Teresa Asprilla Soto quiere tocarle el hombro a los cartageneros para decirles “Oye de Olaya Herrera ha salido gente que ha ayudado a construir ciudad. Sí hay violencia, es verdad, pero por favor, miren hacia esas personas que salen a trabajar desde las 5 de la madrugada. Que estudian y trabajan”.Y una de esas personas es ella.
Viendo la portada de la revista americana WorldBride donde su esbelta figura y sus rasgos impactan más que el vestido mismo, nos preguntamos cómo hizo Teresa, hoy Virreina de Independencia, para armar uno a uno sus sueños, pese a vivir en Olaya Herrera, donde muchos creen que no hay oportunidad de progresar.
Así como a muchos niños, las largas jornadas laborales de la madre de Teresa hicieron que ella pasara mucho tiempo sola en casa.
“¡No le abras la puerta a nadie!”, le advertía la mamá cuando la dejaba bien temprano en la puerta de su escuela. Ella obedecía. Al llegar de la escuela, ponía un banquito frente a una estufa casi que más grande que ella y cocinaba su propio almuerzo. Pasó muchos años sin televisor así que leía. Su padre ya había muerto para entonces, pero junto con su madre hicieron de ella una niña “bien mandada”.
“No te voy a negar que pasé hambre, como mucha gente. Me iba con 2 mil pesos para la universidad, pero siempre algo hacía, pero uno tiene que hacer sacrificios”.
Es egresada de la Universidad de Cartagena del programa de Comunicación Social y además es modelo de la agencia de Elida Castro.
¿Por qué entraste al reinado de Independencia?“Más que participar por participar y figurar, tuve un equipo de personas alentándome a que mostrara el aspecto positivo de Olaya Herrera, sector Miramar. Después de quedar desempleada de mi trabajo en La Cruz Roja decidí retomar mi proyecto social con la comunidad y me lancé de nuevo al Reinado. Yo siempre viví en el barrio pero siempre fui una niña del colegio a su casa, de su casa al colegio. Relacionarme con mis vecinos por eso gracias a mi preparación con el Reinado fue algo muy bello y enriquecedor.La relación con la gente de mi calle Miramar del Progreso es buena. Son muy unidos. Hay como unas 30 o 40 casas, la relación es muy cordial. La vecina de al lado es como una mamá para mí.
En Olaya hay casas hasta donde tu menos te imaginas. Es un barrio enorme y hay mucha gente que no había tenido el placer, o el espacio para hacerlo. Fue maravilloso por eso”.
Lo que ocurre dentrodel barrio“Desde que me pusieron la banda yo tuve la idea de contar las situaciones positivas de vivir en Olaya Herrera. Mi vida no ha sido con la típica mamá y papá en la casa. Ella tenía la necesidad de trabajar para que nada me faltara. El barrio es complicado porque con eso de que los papás no están, suceden muchas cosas que derivan en las problemáticas que tiene el barrio. Un niño que está solo que no se siente bien guiado, toma malas decisiones en su vida.
Ahora mismo tengo un proyecto que se llama Estilísimo, es una aplicación. Estamos en etapa de buscar proveedores, que estén interesados en vender. Con el tiempo queremos que la misma App le diga a la gente cómo vestirse de acuerdo a sus gustos. Pienso como en marca de diseñadores del barrio, agrupaciones de madres cabeza de hogar que trabajen con ropa. Le quiero apostar a gente que quiera visibilizarse a través de nosotros”.
Con ejemplo se enseña“Cuando me convertí en embajadora de esa comunidad, de Olaya Herrera, quise ser la contadora de historias positivas de mi comunidad. Para mí es muy difícil conseguir un taxi que me lleve a la puerta de mi casa. En Olaya no te voy a decir que las cosas malas no pasan porque sí las hay. El punto es que si nos ponemos a mirar la realidad de la ciudad como tal, Olaya es históricamente marginado. Mucha gente cree que porque nace en ese barrio no tiene oportunidades y se merece la vida que lleva. Así que en ese sentido quiero ser alguien que ayude a cambiar esa mentalidad. Yo crecí en Olaya. Y era una niña que estaba sola pero que nunca tomó malas decisiones para su vida”.
¿Qué hace falta para que las personas despierten?“Es un tema de educación. Más allá de que tus padres te puedan o no decir algo con respecto a tu vida, o la forma en la que puedas manejar tu tiempo, hay un tema de educación. En el barrio es difícil que veas una familia completamente funcional. Son familias de padres muy jóvenes que caen en esas trampas de pobreza. “Voy a tener un niñito pa que me paguen un subsidio por él” y se les convierte en un negocio. Yo pensaría que hay que hablar con los líderes, generar espacios para que los niños encuentren otros espacios. Es algo que a estas comunidades escasamente llega”.
Cuando creces es más difícil cambiar lamentalidad“Cuando me inscribí en el Reinado lancé mi proyecto trabajando con niños, me di cuenta que es más fácil trabajar con ellos, guiarlos, que coger un pelao grande y “tratar de enderezarlo”, porque con ellos es un poco más difícil. Sin embargo, todo está en la mente y quiero ayudar poniendo aunque sea un ladrillo en este cambio en mi barrio”.
