En un violento suceso que ha consternado a la comunidad del sur de La Guajira, un joven identificado como Andrés Camargo, de aproximadamente 21 años, fue víctima de un brutal atentado sicarial la noche de este lunes 15 de diciembre. Los hechos ocurrieron en un sector del barrio Ramón Luque del municipio de Hatonuevo, dejando al joven sin vida de manera instantánea en plena vía pública. La víctima era conocida popularmente entre sus allegados como ‘El Pagadiario’.
El ataque, característico de la modalidad de sicariato, se perpetró en un momento en que Camargo se encontraba en el mencionado barrio. Según los primeros testimonios recabados por las autoridades, el homicidio fue ejecutado por sujetos armados que se movilizaban en una motocicleta de color negro. Los testigos indicaron que los agresores pasaron cerca del joven en repetidas ocasiones antes de detenerse y abrir fuego.

Los múltiples disparos impactaron a Camargo, causándole la muerte en el mismo lugar de los hechos, sin darle oportunidad de reacción.
El cuerpo de la víctima fue rápidamente rodeado por vecinos y curiosos, mientras las autoridades iniciaban las primeras diligencias para acordonar la escena y proceder con el levantamiento del cadáver.
Posible conexión con amenazas de grupos armados organizados
La investigación sobre el asesinato de Andrés Camargo toma un giro aún más inquietante al revelarse información sobre presuntas amenazas previas que pendían sobre la víctima.
Se ha conocido, a través de fuentes cercanas al caso, que Camargo habría sido mencionado y señalado en un pasquín amenazante que circuló días atrás en el municipio.

Adicionalmente, su nombre y su imagen habrían aparecido en un video que se difundió ampliamente en redes sociales, el cual estaría presuntamente vinculado a un Grupo Armado Organizado (GAO) con influencia en esta zona del sur de La Guajira.
Esta información preliminar sugiere que el atentado sicarial podría no ser un hecho aislado, sino estar directamente relacionado con retaliaciones, ajustes de cuentas o limpiezas sociales perpetradas por estructuras criminales que buscan ejercer control territorial y social.

