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Tomás Carmona, el vigilante que también es compositor

Este compositor boquillero, que trabaja como vigilante, ve cumplir sus sueños a sus 44 años, después de encontrarse por casualidad al artista cartagenero Jerau y mostrarle algunas de sus letras.

Tomás Carmona, el vigilante que también es compositor

Tomás Carmona Herrera tiene 44 años.

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Tomás Carmona junto a su esposa, Yesenia Meza; y sus hijos, Vianky, Dialenis, Samir y Estefanía.
Tomás Carmona junto a su esposa, Yesenia Meza; y sus hijos, Vianky, Dialenis, Samir y Estefanía.
Tomás durante las grabaciones del video de ‘La hormiga mona’, junto a Donny Caballero y Charles King, en Bazurto.
Tomás durante las grabaciones del video de ‘La hormiga mona’, junto a Donny Caballero y Charles King, en Bazurto.

Pensé que me iba a morir sin escuchar una de mis canciones en la radio”, eso me dijo Tomás Carmona Herrera, un vigilante que compone desde los 8 años (ahora tiene 44) y que cree firmemente que ‘quien persevera... alcanza’.

Tomás nació en La Boquilla y el recuerdo más vivo que tiene de su infancia son todas esas veces que su maestra de escuela le pegaba con la regla en la mano por dejar de hacer las tareas y, en cambio, anotar en su libreta cuanto ritmo y letra se cruzaban por su cabeza. Tampoco olvida que, en varias oportunidades, a falta de papel y lápiz, usó algunas paredes para escribir sus canciones.

“Yo tenía mis cuadernos, donde escribía mis canciones, y un día una prima me quemó uno... el primero que tuve. Ella estaba cocinando y yo sí vi que se puso a soplar el fogón, pero no le presté atención. Me di cuenta de que era mi cuaderno cuando ya estaba prendido. Se fueron casi 40 canciones ahí, de esas solo recuperé cuatro, eran baladas. Duré varios años resentido con ella por eso”, cuenta.

Tomás empezó a trabajar como vigilante hace más de 26 años. Después de prestar el servicio militar en la Infantería de Marina, no pudo convertirse en suboficial de la Armada Nacional, como se lo había propuesto, y, en cambio, entró a una empresa de seguridad privada, aunque su sueño siempre fue ser artista. “Estoy muy orgulloso porque con esa actividad (guardia de seguridad) he sacado a mi familia adelante. Mi hijo mayor estudia derecho; la segunda, enfermería y el tercero ya terminó el bachillerato y ahora quiere estudiar arquitectura o ingeniería civil. Estamos en eso. Después viene la menor, que quiere ser médico”, dice.

Pero antes, siendo adolescente, Tomás vendió comidas en la playa Punta de Icacos, en La Boquilla, donde le cantaba a los turistas y creó varios de sus temas, hasta ahora inéditos. “A un amigo se le desapareció el papá en el mar, estaba pescando. Nunca apareció la lancha. Desaparecieron como cinco pescadores. Y mi amigo me pidió que le compusiera una canción y le hice ‘El náufrago’, cuando se la canté él se fue en lágrimas”, narra Tomás.

Así compuso otras tantas. Dice que tiene más de 120 canciones y todas están inspiradas en sus propias vivencias o en las de personas cercanas, en su cotidianidad, en la naturaleza, en su población.

Un encuentro casual:

el inicio de un sueño

“Le pedía a Dios que me pusiera a una persona que me diera la oportunidad de grabar una canción para escucharla en la emisora y Dios me escuchó, porque apareció Jerau”, asegura Tomás.

Al intérprete cartagenero, afirma, solo lo había visto por televisión, hasta ese día que, estando de guardia en Las Ramblas, Barcelona de Indias, vio cuando el artista se bajó del carro y entró a un cajero automático. “Cuando lo vi, pensé: voy a caerle de salida. Así hacía con cualquier artista que veía, con tal de salir adelante. Entonces lo saludé: ‘Jerau, mi hermano, yo soy compositor’. Le canté ‘La hormiga mona’ y ‘Candela’, y él me escuchó y se fue, pero como a los cuatro días regresó y me dijo: ‘Cántame ‘La hormiga mona’, que me tiene incómodo, ¿cómo es que es?’, y se la canté”.

