Mientras recorría una de las calles del barrio 7 de Agosto, vestida de los colores de la bandera de Cartagena, como si se tratara de la ruta del bando del año 2007, Ángela Caraballo narraba cómo eran las Fiestas de Independencia del 11 de Noviembre en aquel entonces. Lea aquí: Ángeles Somos: conoce el valor cultural de nuestra tradición
“Los lanceros nunca íbamos en carrozas”, decía la mujer de 86 años, quien caminaba bailando, ‘de pe a pa’, todo el recorrido del bando con la lanza, que aún conserva, por todo lo alto.
Desde mucho antes de ser nombrada Gran Lancera de las Fiestas de Independencia 2006-2007 —fue la segunda Gran Lancera en la historia de las Fiestas (la primera fue Irma Jiménez)— ya Caraballo había venido trabajando por la preservación del patrimonio cultural de La Heroica desde hace mucho tiempo. Lea también: La desgarradora historia de los niños que cruzan el Darién
En el año 1967 la getcemanicense creó la agrupación de danza folclórica Estampas de Fuego, que hasta el sol de hoy sigue operando bajo la batuta (o lanza) del exactor festivo.
Pero si nos vamos mucho más atrás en el tiempo, llegamos a la infancia de sus hijos, que, aunque cuentan con títulos profesionales, llevan la vena artística que heredaron de su madre.

Ángela Caraballo y su última nieta.
“Si no son bailarines, son músicos, pero siempre les hemos inculcado, mi esposo y yo, el amor a la cultura de su tierra”, señaló la cartagenera.
De hecho, por ahí estaba su última nieta jugando con sus amigas del barrio, quien ya tenía el traje que la misma Ángela Caraballo había cosido para ella, para cuando El Universal llegara a tomarle la foto. Le puede interesar: Leandro Díaz no pudo quedar ciego por el líquido amniótico, te cuento por qué
Y también su última bisnieta, quien pasó en una pequeña carroza del desfile de jardines infantiles el mismo día que estuve en su casa, el pasado jueves.
Se trata de una escuela de danza dirigida por Ángela Caraballo, la cual cuenta con varias categorías acorde a la edad de los 145 niños y adolescentes, de los barrios 7 de Agosto y Santa María, que hacen parte de este. Los pequeños bailarines practican todo tipo de danzas típicas —tales como cumbia, fandango, garabato, entre otras— y se presentan en diversos espacios culturales de la ciudad, por ejemplo, el primer preludio de la agenda de las Fiestas de Independencia 2022, realizado en el barrio vecino de Canapote.
“Yo estoy consciente de que se trata de niños pobres, por esta razón no les cobro ni un solo peso a los padres de estos muchachos, con el apoyo de mis hijos logro cubrir todos los gastos e inversiones que Estampas de Fuego requiere”, aseguró Caraballo.

Ángela Caraballo vive en el barrio 7 de agosto.
E hizo especial énfasis en los vestuarios, los cuales cose ella misma. Por cierto, incluso el traje que llevaba puesto el día que fuimos a su morada lo había hecho ella, que por tratarse de una talla más grande de las que suele hacer, tardó una semana en estar listo. Siga leyendo: Vende fritos desde las 3 a. m. para poder estudiar desde las 8 a. m.
En lo que parece ser una de las salas de su casa, o no estoy segura si se trata de una habitación, tiene una especie de bodega llena de vestidos de todos los colores, estilos y texturas, instrumentos como tambores, collares, flores, lazos y sombreros.
Todo esto por y para Estampas de Fuego, grupo al que ella misma entrena, todos los días, cada categoría en un horario diferente.
Antes de que iniciara la agenda de las Fiestas de Independencia de este año, el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena realizó la tradicional Gran Noche de Lanceros y Actores Festivos, a la cual asistió Ángela Caraballo y bailó al ritmo el bullerengue junto a sus otros compañeros folcloristas.

Lanza que Ángela Caraballo usó en el año 2007, cuando fue Gran Lancera.
En este espacio revivió el recuerdo de lo que significa ser lancero, más allá de bailar y animar unas fiestas tradicionales, se trata de representar la transformación de los grandes iconos cartageneros, quienes pasaron de ser lanceros reales que tiñeron la tierra que hoy pisamos con su sangre por defender a la misma, a convertirse en grandes hombres y mujeres que hoy levantan otras lanzas con el fin de mantener la memoria de aquellos acontecimientos y mostrarla al mundo a través de un mensaje de paz, unión y alegría. Lea: La mujer que recorre Cartagena en silla de ruedas por los discapacitados
Por esta razón, la Gran Lancera del año 2007, con un sinsabor que se reflejó en su rostro, expresó su descontento frente a la selección de participantes en algunos espacios de las Fiestas de Independencia, tales como el Cabildo de Getsemaní y el Bando del 11 de Noviembre, eventos a los cuales envió la solicitud de participación de Estampas de Fuego, pero que hasta la mañana del 3 de noviembre aún no había recibido respuesta.
Independientemente de ello, la cartagenera tiene claro que continuará con su labor cultural “hasta que el cuerpo aguante”, y ya casi ‘pisando’ los 90 años aún no avista desde cerca su retiro del mundo del folclor.
Espera que de aquí hasta entonces, el nombre de Estampas de Fuego, proyecto al que le ha invertido tantos años, esfuerzos y, sobre todo, amor, pueda llegar aún más alto de lo que se ha logrado hasta el momento.

