En San Jacinto, la educación es sinónimo de progreso y es quizás por eso que se ha olvidado que el arte de tejer va más allá de conseguir dinero. Los indígenas zenúes le dejaron a San Jacinto su amplio legado, trabajando el hilo de algodón y fue así como el tejido junto a la agricultura, fueron los pilares de la economía; cada uno adoptado por un género diferente. Mientras los campesinos se dedicaban a surtir la despensa, las madres y jóvenes creaban hamacas, mochilas, fajas y otros productos.
Una de las fundaciones que busca rescatar especialmente en los niños sanjacinteros la práctica de tejer, es la Fundación Abriendo Puertas, que se describe como un ente sin ánimo de lucro, con un objetivo social amplio que le permite apoyar distintos proyectos a nivel público y privado.
Fátima Lascarro es la coordinadora de esta fundación, que desde hace 4 años viene trabajando en el proyecto cultural ‘Tejiendo sueños positivos’. “Queremos ayudar a conservar las costumbres y tradiciones de nuestra tierra, en especial abogar por el fortalecimiento de las artesanías”, explica. Ellos se han puesto el objetivo de formar y capacitar a grupos de niñas de 8 a 14 años, para que desarrollen su talento.
Las clases
A decenas de niñas las educan en el llamado tejido universal, el crochet; y además en técnicas de bordado. Pero no solo eso, “les enseñamos a utilizar el telar oriundo e insigne de nuestros ancestros para hacer la tradicional hamaca, que nos distingue dentro de las grandes muestras artesanales a nivel nacional e internacional”, añade Fátima. “Me gusta el interés que ellas ponen en aprender el tejido vertical. Como sanjacinteras pienso que nacemos con el don de coger la aguja para tejer una mochila, con el don de coger la paleta para tejer una hamaca”, piensa.
El telar vertical al que se refiere Fátima es una estructura que, según investigadores, pertenece a la cultura Arawak o Arahuaca y que está presente Colombia en Sucre, Bolívar, La Guajira y Magdalena en la Sierra Nevada de Santa Marta
Durante todo el tiempo que han estado rescatando esta práctica, que en especial, atrae a las nuevas niñas artesanas, la fundación ha logrado impactar en alrededor de 120 pequeñas. A ellas las han capacitado en un proceso de aprendizaje de tejeduría con tres categorías: inicio, medio y avanzado.
“Hemos podido presentar trabajos bien elaborados que han sido reconocidos en las capacitaciones que hemos gestionado con el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, que ha sido uno de nuestros grandes aliados. También hemos ganado espacios de importancia en la Feria Empresarial Montemariana, Femon”.
El bonito trabajo que hacen con el programa ‘Tejiendo sueños positivos’ tiene todo el respaldo y la aceptación de los padres de familia del municipio.
más Deporte y cuidado al ambiente
El trabajo con las niñas tejedoras no es la única actividad que adelanta esta fundación en el municipio.
La Fundación Abriendo Puertas respalda el crecimiento deportivo de niños e implementa iniciativas verdes.
“Tenemos el objetivo de que los jóvenes practiquen un deporte partiendo de la premisa de la salud, e igualmente adelantamos un proyecto ecológico. Venimos trabajando con chicos del servicio social estudiantil, en convenio con nuestro colegio hermano, la Institución Educativa León xlll , que ha depositado la confianza en la fundación”, continúa la coordinadora, que resalta la participación de la Institución Educativa Pío XII.
Un aproximado de 200 jóvenes realizan actividades preventivas para la conservación del medioambiente a través del cuidado de la tierra, el agua, la siembra y protección de árboles y el reciclaje de las basuras.
Para el riego de las plantas en San Jacinto (que a la fecha no tiene acueducto), se ha impulsado, por ejemplo, un sistema de goteo intermitente, en el que usan botellas plásticas recicladas para que poco a poco llegue agua a las hojas y raíces.
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Desde la fundación destacan que todas las actividades que adelantan tiene un valor agregado y es el fortalecimiento de los valores de la familia, “haciendo resaltar el uso permanente de nuestras habilidades sociales primarias, las ‘palabras mágicas’ que nos permitan una convivencia armoniosa en comunidad”, exaltan.
Estas actividades son dadas a conocer en la comunidad, escogiendo escenarios como el Parque de los Gaiteros, símbolo representativo de identidad de San Jacinto.
La Fundación Abriendo Puertas trabaja de la mano de la Armada Nacional, Policía Nacional, Iglesia central y la Alcaldía, a quienes agradecen el voto de confianza para llevar a cabo sus proyectos.
