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“Me enamoré de las risas”

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El comediante Iván Marín presentó en Cartagena su monólogo ¡Gózatelo Planchando!, un stand up comedy en el que recopila apuntes divertidos sobre la cotidianidad.

Se ganó un lugar importante en el corazón de los colombianos,haciendo como Comediante de la noche en un programa que lleva ese mismo nombre.
Es como si estuviera todo el tiempo sobre un escenario presentado alguno de sus monólogos.
A Iván Marín es demasiado difícil tomarlo en serio. No logras distinguir cuándo está haciendo una broma o cuándo dice la verdad.
Llegó a Cartagena a promocionar su stand up comedy ¡Gózatelo planchando! Se trata de un espectáculo con el que lleva dos años recorriendo las principales plazas del país. 
¿Qué tan complicado es poder hacer reír a la gente?
Hacer reír es muy difícil. Quizá para los comediantes es más fácil, porque es lo que sabemos hacer en nuestra vida. Aunque uno siempre va a encontrar un ‘cara de nalga’ entre el público. Cuando me sucede, asumo ese reto, que es hacerlo reír o hacer que se vaya.
¿Para qué cree que le sirve el sentido del humor?
-Para todo, porque el humor abre puertas, ablanda genios, sana heridas. Creo que el humor tiene mil usos. Se parece a la baba de caracol.
¿Recuerda su primera vez en el escenario?
-Fue en una taberna, pero en cuanto llegué me encontré con un ambiente diferente. Me dije, aquí no puedo salir con cualquier bobada: la gente está tomando cervezas, música, tengo que hacerlos reír. Ese día me paré con la intención de hacerlos reír. Esa noche me di cuenta que quería hacer esto por el resto de mi vida. Me enamoré de las risas. 
¿Cómo es el proceso de preparación de un show?
-Uno tiene una estructura muy preparada de principio a fin. En el proceso, si se me olvida algo, improviso. Me encanta salirme del libreto. El único sufrimiento es que la gente no vaya. Todo es ensayo-error. A uno nunca le pueden garantizar que el apunte es bueno hasta que lo haga. Hay ocasiones en que uno tiene un apunte y cree que va hacer la locura, pero cuando lo dices, ni se ríen. También pasa el caso contrario.
¿Cuáles son los temas más recurrentes en sus espectáculos?
-Creo que soy muy versátil en mis temas. Si me tocara escoger, diría que los comics, series y películas.
¿Cuándo sabe que el show está listo?
-Sólo hasta que sales al escenario sabes que estás totalmente listo. En el programa Los comediantes de la noche, por lo general el coordinador de piso sale diciendo: ‘bueno, ¿estamos listos?’ Y uno dice: No, pero qué le vamos hacer. Lo más horrible es salir al escenario, decir un chiste y que nadie se ría. Es horrible, horrible.
¿Cómo maneja los nervios en el escenario?
-Los nervios no se dan en el escenario, se dan antes del escenario. Cuando estás en escena, estás pensando en sortear otros problemas. Esos instantes previos son el infierno.
Hay poca demanda en esta profesión. ¿Qué piensa de eso?
-Gracias a Dios, somos pocos. Si no, se acabaría el trabajo. El último motivo porque el que una persona debe decidirse a hacer esto, es por plata, fama o reconocimiento. Llegar hasta ese nivel cuesta con sangre. Esto es de amor. Hay que enamorarse de esto para poder estar en pie. Los primeros años son los más duros.
¿Por cuál comediante colombiano siente profunda admiración?
-Admiro a todos los comediantes que trabajan conmigo en mi empresa, en la Agencia Central de Comedia. Es un grupo muy sólido. También admiro a Primo Rojas.
¿Qué es lo mejor de ser comediante?
-Lo más gratificante es la alegría de la gente. Cuando veo cómo se divierten, me sucede algo que no sé describir con palabras. Ver a una persona tan contenta le hace a uno decir, esto vale la pena.
¿Quiénes son sus padres y bajo qué valores lo educaron?
-Es que mi relación con mis papás no es buena. Mi mamá me dejó cuando tenía dos años y mi papá creo que antes que eso (carcajadas). Yo estoy alejado de ellos, entonces no sabría cómo responder eso. Tranquila, no la embarraste. No te sientas mal.
¿Vive con alguna fobia?
-Le tengo mucho miedo a los rayos. Siempre tengo la paranoia de que un rayo me va a caer. No sé cómo se llama esa fobia.
¿Qué sería lo mejor que le podía ocurrir en esta profesión?
-Me encantaría presentar stand up comedy para los gringos, en el teatro Apollo, de Nueva York. Quién quita y algún día lo logre.


 

Iván Marín considera que lo más gratificante de su oficio es hacer reír a la gente. Fotos: Luis Aparicio/ El Universal/
Iván Marín considera que lo más gratificante de su oficio es hacer reír a la gente. Fotos: Luis Aparicio/ El Universal/
Iván posando en la terraza de El Universal.
Iván posando en la terraza de El Universal.
Es muy difícil tomarlo en serio. Todo el tiempo está haciendo bromas.
Es muy difícil tomarlo en serio. Todo el tiempo está haciendo bromas.
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