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Museo Histórico de Cartagena festeja 97 años

El Museo Histórico de Cartagena (MUHCA) celebra 97 años como un guardián de la memoria de la ciudad en más de cuatro siglos.

Museo Histórico de Cartagena festeja 97 años

Moisés Álvarez Marín, director del MUHCA.

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Recorrer el Museo Histórico de Cartagena es emprender un viaje de más de cuatro siglos. Allí el mar resuena sobre la antigua aldea de los calamaríes. Y al cerrar los ojos, uno puede presentir el instante en que la mano domesticaba la piedra para erigir las murallas. Y puede intuir la noche de noviembre en que Pedro Romero junto a los Lanceros de Getsemaní planearon, con los artesanos y los líderes de la resistencia, el día que sellaría tres siglos de dominio español sobre nuestro destino histórico. Mucha gente venía al Palacio de la Inquisición solo a ver las Cámaras de Tormento, la balanza en donde pesaban a las brujas, la soga de los ahorcados y los asientos virreinales de los inquisidores, pero entrar allí, es pasar por ese tiempo, y entrar a los siglos venideros. (También le puede interesar: Museo Histórico: la batalla por la memoria, el presente y el porvenir)

Muhca, visión integral

Se llama Museo Histórico de Cartagena (MUHCA), porque rebasa el tiempo en que era tan solo el Palacio de la Inquisición. Hay muchos cartageneros que jamás han entrado ni al Museo Histórico ni al Castillo de San Felipe. Y muy probablemente tampoco han entrado al Museo de la Casa Núñez, al Museo de Arte Moderno, al Museo Naval del Caribe o al Museo del Oro. Incontables oportunidades ha tenido la ciudad para que todos los que no han entrado a esos museos lo hagan el último domingo de cada mes. Por supuesto, la pandemia pospuso esa posibilidad presencial.

El museo ha ido tras esos ciudadanos que cuando se detienen en el umbral de piedra del Palacio de la Inquisición, no tienen la menor idea de que detrás de esa gigantesca puerta hay una historia que interpela a todos los habitantes de Cartagena.

Un museo de 97 años

El Museo Histórico de Cartagena, creado en 1924, está en el corazón amurallado de la ciudad, dentro del Palacio de la Inquisición, pero en sus ámbitos de gran riqueza arquitectónica colonial, no solo se contempla la terrible historia de la Inquisición, sino también el origen y trazado de la ciudad, la construcción de sus murallas, sus catedrales y monumentos, el proceso de Independencia y creación de la sociedad colombiana, desde el siglo XIX hasta el siglo XX. Allí reposa una réplica de las primeras llaves que usó la ciudad en tiempos de la Colonia y documentos como el Acta de Independencia de Cartagena, del 11 de noviembre de 1811.

El guardián del reino

Moisés Álvarez es el guardián del reino. Él tiene las llaves de esta memoria histórica porque fue el artífice del Archivo Histórico de Cartagena, que propició un viraje en el concepto del antiguo museo que gravitaba solo sobre su Palacio de la Inquisición, descuidando los siglos que siguieron a la Colonia, la Independencia y la República. Moisés estudió Archivística en España y es un historiador humilde pero consagrado. Ha sido, sin proponérselo, el historiador de la ciudad que guía a los ilustres visitantes. Guió a muchos jefes de Estado de Colombia, España, Cuba, Francia, entre otros. Le tocó la experiencia de guiar al Premio Nobel García Márquez junto a Fidel Castro por las calles de la ciudad y a su vez, compartir con el historiador de la ciudad de La Habana, Eusebio Leal, el privilegio de interactuar perplejidades comunes sobre la conservación y mantenimiento del patrimonio cultural de las ciudades del Caribe, especialmente, de La Habana y Cartagena. Eusebio silabeaba el nombre de la ciudad y le parecía el nombre de una mujer. (Lea también: Vivir y reconocer el museo, la apuesta del Museo Histórico de Cartagena)

Centro cultural

El Museo Histórico de Cartagena no se limita a albergar memoria del pasado, sino a interactuar con el presente, dinamizando las nuevas realidades culturales en Cartagena, y abriendo espacios a los ciudadanos. Además de establecer un vínculo enriquecedor con otros museos de la ciudad y el país, MUHCA ha creado agendas propias en la vida cultural de la ciudad proyectadas a las comunidades, audiencias infantiles, juveniles y adultos.

El Patio de las Caballerizas ha sido un escenario palpitante de encuentros humanos, diálogos y tertulias de historiadores, sociólogos, músicos, grupos culturales y artísticos. La Sala de Exposiciones ha acogido a reconocidos artistas de la ciudad y el país, y a diversos expositores de barrios y municipios de Bolívar.

Muchos festivales culturales encuentran en los escenarios del museo, un ámbito propicio para la reflexión, el diálogo y el intercambio de ideas y experiencias estéticas. Universidades de Cartagena y el Caribe e investigadores de la región acuden a la paciencia solícita, al conocimiento y a la sabiduría de Moisés Álvarez para precisar una fecha, un dato histórico o un episodio de la ciudad en más de cuatro siglos.

Epílogo

Muchos documentos y obras de arte colonial hubieran sido devoradas por el comején, la humedad o la desidia de los gobernantes, si Moisés Álvarez Marín no hubiera asumido la aventura descomunal de proteger la memoria histórica de Cartagena.

¡Qué curioso! Él, que nació en Aracataca, es de padre cartagenero, hubiera podido quedarse en Europa y desentenderse de la suerte local de nuestra memoria, pero tuvo el corazón de los navegantes que prefieren quedarse en tierra porque su nave viaja en un tiempo que rebasa los cuatro siglos. Tuvo corazón, sensibilidad, lealtad y nobleza para seguir batallando como un quijote o un peregrino inmóvil cuidando las llaves sagradas de ese reino.

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