Con tan solo 8 años de edad, Luz Gabriela Jiménez Rocha tiene la habilidad de interpretar de forma impecable cada uno de los éxitos de la fallecida cantadora de bullerengue, Etelvina Maldonado.
La pequeña, a la que ya le dicen la sucesora de Etelvina, asegura que su talento es innato y que es producto de la herencia musical que recibió de su familia.
“Yo tengo vena musical. Casi todos en mi familia son artistas. Mi abuelo es compositor, mi papá es músico, mi mamá es bailarina y mi tío era bailarín, así que ese talento lo llevo en mi sangre”, explica Luz Gabriela.
Pero cantar y bailar como la “reina del bullerengue” no ha sido tarea fácil. Luz Gabriela interpreta este tipo canciones desde los 3 años de edad y ha seguido perfeccionando su técnica practicando todos los viernes con su grupo musical ‘Esforinca’, donde ella es la cantante líder.
Etelvina, su tutora
La niña, que ingresó a Esforinca hace 4 años, conoció a Etelvina 1 año después de haber entrado al grupo(2009). Cuenta que en una ocasión, interpretando varios de sus éxitos, la cantadora se acercó a ella y dijo estar sorprendida con su talento y le propuso ser su tutora.
“Yo estaba interpretando sus canciones y luego de eso me la presentaron, ella quedó encantada con mi voz y me dijo que si quería practicar con ella en el Centro Cultural las Palmeras. Yo acepté y desde ese momento se convirtió en mi tutora y comencé a aprenderme todas sus canciones”, relata Jiménez Rocha.
Ella dice sentirse atraída por el bullerengue, entre otras razones, por ser un género sentimental, propio de las mujeres.
“Disfruto danzar al ritmo del bullerengue, es un baile para las mujeres. Cuando lo estamos bailando representamos el cuidado que debe tener la mujer, por ejemplo, cuando está embarazada”, dice la niña.
Agrega que “los movimientos en el vientre y en los senos, propios de este ritmo, quieren decir que las mujeres están ya en la etapa del desarrollo, es decir, se avanza hacia la juventud”.
Además del bullerengue sus otras pasiones son la cumbia y la música folclórica.
Que se fijen en mi voz
Llorando, Así así, Llegó la Cumbia, Déjala llegar y Macaco mata el toro son algunas de las canciones de Etelvina que interpreta.
“La gente me dice todo el tiempo que cante ‘Llorando’, pero yo les explico que no se puede todas las veces. Por otra parte, ‘Así así’ y ‘Por qué me pega’, son canciones que me encanta interpretar ya que son letras profundas que dejan un mensaje”, comenta.
Jiménez manifiesta que antes de dedicarse plenamente a la música aspira a estudiar primero otra carrera profesional que complemente su arte.
“Me visualizo siendo una profesional. No estoy segura todavía acerca de lo que estudiaré pero lo complementaré con lo mío que es la música”, expresa Luz Gabriela.
Sin embargo, tiene claro que su propósito principal en la vida es llevar el bullerengue a todos los rincones del mundo.
“Me gustaría conocer todos los países del mundo. Quiero que las personas me identifiquen como una buena cantadora y que todos me admiren. La fama no me interesa, yo quiero que se fijen en mi voz”, afirma.
Hasta el momento ha viajado a varias ciudades del país mostrando lo que mejor saber hacer: cantar y bailar bullerengue.
“Hemos estado como grupo en Neiva, Montería, Maríalabaja y Palenque. Principalmente recuerdo con mucho agrado Neiva porque nos dieron la oportunidad de montarnos por primera vez en un avión”, cuenta emocionada.
También se presentó en Montería con el grupo Tambor-break, el cual hace una fusión del break dance y la música folclórica.
Continuará en Esforinca
Sobre su grupo Esforinca dice que le gusta trabajar con ellos y que por el momento no se imagina haciendo su carrera como solista.
“Aquí encontré a mis verdaderas amigas y la relación con los niños también es genial. Nunca he deseado salir del grupo”, dice Luz Gabriela.
“Me he propuesto seguir adelante con la música, llegar a un nivel superior para que hablen lo mejor de nosotros, para que se fijen no sólo mí sino en todo el grupo”, precisa.
Entre tanto, Ángel Escorcia, director de Esforinca, se refirió a Luz Gabriela como una excelente artista.
“Ella es una potencia de nuestra cultura bullerenguera y afortunadamente en el trabajo que estamos haciendo con la escuela tratamos de que viva su niñez y que vaya quemando sus etapas, eso la hace disfrutar un poco más lo que está haciendo”, manifiesta Escorcia.
Mientras tanto, Luz Gabriela, la sucesora de Etelvina, dijo que compartir con la fallecida cantadora fue una experiencia inolvidable.
“Muchos me llaman ‘Etelvinita’ y eso me enorgullece porque esa mujer es mi ídolo y al menos para mí la voz de ella nunca se olvidará, es más en mi corazón sigue viva”, concluyó Luz Gabriela.



