Qué tanto sabe usted sobre ese día en que Pedro Romero salió con una romería a destrozar las cadenas del yugo español. Si es cartagenero, no solo debería conocer todo lo que pasó el 11 de noviembre de 1811, hace 208 años, también lo que sucedió en los años posteriores, hasta 1821, cuando los españoles fueron expulsados definitivamente. Suponiendo que sí es cartagenero pero que no sabe mucho al respecto, esta ‘Ruta por la Historia de Cartagena’, creada por la Sociedad de Mejoras Públicas y por el Museo Histórico... Lo llevará por nueve sitios emblemáticos que debe conocer, en el plano histórico. Agarremos el mapa y miremos qué pasó en cada uno de ellos y por qué fueron importantes para la gesta independista de Cartagena. Las historiadoras Adineth Vargas y Lorena Guerrero, encargadas del Área de Formación Pública del Museo Histórico, explican por qué escogieron cada uno de los puntos, que el pasado lunes 4 de noviembre fueron recorridos por decenas de cartageneros en la ‘Carrera de Observación’ por el Patrimonio de la ciudad.
Plaza del Pozo
Era el lugar donde los getsemanicenses se abastecían de agua potable, para los quehaceres de sus viviendas. “Pero también fue una plaza fundamental para difundir ideas políticas. La Trinidad y El Pozo eran los dos puntos importantes donde la gente se congregaba a hablar de las cosas del barrio, era un espacio de encuentro, por eso está incluida dentro de esta ruta que creamos entre la Sociedad de Mejoras Públicas y el Museo Histórico. Y, digamos, por ese lugar también cruzaron los Lanceros de Getsemaní ese 11 de noviembre”, agrega la historiadora.
Calle Larga
Atraviesa prácticamente todo el barrio Getsemaní, hoy zona de comercio y turística. “Por ahí también atravesaron los Lanceros de Getsemaní, y es muy emblemática porque en esta calle estaba, hasta donde se sabe, la casa donde vivió Pedro Romero. Su importancia está dada por eso, porque fue una calle de paso del movimiento independentista pero también era donde vivía Romero, cerca al atracadero de embarcaciones que estaba frente a la calle del Arsenal”, añade Guerrero.
Plaza de la Independencia
Ya no existe como tal, ni tampoco existe alguna placa que recuerde o conmemore que existió. Era un playón entre el ahora Patio de Banderas del Centro de Convenciones, la zona de los antiguos teatros, parte del Camellón de los Mártires y parte del Parque del Centenario. “Estaba más asociada al comercio y la vida comercial de la ciudad, porque estaba cerca del muelle. Después de los sucesos del 11 de noviembre, se le bautizó como Plaza de la Independencia, era un terreno bastante amplio. Y se sabe, mediante algunos documentos de la época, que el padre Umaña se paró sobre este lugar y gritaba arengas a la movilización de los Lanceros para animar a seguir la causa de la Independencia”.
Camellón de los Mártires
Se construyó durante la presidencia Rafael Núñez, en 1886, para honrar la memoria de los mártires de la élite de cartageneros que dieron su vida por la Independencia. “En honor a estos personajes se construyó esto, digamos, como una manera de rendir homenaje y, más recientemente, se pusieron dos placas de mármol altas, con los nombres de habitantes de distintos corregimientos de Cartagena. Seres que no tenían apellidos de abolengo, pero que también se sacrificaron y dieron su aporte a la causa de la Independencia. Incluso hay una placa que está dedicada a las mujeres que participaron de muchas formas en esta gesta”.
Calle Román
Lleva su nombre en honor a Henrique L. Román. “La familia Román tiene toda una historia en esta ciudad, con las fábricas, las gaseosas, la perfumería. En esa calle nació Enrique L. Román, vivieron también un tiempo ahí. Es una calle interesante, porque une a la Plaza de los Coches con la Plaza de la Proclamación, fue una calle de movilización para los Lanceros. Era de un dinamismo comercial interesante y se llamó en algún tiempo la Calle de los Plateros, había muchos almacenes de plateros”.
Plaza de la Aduana
Ahí estaba la Real Contaduría y era el lugar donde subastaban esclavos. Se llamó la Plaza de la Mar, por su cercanía con el mar; pero también de la Real Contaduría, Plaza Colón y Plaza Rafael Núñez, en honor al cuatro veces presidente de la República. Ahí quedaba la Aduana, donde se controlaba toda la mercadería que ingresaba a la ciudad, de ahí su nombre actual. “Esta Ruta por la Historia de Cartagena es el resultado de todo un momento cultural y político: Cartagena era un puerto donde, además de mercancías, llegaban ideas, muchos de estos líderes tuvieron la oportunidad de viajar y estudiar, pero en la plaza pública, en las pulperías (tiendas) y en distintos espacios públicos fue donde empezó a cuestionarse sobre esos conceptos de ciudadanía y libertad que empezaban a llegar. Tenemos que tener en cuenta que la gran mayoría de cartageneros no sabía leer ni escribir, era a través de la lectura en voz alta de panfletos como El Curioso que se buscaba que todos conocieran esos conceptos”, sostiene Adineth Vargas.
Plaza de la Proclamación
Es el destino final de los artesanos, mulatos y negros comandados por Pedro Romero. “A medida que iban recorriendo las calles del Centro, los cartageneros se iban sumando a la multitud. Todos los cartageneros se unieron en una sola voz, desde los sectores del arrabal hasta los sectores del centro amurallado”, recalca Vargas. “Ahí se proclamó la Independencia absoluta y un poco la particularidad de la Independencia de Cartagena tiene que ver con esa palabra: absoluta. Nosotros celebramos el 20 de Julio como fiesta Nacional, pero hay un debate histórico en torno a esa fecha, porque se seguía jurando fidelidad al rey. En el caso de Cartagena, los Lanceros dijeron: ‘No, aquí hay Independencia absoluta’, con la formación de un Estado soberano’. Entonces se declaró la Independencia con una constitución propia, que fue la de 1812, la primera constitución política que tuvo este país. Eso le da a la gesta una particularidad bien interesante porque da la posibilidad de autogobernarse”, precisa Guerrero.
Plaza de Bolívar
“Quisimos incluirla en esta Ruta porque no solamente era la Plaza Mayor de la ciudad, sino que hizo parte del gran momento de la Independencia y de la agitación, frente de la Plaza de la Proclamación. Fue un espacio importante dentro de esta Ruta. Tomarse la Plaza Mayor significaba poder alrededor de todas esas edificaciones e instituciones que ahí funcionaban, como el Santo Oficio de la Inquisición, expulsadas y eliminadas. Tomarse la Plaza Mayor significaba tomarse el poder colonial alrededor de todas esas edificaciones”.