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Maleja Restrepo: “Se nos ha olvidado el instinto maternal”

Entrevista con la actriz, modelo, presentadora e influenciadora digital Maleja Restrepo. Habla de su familia, sus redes sociales y su participación en la película ‘Mamá al volante’.

Maleja Restrepo: “Se nos ha olvidado el instinto maternal”
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Fabiana es la mamá de Valentina y Miguel. Es una ama de casa que apoya a su esposo, Uber, en las labores del hogar, mientras él trabajaba como taxista en Bogotá, pero, un día, él enferma y ella decide salir a trabajar en el taxi. A ella no le resulta nada fácil, pero para él todo parece ser una incontrolable pesadilla.

Esa es la historia de ‘Mamá al volante’, una película de comedia del director Harold Trompetero que se estrenó el pasado 16 de mayo en varias ciudades del país y es protagonizada por una divertida pareja de colombianos: María Alejandra Restrepo y Sebastián Mejía.

Maleja, junto a su esposo, el deportista Tatán Mejía, como mejor se les conoce, conforman una de las parejas colombianas más famosas en redes sociales. Allí comparten situaciones cotidianas con mucho sentido del humor y su estrategia ha tenido muy buena acogida entre los internautas.

A ella la recordamos por su trayectoria en la televisión colombiana: participó en el reality ‘La isla de los famosos’ (2007); fue presentadora durante tres años de ‘Play Zone’, un programa infantil y juvenil que transmitía el canal Caracol los fines de semana; y por sus papeles en producciones como ‘La sucursal del cielo’, ‘Tierra de cantores’, ‘Sala de urgencias’, entre otras, y hoy nos habla de la película, de su vida familiar y de cómo se mueven en el mundo digital.

¿Cómo llegaste a este papel?

- Desde el año pasado, nos preguntaron si nos interesaba y en enero hicimos tres cástines. En el último, que fue presencial, decidieron que éramos nosotros, pero tocaba empezar a ver un universo alrededor de nuestros personajes porque, en realidad, en el guion estaban planteados de otra manera. Eran mucho mayores ambos, nosotros no cumplíamos con ese perfil, pero hicimos una propuesta y qué bueno que al final les gustó.

¿Qué tanto se parece tu personaje a ti, a tu vida familiar?

- El personaje que interpreto sí tiene mucho de Maleja. Tiene mucho carácter, súper echada para adelante, es una mujer para la que no existen obstáculos y para quien su familia es la prioridad. La familia de la película en realidad no se parece a la nuestra, el hecho de que cada uno tenga un rol establecido está mandado a recoger, a mi forma de pensar, porque yo sí pienso que para construir familia, que al final es trabajo en equipo, todo el mundo tiene que aprender a hacer de todo. Y muchas veces al papá le toca quedarse con las niñas, le toca cocinar, y para construir familia todos tenemos que aprender a hacer lo que mejor sabe hacer el otro.

¿Qué tan duro es ser mamá?

- Es algo que te cambia completamente la rutina, las prioridades cambian, pero me lo he gozado y he entendido la maternidad como un proceso tan personal... siento que hoy, con tanto acceso a las nuevas tecnologías, a la información, se nos ha olvidado un poco ese instinto maternal, creemos que podemos comparar a nuestros hijos con los de otros y no está bien. Hay que escuchar ese instinto, observar mucho a tus hijos y escucharlos antes de juzgarlos, porque creo que muchas veces ahí está la respuesta de todo.

Su actividad en redes sociales... ¿qué es lo positivo y lo negativo de todo eso?

- Lo positivo es que, primero, con lo que mostramos y compartimos podemos inspirar a otras personas a trabajar en equipo, que uno no tiene que ver a su pareja como un rival, sino todo lo contrario, como un coequipero. Sebas y yo somos muy diferentes y es algo bonito porque no siempre se es feliz cuando los dos pensamos igual o cuando los dos hacemos lo mismo, se puede ser feliz en la diferencia. También motivamos a la gente a que crea en la familia, en el matrimonio. Lo que veo hoy es que las relaciones se volvieron desechables, “si nos peleamos terminamos, o nos separamos, porque no me lo aguanto o no me la aguanto”, y ni siquiera se lucha y siento que hemos motivado a la gente a comunicarse. El libro que publicamos (en 2017) fue una manera de demostrarles un poco de cómo ser parceros en la relación y eso ha sido positivo. Entonces siento que hemos podido aportar algo a las personas que nos siguen.

¿Y lo negativo?

- ¿Sabes qué?, no siento que haya algo negativo porque sí hemos entendido que la prioridad para nosotros es la familia. Creo que sería negativo cuando en esa balanza lo más importante sea generar contenido. Y no es así, nuestra prioridad es nuestra familia y por eso no subimos contenido todos los días, porque eso requiere tiempo, ideas, y, en nuestro caso, somos nosotros mismos los que creamos, grabamos, editamos.

Llevan nueve años de relación... ¿cómo ha sido todo este tiempo?

- Hemos sabido sobrepasar momentos difíciles en pareja, hemos dejado los egos a un lado, hemos aprendido a construir juntos. Han sido nueve años de mucho aprendizaje, de cambiar también, porque yo sí creo que por más de que la otra persona no te cambie, hay cosas que cambiar por el bien de la relación; pero también son nueve años en los que hemos dejado ser al otro, sin intentar cambiar su esencia. Nos hemos comunicado mucho, porque nosotros trabajamos juntos y esa comunicación ha sido vital.

¿Cuáles son tus principales retos como mamá?

- Que mis hijas sean felices, ese es mi principal reto como mamá. También tener tiempo de calidad con ellas, que por más que tenemos que estar conectados, ellas no sientan que este mundo digital lo es todo. Tener claro que, por ejemplo, cuando nos sentamos a comer no se toca el celular... Guada (Guadalupe, su hija mayor) tiene 7 años y no tiene iPad, ni celular, ni ningún objeto tecnológico. El principal reto, hoy, es entender que el mundo digital y todas estas herramientas digitales son el presente pero que también tienen que existir límites. Un reto como mamá es aprender a poner límites.

¿Piensas tener más niños?

- Pues... yo sí quisiera, pero a mi esposo no lo he podido convencer (risas).

También motivamos a la gente a que crea en la familia, en el matrimonio. Lo que veo hoy es que las relaciones se volvieron desechables, “si nos peleamos terminamos, o nos separamos, porque no me lo aguanto o no me la aguanto”, y ni siquiera se lucha”.

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