La cultura es una larga y muchas veces invisible siembra. Lo que acaba de ocurrir en Cartagena en este 2019 es tal vez la obstinación de seres como Ariel Ramos, que desde hace 39 años dirige el Comité Cultural del barrio El Socorro. Construir e inaugurar el Escenario Cultural de El Socorro, con un auditorio erigido en el antiguo parqueadero del barrio, con capacidad para 350 personas, es un triunfo de la constancia del quehacer cultural desde la comunidad.
La obra se logró con recursos derivados de la Ley de espectáculos públicos y su diseño tiene la forma de un circoteatro antiguo, con salones para conferencias, parqueadero, oficinas administrativas, baños, jardines, salones para exposiciones de arte, etc.
Fue una de las tres propuestas ganadoras de una convocatoria pública en 2016 del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), en la que participaron cien barrios de Cartagena de los cuales se seleccionaron cuarenta y de esa preselección se eligieron las mejores propuestas: El Socorro, Barrio Chile y Ciudadela 2000.
El Comité Cultural del barrio El Socorro la presentó al Consejo de Cultura del distrito, se hizo con la mirada interdisciplinaria de los vecinos y miembros de la organización cultural, escuchando voces y sugerencias colectivas. El ente administrativo de este nuevo centro cultural de la ciudad, “muy diferente a los existentes en Cartagena”, dice Ariel Ramos, estará bajo la órbita de la administración local y el Ministerio de Cultura.
Durante 39 años, la actividad cultural del barrio El Socorro tuvo como escenarios el Hogar Infantil El Portalito, la cancha de sóftbol y la Alcaldía Local, pero desde 2020 tendrá su propio espacio.
El Comité Cultural de El Socorro realiza el Festival de Gaitas del barrio, pero además ha sido laboratorio de formación de músicos, pintores, actores, grupos de gaitas, gestores culturales, entre otros.
En el Palacio de la Proclamación, restaurado y convertido en centro cultural, se inaugurará un gran auditorio que llevará el nombre de Juan José Nieto, el más grande pensador de la primera mitad del siglo XIX, presidente de Colombia y artífice de las propuestas de autonomía de la Región Caribe ante el centralismo que frenaba las finanzas en las arcas del departamento. En agosto de 1835, Nieto se quejaba en una carta enviada al general Santander porque Cartagena solo contaba como recursos con 20 mil pesos, y la pobreza y la maleza devoraban el patrimonio de las murallas y ahogaba los proyectos de desarrollo local. El Palacio de la Proclamación, lugar de memorias, fue el escenario donde se proclamó la Independencia de Cartagena el 11 de noviembre de 1811. Allí funcionará la Academia de Historia de Cartagena y será, además, escenario administrativo de la Gobernación de Bolívar.
Luego de muchas noches de desvelo, el escultor Óscar Noriega anduvo tras el rostro de Nieto, reconstruyendo su espíritu en la única foto existente del estadista, político y escritor, y el resultado es un busto en bronce que retrata la mirada de un hombre de rasgos enfáticos, una mezcla racial de negro e indígena, y quien fue la conciencia más brillante de su tiempo.
El Museo de Arte Moderno de Cartagena, antiguo depósito de sal en la colonia, con más de sesenta años de historia y más de cuatrocientas obras de arte colombiano y latinoamericano, hará un viraje en 2020: convertirse en una gran empresa cultural.
Así lo contó Humberto Rodríguez Puente, presidente de la Junta Directiva de ese museo, quien recientemente firmó alianzas estratégicas con el sector empresarial, privado y oficial para desarrollar su agenda cultural. Una de esas alianzas es con la Cámara de Comercio de Cartagena y su presidente, Juan Pablo Vélez Castellanos, para “promover programas y actividades en favor de la promoción de la cultura, la recreación y el turismo en Cartagena”, y el Banco de la República y su gerente, Jaime Bonet, para salvaguardar el tesoro artístico. Al museo le ha tocado el turno histórico de conmemorar cinco centenarios de cinco artistas cartageneros decisivos en el desarrollo del arte nacional: Alejandro Obregón, Enrique Grau, Cecilia Porras, Nereo López y Manuel Zapata Olivella.