Pero parecía que el destino se empeñaba en juntarlos. A Tomás lo trasladaron, casualmente, al mismo edificio donde reside el cantante de pop latino.

“No sabía que él vivía ahí... son cosas de la vida. Ahí sí ya tuvimos más espacio para ponernos de acuerdo y grabar en el estudio. Fue un proceso de dos años, más o menos, y ahora se están viendo los resultados de la unión entre ‘Tom y Jerry’, el dúo”, dice Tomás y se ríe.

Jerau lanzó en noviembre el sencillo ‘La hormiga mona’ y pronto estrenará ‘Candela’, que también hará parte de un próximo álbum que llevará ese mismo nombre. Y no fue por capricho que le grabó las canciones a Tomás, él está convencido de que así como este boquillero, hay muchos talentos en Cartagena esperando una oportunidad. “Él (Tomás) es una persona muy trabajadora, con un corazón muy grande y tiene una familia muy bonita, con cuatro hijos, ya uno casi termina la universidad. Son un ejemplo de cómo cumplir los sueños y cómo se pueden sacar tantas cosas adelante a pesar de las adversidades. Este es el comienzo, es su primera oportunidad para darse a conocer como compositor. Hoy comenzó conmigo, pero mañana tal vez esté con otros artistas, porque tiene muchas canciones en diferentes géneros como tropical, vallenato, champeta”, dijo Jerau días antes, en una entrevista para este mismo medio.

‘La hormiga mona’ surgió mientras Tomás estaba sentado en una canoa, en la playa. “De repente empecé a sentir rasquiña, algo me estaba picando y eran un poco de hormigas monas. Tenía hasta en los bolsillos. Nunca en la vida me habían pegado una limpia de esa manera. Llegué a la casa con ronchas por todas partes y mi abuelo me tuvo que echar ron compuesto en la piel, pero fue una hinchazón tremenda”, cuenta Tomás sobre la canción que hoy suena en las voces de Jerau, Donny Caballero y Charles King, quien -asegura- hace muchos años estuvo a punto de grabarle una champeta, ‘Respeta la plata ajena’. “En esa ocasión no se logró, pero mire cómo es la vida, después de varios años nos volvimos a encontrar”.

La historia de ‘Candela’ es otra: “Un amigo tuvo una decepción amorosa y me comentó lo que le pasaba. Me dijo: ‘Invéntame un poema... Esa mujer es muy candela, tuve que dejarme con ella porque me estaba matando, yo no aguanté ese voltaje y la dejé’. Y era candela verdad, porque el hombre estaba flaco, con las costillas afuera. Ese tema lo compuse como en dos meses”.

Para su hijo mayor, Vianky Carmona, de 22 años, esta es una oportunidad de Dios. “Desde hace mucho tiempo hemos escuchado a mi papá cantar y siempre lo veíamos luchando para que Dios le diera la oportunidad de que su talento lo conocieran otras personas. Y ahora que se están dando las cosas también le pedimos que no sea solamente algo de momento, sino que todo se dé de la mejor manera para que él cumpla su sueño”.

***

En su casa, rodeado por sus hijos y una esposa que profesa amar inmensamente, y mientras mira una vieja guitarra que apenas aprende a tocar, Tomás revive esos sueños que de pequeño tuvo, en los que se veía cantando junto a grandes artistas como José Feliciano o José Luis Rodríguez ‘El Puma’. A él ya se le cumplió la primera parte de su sueño: oír su primera canción en la radio.

Las mejores canciones, quizás, no son las que están en los primeros lugares en Spotify, YouTube o en la radio, hay mucha gente en la calle esperando la oportunidad, esperando que ese talento se explote”.

Jerau.

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