Imagine. Hoy usted puede salir a la calle disfrazado de lo que se le dé la gana. ¿A quién encarnará? Podría ser un mutante de la franquicia X-Men, ¡están muuuy de moda! O de algún dios, ¿por qué no de Dios? De lo que sea, ¡pellizque su creatividad!
Usted dirá que soy frívola. Pues no, nada de eso.
Aquí hay identidad, muchachos que buscan validar aquello del libre desarrollo de la personalidad que la Constitución Política de Colombia explica en 27 palabras, en su artículo 16: “Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico”.
Deténgase ahora en la línea delgada, esa frontera que separa a la ficción de la realidad, y entre al Salón de Eventos del Hotel Costa del Sol, en Bocagrande. Escuche la bulla. La gente que ríe y murmura. Hay más de 200 personas, la mayoría jóvenes, algunos disfrazados y dispuestos a participar en Fashion Cosplay Cartagena. Usted se pregunta qué carajos es “cosplay”, mientras camina entre guerreros, vampiros, hechiceros y toda suerte de personajes fantásticos.
¿De verdad estamos en Cartagena o esto es una sala fantástica de algún videojuego? Es Cartagena, y hace bastante calor. Son las 2:51 y esta tarde de domingo pinta bastante bien.
-¡Hola! ¿Cómo estás? Tú debes ser la periodista -dice el organizador, un muchacho de gafas y flaco, mientras estrecha mi mano-.
-Sí, soy periodista. Estoy muy bien, gracias -respondo-.
-Mi nombre es Jean Carlos Sequeda Arroyo, pero todo el mundo me conoce como “Juve”. Te cuento cómo es el cuento. Todas las personas que ves aquí hacen parte de un grupo que creé hace seis años, “Shidan”.
-¿Qué significa “Shidan”? -pregunto-.
-Es una combinación de las palabras japonesas shi, que significa “guerrero celestial”, y dan, que es clan. La idea del grupo es reunir a los amantes de la cultura oriental, brindarles un espacio en el que puedan expresarse libremente y dar a conocer el talento de nuestros jóvenes. Apoyamos a muchos de ellos que tienen microempresas y viven de la cultura. Agrupamos de 200 a 250 jóvenes entre los 14 y 26 años, estamos creciendo y nuestros fuertes son el ánime, manga y “cosplay”.
Llega la hora de saber qué es el “cosplay”. “’Cosplay’ es una contracción de costume play, algo así como juego de disfraces. Es un juego de roles donde interpretas a un personaje específico en todo aspecto: físico y de personalidad”, explica Jean Carlos.
Así comenzóLa emoción de Jean Carlos desborda en sus palabras y gestos. Me explica que su pasión por el dibujo lo empujó a meterse en este “rollo”.
“Fue algo bastante curioso -dice-. Desde muy pequeño me gustó dibujar y un día se me dio por buscar en Facebook grupos o personas que les gustara el ánime. Encontré un grupo y ¡qué suerte! Ellos estaban haciendo un evento en las murallas esos días, fui y me pareció súper chévere porque compartían mis gustos. Seguí asistiendo, formé un tiempo parte de la administración del grupo, me independicé y formé uno propio. He traído ‘cosplayers’ reconocidos y actores de doblaje, que son quienes prestan sus voces para doblar personajes”.
“Shidan” tiene dos eventos anuales. Uno es la pasarela de “cosplayers” y el segundo es una competencia para escoger al mejor “cosplay”, que representa a la ciudad en un certamen regional. El ganador de la regional compite en un concurso nacional y este, a su vez, representa al país en el continente. ¿Qué se necesita para ganar en Cartagena?
-Ser mayor de edad.
-Que el disfraz sea elaborado por el concursante de forma artesanal, sin usar metal. Debe demostrarlo con fotos del proceso de diseño.
-Que el disfraz no haya participado en ninguna competencia.
-Debe representar fielmente físicamente y en actitud a su personaje, que debe ser de una serie, película o videojuego. Para ello, el jurado le da dos minutos en tarima.
Sí, sí, sí...todo suena muy bonito hasta que hablamos de la falta de apoyo, la piedra en el zapato de grupos como “Shidan” en Cartagena. “No somos muy conocidos y cuando solicitas ayuda o patrocinio, la gente lo ve raro. Enseguida nos tildan de inmaduros o niños”, cuenta Jean Carlos.El Instituto de Patrimonio y Cultura, IPCC, explica que sí hay una forma de apoyar a esta clase de grupos mediante convocatorias anuales de proyectos. En el instituto analizan objetivos, población y otros aspectos de las propuestas, y deciden si apoyan económica y logísticamente cada iniciativa.
¿“Shidan” ha recibido alguna clase de apoyo del IPCC? No.
“Antes, cuando pertenecía al otro grupo, lo intentamos pero al IPCC no le pareció tan atractivo, entonces no insistimos. Ahora, con “Shidan”, no lo he intentado”, cuenta Jean Carlos mientras nos internamos en este salón, que parece más bien una jungla de personajes fantáticos.
Entonces me presenta a un imponente guerrero: Álvaro Javier Uribe. Su armadura, de rojos y plateados fuertes y creada detalle a detalle por él, no deja que me dé la mano, pero sí que me regale una sonrisa porque aún no se pone la máscara. Me cuenta que el traje le costó unos 200 mil pesos, lo fabricó con pintura en acrílico, tela, porcelanicrón y goma eva -prima lejana del fomi, explica-. “Los chicos de acá me dicen Donny. Soy diseñador gráfico y estoy en este rollo del ‘cosplay’ hace tres años. Mi disfraz es de un personaje japonés que se llama Game Rider Wizard, de una serie que lleva el mismo nombre. Es un jinete enmascarado que hace magia con sus anillos”, explica.
En otros países de Asia y Europa, el “cosplay” es un estilo de vida, pues el “cosplayer” no se quita el disfraz físico, ni el mental. Álvaro sí sabe desprenderse del jinete mágico y dice que lo suyo es un hobbie que lo ayuda a mostrar su arte, su talento y su microempresa: fabrica piezas de colección, a mano, de colección en porcelanicrón.
En esta pasarela de sueños también están Carol Heredia Brieva y Eliana Martínez. Carol es comunicadora social, de 25 años, que representa con su traje rojo y su sonrisa blanca el espíritu de la Navidad. Eliana, historiadora y traductora que vive en San Francisco, viste de Hakutaku, dios de la medicina.
Hay una cosa que tienen en común todos los personajes de esta Faceta: pensaron siempre que estaban solos hasta que se atrevieron a buscar en Facebook.
¿A quién podría interesarle la cultura oriental en esta tierra de vallenato y champeta? Pues sí, hay gente...y bastante.