La colección del museo es única y representativa de más de medio siglo de arte regional y nacional. Es un tesoro invaluable.
Gabriel García Márquez es ya el nombre de una galaxia que gravita en el universo por sí sola. La estrella se llama ‘Macondo’ y el planeta es Melquíades en homenaje cósmico al autor de ‘Cien años de soledad’. En 2019 el nombre del más grande escritor de Colombia y uno de los mejores de la historia de la humanidad se cohesionó: Fundación Gabo, Centro Gabo, entre otros, impulsados precisamente por la antigua Fnpi - Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, ahora Fundación Gabo.
La Universidad de Cartagena abrió con una agenda sostenida su Espacio García Márquez en el Claustro de la Merced, en donde reposan sus cenizas. Allí funciona el Taller de Poesía Héctor Rojas Herazo, Observatorio del Patrimonio Cultural, el Instituto Internacional de Estudios del Caribe y es sede de posgrado de la Universidad de Cartagena.
Empezó el calendario cultural de 2019, con la Feria de Artesanías Exportables (Farex), que en 2020 celebra veinte años como la feria más trascendente del sector artesanal de la región y el país. Su agenda renovada incluye una programación cultural diaria del 3 al 12 de enero en el Centro de Convenciones, con nuevos conversatorios que integrarán los saberes ancestrales de río, mar y selva.
Se esperan para el nuevo año 200 expositores artistas de la cerámica, la madera y el cuero, las fibras naturales, la plata y el oro, y más de 50 mil visitantes. La artífice de esta feria es la exministra de Cultura Chica Morales López.
La ola cultural se entrelaza con el Cartagena Festival de Música, el más grande festival de música clásica, diseñado por la Fundación Salvi, que tendió puentes con el Festival de los Dos Mundos de Spoleto. Este festival gravitará sobre Lo bello, lo sublime, para interpretar obras de los músicos Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert.
El artista invitado es el cartagenero residenciado en Barranquilla, Álvaro Barrios.
“Es la música de Schubert la que nos llevará en un fascinante viaje al corazón de la Viena de la época del Biedermeier, a caballo entre los epígonos franceses de la post-revolución y la restauración del viejo orden, donde la sensibilidad romántica marcará el comienzo, tan grande como la que llamamos clásica”, dice Antonio Miscenà.
Junto al banquete sonoro viene al manjar de Hay Festival Cartagena, del 30 de enero al 2 de febrero.
Cartagena posicionó en 2019 el más antiguo festival de cine del continente: el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (Ficci), cuyos aliados en los sectores públicos y privados garantizaron desarrollar una prodigiosa actividad en municipios de Bolívar y en barrios de Cartagena.
Junto al Ficci, crecieron otros eventos de gran proyección local, nacional e internacional: el Festival Internacional de Guitarras, liderado por Eduardo Jasbón y presidido por Claudia Fadul; el Seminario Internacional de Estudios del Caribe, el evento académico de mayor irradiación cultural desde la Universidad de Cartagena, creado por el historiador Alfonso Múnera.
Se fortalecieron los espacios de impulso al folclor como el Festival de Gaitas del barrio El Socorro, el Festival Folclórico Nacional e Internacional, dirigido por Enrique Jatib; los museos giraron a la ciudadanía en el Museo Histórico de Cartagena, el Museo Casa Núñez y el Museo La Presentación. El Mercado Cultural del Caribe reafirmó su experiencia pionera. Dos eventos trabajaron las artes y la poesía: el Festival Internacional de Poesía de Cartagena y la Fiesta de la Palabra y las Artes Sílaba de Agua. La Institución Universitaria Bellas Artes (Unibac) celebró 130 años de historia y se constituyó en la universidad de las bellas artes con la mejor orquesta sinfónica y la mejor propuesta musical universitaria en la ciudad. La compañía El Colegio del Cuerpo se alió a la Fundación Gabo para nuevos desafíos. La compañía de Álvaro Restrepo puso en alto la danza contemporánea de Cartagena para el mundo. La agenda insomne iluminó la vida de Cartagena en más de trescientos días. Y no cesa.

