Una entrevista con los realizadores de un documental que rinde homenaje a monstruos del folclor costeño como Calixto Ochoa, Petrona Martínez, Rubén Darío Salcedo y Alfredo Gutiérrez, entre otros. Si hay algo que caracterice a los artistas de la Sabana, además de su espontaneidad y humor, son las motivaciones al momento de componer. Sus melodías tienen nostalgia, algunas un tono melancólico; y cuando de bailar se trata, tienen la energía de los campesinos. Pero no sólo de música viven nuestros artistas de la Sabana. Ellos también están marcados por sus emociones, las mujeres, los hombres, la naturaleza, lo que a diario comen y beben. “Mi porro me sabe a todo lo bello de mi región, me sabe a caña me sabe a toro, me sabe a fiesta, me sabe a ron. Me sabe a piña, me sabe a mango, me sabe a leche esperá en corrá, me sabe a china esparascá en fandango y ají con huevos en machucá”, dice Pablito Flórez en su clásico “Los sabores del porro”. Cada palabra, cada frase de estos grandes cultores de la música del Viejo Bolívar tiene una esencia y una sabiduría de monte en su interior. Para Juan “Chuchita” Fernández, por ejemplo, “el asunto” es algo más que una simple frase, y así lo explica: “Cuando yo canto tengo que ser directo. Es decir, yo no puedo decir la palabra mujerrrrrrr (pone acento afeminado) porque eso no queda bien, tengo que decir: ‘mujé’, y punto. Si no, dicen que soy marica; y ese es ‘el asunto’, sí señor”. Y además de la cotidianidad como fuente de inspiración para muchos de nuestros juglares de la Sabana, está la literatura griega y la Biblia. Muchas canciones sabaneras son recurrentes en acudir a la mitología para explicar sus amores y desamores, como la riqueza del Sabio Salomón que le prometió el compositor de “Fiesta en corraleja”, Rubén Darío Salcedo, a su actual esposa cuando eran novios; o las continuas referencias a los Jardines Colgantes de Babilonia, al rey Midas, y al mismo gallo de pelea de uno de ellos que le puso por nombre “Faraón”. Motivados en esa referencia, los periodistas Manuel Lozano Pineda y Juan Carlos Díaz Martínez decidieron realizar un documental que en su primera parte reunió a maestros como Pablito Flórez, Calixto Ochoa, Rubén Darío Salcedo, Juan “Chuchita” Fernández, Toño García, Rafael Pérez García y Petrona Martínez, figuras emblemáticas del folclor: “Faraones de la Sabana”. “Desde enero y de manera periódica visitamos la casa y la región de cada uno de los artistas que seleccionamos para la primera parte del documental. Con ellos dialogamos durante horas y horas tratando de descubrir en los personajes frases, anécdotas, canciones y recuerdos que le dieran al documental el tono que deseamos para este trabajo”, cuenta Manuel Lozano. Con Pablito Flórez, relata Juan Carlos Díaz, “hablamos sobre su vida, sus primeras canciones, y amores. Lo escuchamos narrar cómo nació “Los sabores del porro” y cantar esta misma canción al lado de Karen Cueter, una adolescente de Ciénaga de Oro, quien considera al maestro como uno de los símbolos de su pueblo y como alguien que, a partir de la música, logró llevar al mundo parte de lo mejor de Colombia.” “Con Juan ‘Chuchita’, uno de los gaiteros de San Jacinto, compartimos dos días fuera de serie. Con su humor, picardía y ternura nos contó para qué le ha servido ganar un Grammy; lo mismo con el gaitero Toño García, quien a sus 80 años y en el patio de su casa, nos enseñó cómo se hace una gaita. Rafael Pérez, el decimero, nos dictó una cátedra sobre la décima en el Caribe. Y junto a todos ellos, un niño de 10 años nos deleitó con las mejores obras que popularizaron los Gaiteros de San Jacinto”, agrega Juan Carlos. “Con el maestro Calixto Ochoa refiere Manuel aquejado por una enfermedad renal, pero aún con la esperanza de volver a tocar acordeón, descubrimos un talento de cuatro años que interpreta las canciones de su abuelo de manera magistral. El nieto de Calixto es un testimonio de cómo el talento si se puede heredar”. Rubén Darío Salcedo, autor de la canción colombiana que más se ha escuchado en el exterior, “Fiesta en Corraleja”, dice que ser mujeriego es algo tan natural como beber agua caída del cielo. Pero eso sí, marca una diferencia entre los amores que se cantan ahora y los que ellos protagonizaban en sus años mozos. “La diferencia es que nosotros le cantábamos a la mujer de los senos para arriba, y ahora le cantan de los senos para abajo”, narró con su naturalidad a flor de labios. Para Manuel Lozano el encuentro con Petrona Martínez fue sin duda el más alegre y concurrido. “Músicos, familiares y vecinos nos acompañaron. Al final de la jornada, el presidente del Banco de la República, José Darío Uribe; y la alcaldesa de Cartagena, Judith Pinedo, se unieron a un sancocho trifásico que la artista nos había preparado para el documental. Petrona es uno de los personajes que le cambiaran el ritmo al documental. Es la única mujer y es la contraparte a los otros juglares. Sus historias las cuenta con fluidez y mucho humor”. Para “Faraones de la Sabana“, el documental que en este momento se encuentra en post producción, hubo una etapa previa de investigación y un taller creativo para encontrar la manera en que sus realizadores contarán las historias de los juglares. “En ocasiones nos reunimos para ver varios documentales musicales. En otras discutíamos sobre quiénes podrían ser los juglares de esta primera parte y cuál sería el marco sobre el que deberíamos construirlo. Vimos Buenavista Social Club en más de una ocasión. Luego, nos reunimos con el resto del equipo y escuchamos sus opiniones y si estaban dispuestos a emprender esta aventura audiovisual. Los viajes los hacíamos en los fines de semana que nuestras obligaciones laborales y familiares nos permitían. Las cámaras, las luces fueron facilitadas por Cineloz, la productora que tenemos entre Andrés Lozano, (el editor), y yo. El sonido fue un trabajo de gran nivel de Gustavo Chica, uno de los más destacados sonidistas de la ciudad. En la cámara estuvo Randolph Raccini un productor de radio y televisión de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, y en la producción nos asistió el historiador y locutor de UDC Radio, Luis Mestra”, describe Manuel Lozano quien junto a su hermano está en la pre producción de su primer largometraje titulado “La Tribuna”. “Realizar el documental resultó una experiencia agradable, divertida y muy productiva desde el punto de vista profesional y personal. Cada maestro era una lección de vida, de humildad, optimismo, alegría y de trabajo. Creo que todo ese humor y ese ambiente de camaradería que se vivió en estos ocho meses se verán reflejado en el documental”, asegura Juan Carlos. “Faraones de la Sabana’ será presentado en premier, en el segundo Festival de la Hamaca Grande, que se realizará en Cartagena en septiembre. Se tiene previsto que la segunda parte de este documental tendrá como protagonistas a otros de los grandes músicos sabaneros, como Alfredo Gutiérrez, Adolfo Pacheco, Lisandro Mesa, Aníbal Velásquez, Rafael Campo Miranda, Julio Herazo, Miguel Enrique Naranjo y Enrique Díaz, entre otros.



