comscore
Facetas

En Cartagena diseñan con madera que trae el mar de Galerazamba

Diego y Lucero pensaron que los residuos de madera que llegan a Galerazamba, podrían ser los protagonistas de los más diversos diseños y no se equivocaron. Hoy son los responsables del exitoso emprendimiento Vetas del Mar.

En Cartagena diseñan con madera que trae el mar de Galerazamba

Mira las creaciones en el Instagram: Vetas del mar

Compartir

La creación de Vetas del Mar no fue casualidad sino designio divino.

Una mañana, Diego Ochoa, de 27 años, durante una acostumbrada visita con su familia a las playas de Galerazamba notó la gran cantidad de residuos de madera que había en el lugar. Él no tenía trabajo; acababa de renunciar a una vida laboral que lo mantenía más tenso que feliz. “¿Qué podemos hacer con esa basura?”, pensó. Esa noche, como todas las noches, oró. Se arrodilló pero se le vino la imagen de la playa y la frase ‘decoración de interiores’ a la cabeza. Por su mente pasó inmediatamente la visión de las hermosas creaciones que de esa basura podrían surgir.

Le contó a su madre, Lucero Sánchez, la diseñadora de interiores que más admira. Ella ideó cómo esos palos torcidos podrían revivir en hermosas lámparas o esos troncos partidos en entrañables candelabros. Días después y convencido del camino que debía tomar su vida, Diego vendió su bicicleta y compró su primer taladro y pulidora. De eso hace ya tres años.

Aprovechando los recursos, ayudando al planeta

La corriente del río Magdalena va erosionando las orillas de los lugares por donde pasa, y los árboles que están cerca empiezan a caer. En el camino, río abajo, empieza el destrozo. Hasta 8 meses puede tardar en llegar, por ejemplo, una pieza desde Antioquia hasta Bocas de Ceniza, que es el punto de desembocadura del río Magdalena en el Mar Caribe. Así se forman este tipo de playas llenas de basura natural, hoy inspiración de un emprendimiento.

Según el ingeniero Rubén Darío Canasteros, el aprovechamiento de los residuos de madera contribuye al medioambiente, ya que promueve la sustitución de los combustibles fósiles que generan altos niveles de CO2. “En Colombia, especialmente en ciudades como Bogotá, la demanda de muebles de madera es muy alta, alcanzando casi un 26% de todo el país, lo que prevé una alta fuente de generación de desechos madereros que actualmente están siendo desaprovechados”, expone.

“Las formas naturales de un árbol son hermosas en sí mismas. Nos dimos cuenta que estas playas de Galerazamba son súper vírgenes y están repletas de madera. Quedé sorprendido de ese fenómeno, es un proceso que cautiva y ese fue nuestro caso”, empieza D iego, quien tuvo una infancia entre árboles y naturaleza.

Vetas del Mar se ganó el Sello Verde que entrega la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique, Cardique, y fue nominada dos años consecutivos al Premio a la Innovación en Bolívar por la Cámara de Comercio. Con estos dos reconocimientos, pudieron optar por un préstamo condonable en el Fondo Emprender del SENA, que apoya proyectos productivos de jóvenes. “Más que una empresa estamos comprometidos con el ambiente. No aumentamos el calentamiento global porque no talamos árboles y así, tampoco aumentamos la erosión de los terrenos”, explica Diego. A la vez que obtienen la materia prima para trabajar esta empresa verde, limpian la playa, un trabajo que actualmente no realiza ninguna autoridad ambiental.“En ningún momento usamos una motosierra, al contrario, recogemos. Esa zona está tan llena de madera que los turistas no pueden caminar”.

El proceso de creación

Lucero visualiza la pieza más rara de la playa, con la que cree que puede darle vida a una bella creación; Diego, por otra parte, analiza si es idónea o no para ser trabajada. Entre la madera que trae el agua hasta Galerazamba está la teca, roble, campano y cedro, lo que hace que la mayor parte de lo que recojan tenga la densidad adecuada para hacer un trabajo minucioso: sacar desde esculturas de más de un metro, hasta una pequeña base para lámpara. Para crear los comedores, por su parte, aprovechan los grandes árboles que naturalmente se han caído en las fincas aledañas a Cartagena, un trabajo que Diego hace a pie.

Hasta el momento, han elaborado más de 600 piezas que han llegado a toda Colombia, Canadá, Brasil y Perú. “Es divertido porque pensamos cómo podemos plasmar la belleza auténtica de la naturaleza en la decoración de un hogar”, dice Diego y es que cada trozo de madera es totalmente diferente.

Diego se considera un joven soñador, que cumple lo que se propone, un convencido de que los jóvenes emprendedores pueden lograr los objetivos que se propongan, con esfuerzo y de la mano de Dios.

Lucero, la creadora de estas espectaculares piezas.
Lucero, la creadora de estas espectaculares piezas.
El emprendedor, Diego Ochoa.
El emprendedor, Diego Ochoa.
Únete a nuestro canal de WhatsApp
Reciba noticias de EU en Google News