Dicen que el Apocalipsis está cerca. Dizque el mundo se acaba un día de estos. Que las redes sociales son a veces un demonio perverso y gigante, pero también suelen convertirse en un dios todopoderoso. Que es mejor para los periódicos impresos tenerlas de amigas, si no queremos sucumbir ante el internet y su inmensidad. Dicen además que los medios de tinta podrían desaparecer temprano o tarde, ¿será?
La idea no es tener miedo. El punto es más bien amarrarse los pantalones y ponerle la cara al cambio...al menos eso entendí del 68 Congreso Mundial de Medios Informativos, organizado la semana pasada en este Corralito de Piedra por los duros en periodismo: la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias, WAN-IFRA.
CINCO “MANDAMIENTOS”
Digamos que este magno evento entró en calor el viernes diez de junio, con talleres para periodistas de Colombia, Ecuador y México. Hubo dos tipos de talleres: uno sobre periodismo digital y otro de liderazgo editorial de mujeres. Ahí entré, junto a veinte compañeras.
En el primer día, Juanita León, fundadora de La Silla Vacía, compartió sus trucos y batallas para tirarse al agua e independizarse con un medio donde nadie le tapara la boca en política. Con algo de plata y mucha perseverancia, hizo de su sueño una realidad bastante conocida en Colombia.
En el segundo día, la “maestra” fue Paula Fray. ¿Y quién es ella? —dirá usted—. Es una africana y feminista que nació para contar historias, para inspirar a otras mujeres a pisar fuerte.
Es periodista hace veinte años y hay más: es la primera mujer editora del periódico Saturday Star de Johannesburgo, en Sudáfrica. Otra cosa: estaba embarazada de su tercer y último hijo cuando se convirtió en jefe de una redacción de hombres y mujeres incluso con mayor experiencia que ella.
En español sólo sabe decir unas cuantas palabras. Llegó a Cartagena sofocada por su calor y fascinada por la cercanía de la ciudad con Gabriel García Márquez. Se declara fanática de nuestro Nobel de Literatura y, por supuesto, del café colombiano.
“Me di cuenta de que parte de los desafíos que tenemos como editoras en este medio son los mismos que tenemos como esposas, como madres, hermanas...giran en torno a las expectativas que la gente tiene en torno a nosotros.
“A veces, las mayores dificultades que tenemos no provienen de ‘¿qué piensa mi esposo?’, vienen de nuestras propias expectativas, de lo que debemos hacer como buenas madres o jefes, expectativas de cómo debemos actuar. La cuestión no es decir: ‘soy mujer’, es decir ‘soy editora porque soy buena en esto’”, contó Fray.
Pero vamos al grano. Paula es una mujer bastante práctica, así que veamos cinco lecciones que no se limitan al periodismo y son perfectamente aplicables a su vida, si es que usted anhela ser líder.
Uno. En este mundo fantástico de las noticias, un día nunca es igual al anterior. “Si trabajaras en una fábrica de ropa, por ejemplo, sería una labor mucho más fácil porque al final del día tendrías que crear el mismo producto: pantalones negros. En medios no es así, todos los días debes ingeniar la forma de entregar al lector o a la audiencia un producto diferente”, explica.
Dos. Pasar de reportero a jefe implica un deber fundamental: convertirte en mánager o gerente...y ojalá en líder. ¿Por qué ojalá? Porque los conceptos son diferentes. Un mánager es quien administra recursos, desde lo económico hasta lo humano...un líder inspira y tiene la visión clarísima de para dónde va el equipo. Hay jefes que solo son administradores, hay otros que solo tienen la visión, pero no saben administrar un lápiz. Lo ideal es que un jefe pudiese combinar los dos conceptos.
Tres. “Si eres indispensable entonces no eres exitoso. Si cuando no estás el equipo colapsa, entonces has fallado”, explicó. La idea aquí es que un líder sea capaz de replicarse, de enseñar a su equipo a solucionar problemas y ese arte se llama “coaching” o entrenamiento. Acompañar en el proceso a cada integrante del equipo, conocer y potenciar sus fortalezas y atacar las debilidades.
Cuatro. El cuarto “mandamiento” es innovar. Hay que apostar a ideas diferentes, que rompan con esquemas tradicionales de trabajo. El miedo al fracaso es el enemigo número uno aquí y Paula tiene un consejo para enfrentarlo: para lograr grandes cambios se debe tener paciencia...hay que hacer ajustes “pequeños” para ensayar, de manera que si se falla se pueda revertir y si se triunfa se siga adelante.
Cinco. Los tiempos han cambiado e internet se tomó al mundo, así que hay que entrar con todo a lo digital. Hay que repensar ese concepto de que las redes sociales como Facebook, Snapchat y Twitter son enemigas del buen periodismo por su inmediatez. Cualquier medio de comunicación (cualquier empresa) que quiera sobrevivir a la era digital debe tener en cuenta las redes para mostrarse más y para saber de qué habla su público.
“Nuestra única certeza es que necesitamos mucho más apetito por el riesgo”, concluye Paula Fray.
