Soñar en iku y pensar en iku. Esta es la fórmula que mantiene Geraldine Ati Villafaña Torres conectada con sus raíces, con la tierra, con su esencia, con lo que es: una mujer indígena arhuaca, estudiante de derecho, hablante de la lengua iku, una de las 68 lenguas nativas étnicas que hay en Colombia: 65 indígenas, dos criollas ( ri palenge y creole) y la romaní, del pueblo rrom/ gitano. Lea: Este 21 de febrero es el Día de las Lenguas Nativas en Colombia
Geraldine tiene como lema de vida “J̶únu̶ku̶nu̶̶ ɉina, bay weri tanu̶̶ zanamu̶̶si i’ba i’ba íngu̶̶nu̶̶ u̶ngawu̶n.”, que en español significa amigos, caminemos y construyamos juntos la igualdad. Quizá por eso decidió estudiar derecho, pero mientras tanto, también va enseñándole a las personas que se sorprenden cuando la escuchan hablar más sobre su lengua y cómo a través de esta se mantienen las tradiciones de su pueblo, el conocimiento, las formas de vida y la conexión con la naturaleza.
Luis Sevillano, subdirector del Programa Juntanza Étnica y exdirector de Poblaciones del Ministerio de Cultura, coincide con Ati y señala que “Colombia tiene un patrimonio lingüístico muy amplio que permite concebir diversas visiones de desarrollo. Las lenguas nativas son el cordón umbilical entre el territorio y las personas, y se deben realizar acciones que permitan garantizarles a los pueblos su comunicación efectiva”.
Sin embargo, lidiar con el desconocimiento sobre las lenguas nativas es algo frecuente que tienen que enfrentar las personas hablantes cuando salen de sus territorios. Por esa razón, Rodolfo Palomino, realizador audiovisual de Palenque hace una invitación permanente a través de sus creaciones para que las personas conozcan el ri palenge, su historia, la cultura y la relación con las formas de vida ¿Quién no ha oído hablar de la medicina ancestral o de las recetas culinarias de San Basilio de Palenque como la cocada? ¿Cómo se transmitió ese conocimiento? A través de la lengua.
“Asina po tadde, kumo kusa ata” Ando Palenge I ata kombesa a to enú kumo jue le Suto ata supilita ma kuttura Suto pa polé sindi andi ete paraje, ke ase ñama ri palenge”: Buenas a todos, cómo están todos. Desde Palenque vengo a contarles cómo se ha podido conservar nuestra cultura en el territorio”.
Rodolfo recuerda que el ri palenge les ha permitido conservarse como pueblo negro y su herencia africana, a través de la transmisión de conocimientos, la autonomía, jugando un papel importante en la historia porque fue a través de esta cómo los ancestros pudieron comunicarse entre sí y lograr liberarse de la Corona Española, formando lo que hoy se conoce como San Bansilio de Palenque, aproximadamente a una hora de Cartagena.
¡Preservar las lenguas nativas !
De acuerdo al DANE (2018), en Colombia 819.291 personas indígenas hablan alguna de las 65 lenguas indígenas y de las 25 515 raizales y 6637 palenqueras, 67 de cada 100 personas conservan su lengua. Así mismo, el 63,6 % del pueblo rrom habla su lengua, siendo una población aproximada de 2.649.
Las cifras de hablantes de lenguas nativas que hay en el país, tal y como lo plantea el Plan Decenal de Lenguas Nativas, plantea la necesidad de reconocer que para los grupos étnicos la lengua es la expresión de un territorio, la garantía de la memoria histórica, y los modos como manifiestan su interpretación del mundo.
“Gajakue say minoke. Nes jañguaki janshubenga. Nawijui muldigaba mashui akzé. Muldigabajagana kagguba zañkuane, zañgatsukuane kashekue naklda: Hermanos y hermanas cómo están: Espero que estén bien. Nuestra lengua kággba es muy valiosa. Nuestra lengua Kággaba es lo que nos mantiene la identidad”, dice Jose Manuel Sauna, comunicador del pueblo Kogui.
Y es que la importancia de preservar el conocimiento de los kogui y los demás pueblos que conservan sus lenguas, radica, en parte, en que este no encuentra equivalencia al ser traducido al español, por ejemplo. “Leemos el agua, la naturaleza. Esa sabiduría ha venido de generación en generación, en la comunidad, con los mamos, desde la oralidad”, agrega José Manuel ¿Cómo se traduce eso al español?
Diana Lozano, indígena wanano, miembro de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC), relata que desde el nacimiento empieza la transmisión de saberes y tradiciones a través de la lengua. Son recibidos en el mundo con rezos para la protección por parte de los abuelos y les son enseñadas palabras para ir al río, el significado de la primera menstruación, entre otras prácticas cotidianas.
“Las mujeres podemos ser conocedoras de la medicina ancestral, de la partería, las plantas especiales que ayuden a los niños. Además de los consejos. Todo esto viene en nuestra lengua, wanano, siendo los abuelos sus mayores conservadores”, dice.
Leyder Andrés Tombe Morales, joven del pueblo misak, exalta la importancia de seguir preservando la lengua a través de la protección de estas, la pedagogía y el reconocimiento, especialmente para las infancias y las juventudes, quienes, a raíz de reacciones, en muchos casos negativas, alrededor de la lengua, pueden sentirse incómodos en algunos escenarios.
“TapkƟn maya misakmeran, Misak Misak warƟntrape, namtrik wan kƟrikkƟmƟtƟ waminchikun chu apintru kucha - Buenas para todos y todas, para seguir viviendo como pueblo ancestral misak, hablemos el namtrik sin miedo en donde quiera que estemos”, agrega Leyder.
En este sentido, cobra relevancia fechas conmemorativas como el reciente Día Nacional de las Lenguas Nativas, que permiten hacer pedagogía sobre estas, balances de retos y avances en la preservación, así como adoptar medidas de protección para que hablantes como Geraldine, Rodolfo, Jose Manuel, Diana y Leyder, tengan garantías y puedan preservar su identidad.
Josselyn Bryan Arboleda, bióloga marina, perteneciente al pueblo raizal, señala:“Kriol identify wii. O kriol da fih wii blessing: el creol es lo que nos identifica, es una bendición”.