Una pesadilla vivió una menor, de 8 años, mientras hacía un habitual mandado en una tienda del barrio Policarpa, en la ciudad de Cartagena.
Afortunadamente sus familiares y vecinos se percataron, detuvieron al responsable, denunciaron ante las autoridades y en estos momentos el monstruo de aquella pesadilla se encuentra en manos de las autoridades. Lea: Triste Navidad: José Murillo, de 19 años, perdió la vida en choque de motos
La Fiscalía General de la Nación en un comunicado oficial confirmó que judicializó a un hombre, de 41 años, que está, presuntamente involucrado en el delito de actos sexuales con menor de 14 años, del cual fue víctima la menor.

“Los hechos investigados acontecieron el pasado 30 de noviembre en el barrio Policarpa de Cartagena donde el procesado, al parecer, sometió a tocamientos de índole sexual a la menor de edad”, explicó la Fiscalía.
Un fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) evidenció en las audiencias preliminares que el procesado se encontraba, al parecer, ingiriendo licor en el establecimiento comercial donde llegó la víctima a comprar unos alimentos para su casa.
Detalles de la judicialización del hombre por abuso sexual
“En este contexto, el hombre habría aprovechado que la niña se encontraba sola para someterla a vejámenes sexuales. Familiares de la víctima y vecinos, quienes se percataron de la situación lo detuvieron y lo entregaron a la Policía Nacional. El ahora implicado, quien no aceptó su responsabilidad en los cargos imputados por el ente investigativo, cumplirá medida de aseguramiento en un establecimiento carcelario”, señaló el ente acusador.

Tenga en cuenta que entre las señales o alertas en menores que están o han sido abusados sexualmente están los terrores nocturnos y problemas para dormir, de manera repentina pierden interés por compartir con los demás niños, su rendimiento en el colegio disminuye, se aísla y llora cuando no lo ven.
También es frecuente que tenga dificultades a la hora de ir al baño, pensamientos suicidas y miedo o temor de ir a ciertos lugares y saludar a determinadas personas. Tenga presente que en la mayoría de los abusos sexuales, los implicados son cercanos a la familia, a los padres o a su vivienda o colegio.

