Cartagena de Indias es sin duda una ciudad que atrae visitantes de todas partes del mundo, todos los días. Su cultura, monumentos, historia, tradiciones, playas y su gente hacen de este un lugar ideal para vacacionar, entregando maravillosos momentos a miles de turistas que llegan mensualmente.
Sin embargo y como ocurre en ciudades capitales, con características socio-económicas similares, la inseguridad se hace presente en algunas ocasiones, como por ejemplo el caso que este medio conoció recientemente.
El pasado 7 de diciembre, a plena luz de día, una familia paisa fue víctima de un violento atraco en la estación de gasolina EDS Pie del Cerro, a pocos metros del Castillo San Felipe de Barajas y del Centro Histórico.
Uno de los turistas que llegaron al sector para conocer la maravillosa e histórica fortaleza, relató que “nos abordaron dos sujetos en moto y uno de ellos caminó hasta nosotros y sacó un arma de fuego para intimidarnos. Se llevaron una cadena de oro de unos 17 millones de pesos”, contó la víctima. Lea: ¿Por qué mataron a José Hurtatis? Era dueño de una carnicería en Vista Hermosa
La familia, conformada por los padres, dos hijas de 26 y 20 años y un menor de 15, quedaron en shock cuando vieron la violencia con la que les quitaron dicha cadena. En medio de aquel caos, el padre de familia recibió un balazo a un costado de su axila. Los delincuentes escaparon sin que a la fecha hayan sido individualizados.
Hablaron las víctimas y pidieron que el caso no quede impune
Tras ser baleado, el turista fue trasladado a la Clínica Cartagena del Mar, en el Pie de La Popa, donde aseguran que la atención fue precaria. Posteriormente lo remitieron a Medellín, su ciudad de origen, y para ellos fue una exposición a la muerte ya que forzaron a la víctima a una agonía en medio de un viaje de más de 12 horas.
Ximena Suárez Narváez, esposa del herido, afirmó que buscó ayuda del Secretario del Interior, Bruno Hernández, de altos mandos de la Policía y de autoridades distritales, pero a la fecha no hay respuestas sobre lo ocurrido.
La antioqueña añadió que “somos una familia que nos sentimos desprotegida. A pesar de la gravedad de lo ocurrido y de haber acudido de inmediato a las autoridades, nos encontramos en un limbo institucional que nos ha impedido acceder a un elemento clave para el esclarecimiento de los hechos: los videos de seguridad de la estación de gasolina donde ocurrió el ataque”.
La mujer añade que “la Sijín nos ha indicado que debemos esperar el número de radicado de la denuncia; sin embargo, la Fiscalía aún no nos ha asignado dicho radicado, lo que ha paralizado cualquier avance. Mientras tanto, el tiempo pasa, las pruebas pueden perderse y la impunidad avanza”.
“No buscamos protagonismo ni confrontación; solo justicia, verdad y garantías. Por esta razón acudimos a El Universal, con la esperanza de que la difusión periodística de este caso nos ayude a preservar y obtener los videos de seguridad, llamar la atención de las autoridades competentes y evitar que un hecho similar le ocurra a otra familia”, puntualizó la turista y víctima.
