.
Luz descubre el Bote Dragón
¿Cómo llegó Luz al Bote Dragón? ¿Qué es? ¿Cómo pasó? En 2018 a Luz la contacta una gran amiga y como una forma de brindar apoyo le comenta que al día siguiente de su llamado en un ecoparque de la ciudad iba a estar una mujer que instauraría una fundación para mujeres sobrevivientes de cáncer, “de una sobreviviente para sobrevivientes”, le decía su amiga.
Luz estaba en su segundo año de haber empezado su travesía con la enfermedad, aún no lo asimilaba.
“Lo último que quiero es estar rodeada de mujeres sobrevivientes de cáncer”, manifestó Luz en su negación sin imaginar que estaba a punto de entrar a un mundo del que jamás querría salir.
Casi que sin darse cuenta pasó de un mundo académico, pedagógico, bohemio y poesía a realizar su primer viaje remando en un campeonato en Panamá en el bote Dragón.
La capitana de Pink Pirates
El diagnóstico de Carolina Posso, fue en el 2014, ella comenzó a sentir una bolita en el seno en el 2013, la capitana no llegaba ni siquiera a los 30 años en aquél entonces, por lo que los médicos no le prestaron atención.
Cuenta Carolina que para abril del año siguiente ya no tenía que buscar la bolita, pues al revisar su seno la hallaba en seguida.

Tenía una prima que había fallecido de cáncer y su hermana estaba pasando por el mismo proceso, decía que debía estar alerta y tener mucho cuidado. Comenzó su proceso un 21 de abril del 2014, le detectaron el cáncer, justo para entonces, se preparaba para su matrimonio.
Al seguir realizando sus tratamientos y quimioterapias, su doctor le comentó que el examen genético salió positivo y que debían extirparle un seno, al ir a la junta médica para la cirugía le dicen que deben ser ambos, pues el examen había dado positivo para triple negativo.
“Un día de consulta con el doctor Alzamora para analizar lo de mi cirugía, me recomendó algo sobre remo en lo que estaba vinculada su esposa, me dijo, pásate por Manga allá hacen sus prácticas y me comentas que tal”, escuchó Carolina incrédula pensando en que podía encontrar en aquel sitio. (Le puede interesar: Cáncer de mama: ¿por qué la discriminación es un factor de mortalidad?)
Era por la tarde y Carolina con su madre pasaron por el sitio y lograron dilucidar un montón de gente, pero no se acercaron, regresaron al día siguiente, era la inauguración.
“Vi un montón de mujeres con camisetas rosadas en un bote y me dije ¿qué locura estoy haciendo yo acá?” contaba Carolina al tiempo que dijo cómo conoció a Catalina Palacio, la fundadora de quién se hizo muy amiga durante esos días.
Una vez dentro, si dio cuenta de que le gustaba llevar el control del bote o por lo menos el puesto de guía, en ese momento la que era capitana decide echarse a un lado y en votaciones quedó Carolina como capitana en el 2019.
“Es ahí cuando vamos a nuestra primera competencia internacional y Catalina iba a ir con nosotras dos días antes de viajar, luego de eso, nos llaman y nos dicen que Catalina murió” dijo entre sollozos Carolina.
Orígenes de esta práctica
La práctica de remar en botes dragón para sobrevivientes de cáncer de mama comenzó en la Universidad de Columbia Británica, en Vancouver, Canadá.
Fue en 1996 cuando el dr. Don McKenzie, profesor del Departamento de medicina deportiva y fisiólogo del ejercicio, cuestionó el pensamiento en la medicina de que las mujeres pacientes con cáncer de mama debían evitar el ejercicio riguroso de la parte superior del cuerpo por temor a desarrollar linfedema, una hinchazón que causa la acumulación de líquido linfático en el cuerpo, debido al vaciamiento ganglionar al que son sometidas muchas mujeres al operarse de cáncer de mama, expone Carolina Posso.

Las catorce deportistas que conforman el equipo de las Pink Pirates en Bote Dragon están listas para representar a Colombia en el Campeonato Panamericano de Botes Dragón, que se realizará en Panamá, del 16 al 19 de marzo del 2023. (Le puede interesar: Remadoras cartageneras, sobrevivientes de cáncer, ejemplo de superación)
El equipo femenino participará en el certamen de bote dragón en la categoría Sobrevivientes de cáncer de mama. En el evento competirán ante representantes de más de 10 países, entre ellos Argentina, Bahamas, Brasil, Canadá, Estados Unidos, México, Panamá, Puerto Rico, y Trinidad y Tobago.