Catalina Pérez y Juan David González son los responsables del primer Centro de Recuperación de Alimentos Cocidos que tiene Colombia. Se llama Alma y queda en Alto Bosque, un barrio de Cartagena. Ellos son los creadores de la Fundación Alimentar sin Desperdicio, el proyecto más ambicioso que se ha hecho jamás en la ciudad y en la Región Caribe en cuestión de aprovechamiento de alimentos. Una propuesta con un componente social tan profundo e importante que le ha valido a Catalina ser Mujer Cafam en 2019 y a la fundación ser reconocido a nivel nacional en programas como ‘Séptimo Día’. Pero los protagonistas no son Catalina ni Juan David, son los casi 2 mil niños que hoy tienen una comida integral gracias a su esfuerzo.
“Este es un tema de vocación, de cómo podemos hacer para reducir el hambre y no estar sentada desde mi casa sin hacer nada”, dice Catalina, cartagenera de padres bogotanos.
“Hay un potencial enorme en recuperar alimentos. Primero recuperábamos comida de hoteles y eventos sociales. En principio, se sumaron Don Juan y María donando la merma del pescado; también obteníamos comida con los eventos de Mary Cuéter. Aparecer en ‘Séptimo Día’ en 2018 nos abrió las puertas tanto de donantes como de gente que nos pedía ayuda”, continúa.
En 2019, antes de la pandemia, dada la cantidad de eventos en Cartagena con el cierre de los bufés a las 12 de la noche, quedaba mucha comida intacta, que ya no iba a la basura, sino que era aprovechada y de qué manera.
Juan David González fue hace años jefe de productos y bebidas del Club Naval y sus conocimientos en cocina, sumados a los protocolos de seguridad alimentaria que trabajaron junto a una ingeniera de alimentos, les permitieron continuar con este proyecto sin temer intoxicaciones y ofreciendo un producto de calidad, que alimenta a niños hasta los 12 años de los Cerros de Albornoz. (Le puede interesar: La niña que se salvó de morir tras caer en un precipicio)
“Cuando empezamos nos dijeron que estábamos locos, que lo que estábamos haciendo era ilegal, que intoxicaríamos a los niños. Desde hace cuatro años, cuando empezamos, no hemos tenido ningún problema. Establecimos todos los protocolos para la recuperación segura de estos alimentos”, añade Juan David.
Gracias a la ayuda del comediante Alejandro Riaño, quien progamó un evento para recaudar fondos en 2019 en el Movistar Arena, Fundación Alimentar pudo levantar a Alma. Con este evento, dos fundaciones más se beneficiaron: Techo Colombia y Proyecto Guajira.
Dada la falta de eventos y las restricciones debido a la COVID- 19, el camión de alma se vuelca a las tiendas Ara, recuperando lo que ellos no pueden vender: frutas y verduras, alimentos que expiran en tres días, o con problemas en el empaque. Asimismo recorre Bazurto, donde quieren expandir un proyecto de recuperación del 30% de su comida desperdiciada.
Ya en Alma, los alimentos se clasifican, reprocesan o almacenan, según sea el caso. Allí funciona su cocina.
Tienen Manitos, que son comedores propios donde atienden alrededor de 900 niños en Cerros del Albornoz. Hay dos: uno en el Mirador de Cartagena y el otro en Nueva Israel. Se apoyaron en las estadísticas de Cartagena Cómo Vamos para ubicar los lugares con más pobreza, así que envían a diario el camión. (Lea aquí: La dulce mujer que creó las populares galletas María Luisa)
Su trabajo social se extiende además a la educación de los niños en cuanto a reciclaje de plástico, cursos de todo tipo para los adultos y acompañamiento de Profamilia.
Fundación Alimentar subsiste con donaciones y plan padrino. Como persona natural, usted puede apadrinar a un niño con 37 mil pesos al mes desde la página alimentar.org.co
Incluso en pandemia cuando más niños con hambre hubo y menos eventos se dieron, Catalina y Juan José pudieron seguir cambiando la realidad de estos miles de niños con hambre. Pero se necesita más ayuda para llegar a más bocas.
En cifras
236.426
toneladas de alimentos se pierden anualmente en Cartagena.
1, 6 millones
de toneladas de alimentos acaban en la basura en la Costa Caribe de Colombia al año.
472.852
toneladas de alimentos se desperdician en Bolívar al año.
Y LA PARADOJA ES QUE...
34.298
niños menores de cinco años viven en pobreza extrema, según Cartagena Cómo Vamos. 16.484 padecen desnutrición crónica.
Según VEOLIA y la Administración del Mercado de Bazurto desde marzo de 2021 a junio de 2021 se desperdiciaron:
769
toneladas.
El mes en el que más se desperdició fue en abril con 260 mil kilos.
Recuperar comida en Bazurto- El proyecto de Alimentarte:
Solo recuperando el 30% del promedio de desperdicio del mercardo de Bazurto, Alimentarte podría utilizar 38. 500 kilos
de alimentos para dar comida a 5.816 niños
pobres de Cartagena, a diario. Serían 116. 314 raciones de alimentos al mes.
Impactarían a la carga de dióxido de carbono que emiten estos desperdicios, logrando que no se generen 62.623 kilos de CO2 al mes.
